"La econom¨ªa europea necesita inmigrantes"
El cierre de las fronteras es una de las peores soluciones al problema, seg¨²n este experto
Andr¨¦s Rodr¨ªguez-Pose es un ejemplo de la fuga de cerebros. Formado en la Universidad Complutense de Madrid y tras pasar por la Administraci¨®n, lleva ocho a?os en la London School of Economics (LSE) como profesor de Geograf¨ªa Econ¨®mica. Lo que no hizo el Gobierno espa?ol lo ha hecho el brit¨¢nico: retenerle. Gracias a un premio de 325.000 libras, este madrile?o de 36 a?os puede dedicarse a la investigaci¨®n y sigue en el Reino Unido. Esta semana ha estado en Madrid en un seminario de la LSE sobre inmigraci¨®n patrocinado por la Fundaci¨®n Caja Madrid.
Pregunta. ?Puede ser la inmigraci¨®n una soluci¨®n econ¨®mica al envejecimiento en Europa?
Respuesta. Es bastante reduccionista limitar el debate a un binomio envejecimiento-migraci¨®n. Si se cumplen las previsiones, por ejemplo la de Naciones Unidas, el n¨²mero de inmigrantes que necesitar¨ªamos ser¨ªa tan grande que es dif¨ªcil que cualquier sociedad estuviera dispuesta a aceptarlos. La inmigraci¨®n puede ser una soluci¨®n, pero hay que combinarla con otras medidas.
"Es muy dif¨ªcil medir el impacto de esta mano de obra en el crecimiento europeo porque muchos est¨¢n en situaci¨®n ilegal"
"No se pueden abrir las fronteras del todo porque Europa no tiene la capacidad para asimilar un gran n¨²mero de inmigrantes"
"El argumento de que los inmigrantes vienen a quitar trabajo es una falacia porque cubren puestos que no quieren los nacionales"
P. ?Como cu¨¢les?
R. Pol¨ªticas de ayuda familiar, de apoyo a la natalidad, de retraso de la edad de retiro...
P. En Espa?a ya se han puesto en marcha medidas de este tipo.
R. Aunque se han realizado avances, ¨¦stos son insuficientes para cambiar las tendencias actuales. S¨®lo en los pa¨ªses escandinavos parecen haber tenido un impacto significativo.
P. ?En qu¨¦ son diferentes?
R. Los permisos de maternidad y paternidad son m¨¢s largos, se combinan con paquetes financieros importantes y, sobre todo, con un sistema universal de guarder¨ªas de excelente calidad. Dicho sistema facilita el regreso de las madres al trabajo en pa¨ªses que tienen la mayor participaci¨®n de mujeres en el mundo laboral. El problema es que se trata de pol¨ªticas muy caras que implican renuncias a otras pol¨ªticas o un aumento de la carga impositiva.
P. ?Ser¨ªa factible en Espa?a?
R. D¨ªficilmente y no s¨®lo en Espa?a sino en casi toda Europa. De hecho, estos programas est¨¢n cuestionados en los propios pa¨ªses escandinavos por su coste.
P. ?Cu¨¢l es la soluci¨®n?
R. Est¨¢ claro que la situaci¨®n actual, no. Los gobiernos europeos tienen la actitud del avestruz: esconder la cabeza hasta que el problema pase. Hay que tener en cuenta que se trata de problemas a medio y largo plazo y que requieren un gran consenso social o coraje pol¨ªtico para ser afrontados. La bomba de relojer¨ªa le va a estallar a la siguiente generaci¨®n.
P. ?La actitud de los Gobiernos es entonces cosm¨¦tica?
R. Se est¨¢ haciendo muy poco. En inmigraci¨®n es claro porque es un fen¨®meno impopular. Muchas de las medidas que se toman son restrictivas y contribuyen a fomentar la aversi¨®n al inmigrante. Esta situaci¨®n es alentada por algunos partidos y medios de comunicaci¨®n. Debemos darnos cuenta de que la inmigraci¨®n, lo queramos o no, est¨¢ aqu¨ª para quedarse. Lo que hay que decidir es la pol¨ªtica que vamos a utilizar: ?frenar el fen¨®meno y favorecer que se convierta en ilegal, o intentar en lo posible controlarlo y coordinarlo?
P. ?C¨®mo se puede hacer?
R. Debemos aceptar que, desde una persepectiva econ¨®mica, necesitamos inmigrantes en Europa. La otra cuesti¨®n es qu¨¦ tipo de inmigrantes. Cerrando las fronteras no evitamos el problema y no atraemos a la inmigraci¨®n que necesitamos. El modelo europeo trae las peores consecuencias: infrautilizaci¨®n de los recursos humanos que vienen, creciente control de las migraciones por grupos criminales y, sobre todo, explotaci¨®n. Independientemente del nivel de cualificaci¨®n de los inmigrantes, ¨¦stos se ven obligados a trabajar en la econom¨ªa sumergida.
P. ?No deber¨ªan ser los empresarios quienes presionaran para acabar con esta situaci¨®n?
R. En EE UU ya lo est¨¢n haciendo, pero en Europa son m¨¢s reacios. A lo mejor es porque una minor¨ªa de empresarios, se est¨¢ beneficiando de esa explotaci¨®n. De todas formas no creo que el liderazgo en este tema corresponda a los empresarios.
P. ?El modelo americano es mejor?
R. En Europa la tendencia ha sido a restringir cada vez m¨¢s la inmigraci¨®n legal. Los EE UU, sobre todo en los a?os de Clinton, han aceptado m¨¢s inmigrantes, siguiendo determinados criterios de selecci¨®n. Esto permite un ajuste mejor entre el flujo de inmigrantes y las necesidades de la econom¨ªa.No impide la inmigraci¨®n ilegal, pero favorece la llegada de inmigrantes m¨¢s cualificados y su inserci¨®n laboral. All¨ª la inmigraci¨®n se ha convertido en una fuente de dinamismo, lo que ha contribuido a que la econom¨ªa de EE UU haya crecido en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas por encima de la de Europa y a que el incremento de la productividad haya sido mayor.
P. ?Se puede medir el impacto de la llegada de inmigrantes en el crecimiento econ¨®mico europeo?
R. Es muy dif¨ªcil. No hay datos exactos, porque muchos est¨¢n en situaci¨®n ilegal.
P. ?Existen estimaciones?
R. M¨¢s bien subestimaciones. Hay institutos que calculan que en Europa entran entre 400.000 y 500.000 personas con car¨¢cter ilegal cada a?o. Si el n¨²mero de solicitudes de asilo en la UE supera las 300.000, es razonable pensar que el c¨¢lculo es muy bajo.
P. ?Qu¨¦ impacto tiene la inmigraci¨®n en el mercado de trabajo?
R. El argumento de que "esta gente viene a quitarnos el puesto de trabajo" es una falacia. Los inmigrantes est¨¢n cubriendo puestos para los que no hay competencia nacional. Si empiezan a entrar inmigrantes con mayor nivel de cualificaci¨®n de manera legal se puede producir competencia, lo que fomentar¨ªa la competitividad y la innovaci¨®n. A pesar de ello, no hay ning¨²n partido que est¨¦ diciendo: lo que necesitamos son m¨¢s inmigrantes. Me parece preocupante que muchas de las teor¨ªas xen¨®fobas est¨¢n siendo asimiladas por los partidos mayoritarios. No se est¨¢ tratando la inmigraci¨®n desde un punto de vista econ¨®mico, con sus ventajas e inconvenientes, sino como un tema de seguridad.
P. ?Cu¨¢les son los inconvenientes econ¨®micos?
R. No se pueden abrir las fronteras del todo porque Europa no tiene la capacidad, al menos a corto plazo, para asimilar un gran n¨²mero de inmigrantes.
P. ?Por qu¨¦?
R. Por un lado, dados los problemas de pobreza, inestabilidad pol¨ªtica e inseguridad en muchos de los pa¨ªses de origen, el n¨²mero de inmigrantes potenciales siempre superar¨¢ las necesidades de creaci¨®n de empleo de los pa¨ªses de la UE. Por otro, no se pueden desde?ar los costes de car¨¢cter social, pol¨ªtico y psicol¨®gico, de la interaci¨®n o asimilaci¨®n de inmigrantes. Aunque estos costes pueden ser mayores en condiciones de ilegalidad como la actual.
P. ?Esta situaci¨®n explica el deterioro de las condiciones laborales en Europa?
R. La introducci¨®n de una mayor flexibilidad en el mercado laboral de Europa y en Espa?a, en particular, ha facilitado la creaci¨®n de empleo y la entrada de j¨®venes que anta?o se ve¨ªan con frecuencia abocados a largos periodos de desempleo. Este nuevo empleo, sin embargo, ha tendido a ser de car¨¢cter m¨¢s inestable y precario, con salarios m¨¢s bajos Pero el posible y discutible deterioro de las condiciones laborales en Europa tiene poco que ver con la inmigraci¨®n. Los inmigrantes est¨¢n en la econom¨ªa sumergida, en el campo, la construcci¨®n y en puestos de escaso valor a?adido del sector servicios, como hosteler¨ªa, en la venta ambulante y, por qu¨¦ no decirlo, tambi¨¦n en redes criminales. Por regla general, no compiten con las personas de su edad que tienen la suerte de poseer un pasaporte europeo. El sistema favorece su explotaci¨®n.
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"Hay que reformar las ayudas regionales de la UE"
Andr¨¦s Garc¨ªa-Pose es tambi¨¦n experto en pol¨ªticas de desarrollo regional.
P. ?C¨®mo afecta la ampliaci¨®n de la UE a los desequilibrios entre regiones?
R. Yo le dar¨ªa la vuelta a la cuesti¨®n y me preguntar¨ªa hasta qu¨¦ punto han contribuido las pol¨ªticas vigentes a reducir los desequilibrios. Gran parte de las regiones con un mayor nivel de asistencia, incluidas todas las espa?olas, han tendido a crecer por debajo de la media. De las 44 que en 1989 entraron en el Objetivo 1, s¨®lo Abruzzo (Italia) ha conseguido salir del Objetivo.
P. ?A qu¨¦ se debe esa falta de convergencia?
R. A muchos factores, desde los efectos centralizadores de la integraci¨®n, hasta la existencia de pol¨ªticas que favorecen la concentraci¨®n de la actividad en detrimento de la cohesi¨®n y a la escasa eficacia de las pol¨ªticas de desarrollo regional.
P. ?En qu¨¦ sentido?
R. El 50% de los fondos Objetivo 1 se ha destinado a infraestructuras. La de transportes es popular, visible y se puede inaugurar antes de las elecciones. Pero no hay que olvidar que es de doble direcci¨®n y si los recursos locales son poco competitivos no podr¨¢n acceder al mercado. Un ejemplo es Sevilla desde 1992. A pesar de las inversiones, la creaci¨®n de empleo, el crecimiento del PIB y el aumento de la capacidad empresarial han sido de los peores de Espa?a. La Isla de la Cartuja es un parque tem¨¢tico en lugar del polo de innovaci¨®n que se vendi¨®. Pero no es dinero tirado. El gasto ha contribuido a reforzar el crecimiento de Madrid y su papel como motor de la econom¨ªa espa?ola.
P. ?Cu¨¢l es la alternativa?
R. Desarrollar pol¨ªticas adecuadas al territorio y m¨¢s equilibradas. Hay que combinar las infraestructuras conm¨¢s medidas de mejora de los recursos humanos y de competitividad de las empresas.
P. ?Qu¨¦ pasar¨¢ si en 2006 las ayudas se desv¨ªan a regiones de los nuevos pa¨ªses miembros?
R. Si se eliminan, estas regiones empeorar¨¢n. Pero un mantenimiento sin una profunda reforma tampoco es la soluci¨®n.
P. ?Es un debate sobre el modelo o sobre qui¨¦n debe pagar?
R. Sobre los dos. S¨®lo se podr¨¢ convencer a los principales ontribuyentes si se presentan esquemas m¨¢s efectivos y que exijan menor financiaci¨®n.
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