Herbert Riehl-Heyse, influyente periodista alem¨¢n

Fue el ejemplo a seguir para varias generaciones de periodistas alemanes: Herbert Riehl-Heyse, reportero, columnista y ensayista del S¨¹ddeutsche Zeitung. "Casi todos sab¨ªamos lo que quer¨ªamos hacer en periodismo: investigar con precisi¨®n, observar con intensidad, y escribir con gracia, mejor a¨²n, con iron¨ªa. En una palabra: quer¨ªamos ser como Herbert Riehl-Heyse, que en el S¨¹ddeutsche hac¨ªa lo que nosotros so?¨¢bamos", escrib¨ªa ayer otro peso pesado del periodismo alem¨¢n, Kurt Kister, recordando sus inicios en la profesi¨®n, hace 25 a?os.

Riehl-Heyse naci¨® en 1940 en la Baviera profunda, en una pintoresca localidad al este de M¨²nich llamada Alt?tting. D¨ªas antes de que finalizara la Segunda Guerra Mundial, su padre fue fusilado por las SS junto a otros seis ciudadanos por haberse resistido a un ¨²ltimo y desesperado intento de defender la ciudad del avance de las tropas estadounidenses.

Desde entonces, lo acompa?ar¨ªa "la pregunta de la procedencia de la maldad humana y de por qu¨¦ ¨¦sta con frecuencia puede trajinar y hacer da?o con tanto descaro, como si no hubiesen poderes superiores", seg¨²n evocaban ayer sus com-pa?eros desde la portada del S¨¹ddeutsche, en una columna diaria titulada Streiflicht, desde hace muchos a?os dedicada a las observaciones al margen de la vor¨¢gine noticiosa.

Riehl-Heyse, que estudi¨® Derecho y hubiera podido ejercer de juez de no haber preferido el periodismo, fue uno de los asiduos autores de este emblem¨¢tico formato del S¨¹ddeutsche, como tambi¨¦n lo fue de la p¨¢gina 3, aquella de los grandes reportajes.

Aqu¨ª y all¨¢, sus textos crearon una escuela que contribuy¨® a convertir al peri¨®dico b¨¢varo en el de mayor tirada entre la prensa seria de Alemania. Su m¨¦todo, aplicado hasta el a?o pasado, cuando acompa?¨® al canciller Gerhard Schr?der en su gira electoral, era el de aproximarse lentamente a sus temas -no importa si ¨¦stos fueran un congreso pol¨ªtico, una final de f¨²tbol o el perfil de alg¨²n personaje, ¨¦l era un periodista todoterreno- para apuntalar, vuelta de tuerca tras vuelta de tuerca, su propio punto de vista, ir¨®nico muchas veces, pero nunca prepotente.

"Recuerden siempre que los acontecimientos de los que el reportero tiene que dar cuenta bien pueden ser aburridos. No sucede lo mismo con sus cr¨®nicas", dec¨ªa a los j¨®venes.

Pese a su gran influencia, Riehl-Heyse s¨®lo durante un breve interludio ejerci¨® de mando de un medio de comunicaci¨®n, como subdirector del S¨¹ddeutsche, primero, y como director, durante escasos meses, del semanario Stern, en 1989. Esto quiz¨¢ contribuy¨® a que pudiera mantener una distancia cr¨ªtica frente a la evoluci¨®n reciente del periodismo, un tema sobre el que giraron muchos de sus ¨²ltimos textos, incluido uno de los libros que escribi¨®.

"Con tal de que todo sea barato, los periodistas cada vez tienen menos tiempo para su verdadera tarea: pensar, investigar y ser creativos (...). En cada vez m¨¢s editoriales y empresas de comunicaci¨®n los que son s¨®lo empresarios est¨¢n intentando tomar el poder: gente a la que le importa un comino la calidad de los peri¨®dicos o de los programas de televisi¨®n", alert¨®.

Hablando as¨ª, incluso lleg¨® a herir susceptibilidades dentro del mismo S¨¹ddeutsche, un diario que, pese a seguir siendo l¨ªder del mercado, ¨²ltimamente atraviesa por una fuerte crisis financiera, motivada por el desplome de los ingresos publicitarios, pero tambi¨¦n por problemas de gesti¨®n. Riehl-Heyse falleci¨® en la noche del martes v¨ªctima de un c¨¢ncer, a los 62 a?os.-