El riesgo de gangrena de las heridas de la guerra
Al d¨ªa siguiente de desembarcar en Um Qasr, una ciudad de 35.000 habitantes, ¨²nico puerto iraqu¨ª de aguas profundas, los soldados espa?oles recibieron la orden de retirar la bandera espa?ola de sus veh¨ªculos. En su lugar pintaron dos l¨ªneas blancas en forma de punta de flecha, como las agujas de un reloj, que identifican a las fuerzas de la coalici¨®n Libertad para Irak.
Desde que el pasado 19 de marzo empezaron a caer las primeras bombas sobre Bagdad, el reloj que marcaba la vida de Irak se par¨® y a¨²n no ha vuelto a ponerse en funcionamiento. Najim Adb Mahdi, designado por las autoridades militares de la coalici¨®n presidente del consejo local, asegura que muchos de los problemas -la falta de agua, de luz, de seguridad- est¨¢n a punto de solucionarse y anuncia que, gracias a la generosidad de la Administraci¨®n estadounidense, los empleados p¨²blicos iraqu¨ªes recibir¨¢n una paga de 20 d¨®lares. Intesar Abbass, maestra de primaria, cree que Najim, que ha aprovechado su condici¨®n de profesor de ingl¨¦s para acercarse a las nuevas autoridades, s¨®lo se preocupa por sus amigos y familiares.
Los militares espa?oles est¨¢n trabajando en la restauraci¨®n de la escuela de Intesar que, a pesar de su estado ruinoso, es la ¨²nica de las 23 de la localidad que ha podido reanudar las clases. Para llevar adelante las obras, que pueden prolongarse dos meses, han contratado a 15 trabajadores locales, a raz¨®n de dos d¨®lares diarios , un salario considerado aqu¨ª razonable.
Reparto de comida y agua
Adem¨¢s de arreglar las escuelas, los espa?oles reparten raciones de comida y agua en los barrios m¨¢s necesitados. Para el reparto recurren a los imanes, ¨²nica autoridad respetada, y a¨²n as¨ª no est¨¢n seguros de que parte de ella no acabe en el mercado negro. El agua hay que traerla desde Kuwait. Las tres potabilizadoras del Galicia no pueden funcionar sin salir a alta mar, debido a una falta de previsi¨®n.
Por todo el sur del pa¨ªs se ha corrido la voz de que en Um Qasr funciona un hospital a cargo de los espa?oles. Incluso desde Bagdad llegan pacientes, que pagan fuertes sumas a los taxistas a cambio presuntas garant¨ªas de que recibir¨¢n tratamiento. Los m¨¦dicos del Galicia atienden los casos m¨¢s graves. Pero no siempre es posible salvarles la vida. Uno de los primeros pacientes, un ni?o de 11 a?os quemado con un cable de alta tensi¨®n, se qued¨® en el quir¨®fano. El comandante Miguel ?ngel Pav¨®n cree que "las aut¨¦nticas secuelas las veremos en unos meses", ya que "las heridas mal curadas de la guerra pueden acabar gangren¨¢ndose".
Tambi¨¦n el proceso de reconstrucci¨®n de Irak corre el riesgo de gangrenarse. "Los iraqu¨ªes son muy orgullosos y no aceptar¨¢n un ocupante extranjero cuando sus necesidades b¨¢sicas est¨¦n resueltas", advierte un oficial espa?ol. Para entonces, la bandera espa?ola que ahora se oculta puede resultar un s¨ªmbolo m¨¢s seguro que la punta de flecha compartida con estadounidenses y brit¨¢nicos.
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