Salto de virus entre especies
A pesar de los avances en biolog¨ªa molecular y en las nuevas biotecnolog¨ªas durante los ¨²ltimos 50 a?os, las enfermedades infecciosas siguen siendo una de las causas m¨¢s importantes de mortalidad, sobre todo en pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Algunas enfermedades, como la viruela, han sido erradicadas, mientras que otras est¨¢n en v¨ªas de erradicaci¨®n, como la poliomielitis o el sarampi¨®n. Sin embargo, muchas otras, como la tuberculosis, la malaria o las infecciones gastrointestinales, siguen produciendo una enorme mortalidad. A esta situaci¨®n preocupante se ha a?adido en las ¨²ltimas d¨¦cadas la aparici¨®n de enfermedades infecciosas previamente desconocidas en el hombre: sida, enfermedades debidas a priones (encefalopat¨ªas espongiformes, enfermedad de las vacas locas), fiebres hemorr¨¢gicas producidas por virus ?bola o Hantavirus, etc¨¦tera. A esta lista hemos de sumar ahora el "s¨ªndrome respiratorio agudo y severo" (SARS), aparecido recientemente en China por la infecci¨®n con un coronavirus hasta ahora desconocido.
Es necesario un sistema de alerta temprana que detecte la aparici¨®n de nuevas infecciones
?A qu¨¦ se debe esta emergencia de nuevas infecciones? En todos los casos descritos es evidente una invasi¨®n por el hombre de nuevos nichos ecol¨®gicos, bien por ocupaci¨®n de nuevos espacios o por establecimiento de nuevas interacciones con otras especies. La inclusi¨®n de despojos de ovejas afectadas por scrapie o tembladera en la alimentaci¨®n del ganado bovino en Gran Breta?a origin¨® la enfermedad de las vacas locas, y posteriormente a su versi¨®n humana. Por otra parte, el consumo de carne de chimpanc¨¦ en ?frica central permiti¨® el paso del virus de la inmunodeficiencia de esta especie al hombre y la aparici¨®n del sida. El surgimiento del SARS no es m¨¢s que otro ejemplo similar. La escasa informaci¨®n disponible hasta el momento sobre el coronavirus causante del SARS es compatible con su existencia previa en la naturaleza como agente infeccioso de un animal todav¨ªa por determinar. El contacto con animales infectados por el virus del SARS es la causa m¨¢s probable de su salto al hombre en el sur de China y su expansi¨®n posterior por el mundo. Adem¨¢s de las alteraciones ecol¨®gicas inducidas por el hombre, la emergencia de nuevas infecciones se debe a la enorme diversidad y capacidad de variaci¨®n de los virus, especialmente los que contienen ARN como material gen¨¦tico. Los miles de millones de virus presentes en un individuo infectado no tienen id¨¦ntica informaci¨®n gen¨¦tica, sino que son siempre ligeramente diferentes entre s¨ª. Ello permite que algunos puedan infectar especies distintas del hu¨¦sped normal y pasar, por ejemplo, al hombre. El salto de virus entre especies es un suceso infrecuente, tanto m¨¢s cuanto m¨¢s alejadas est¨¦n las especies en la evoluci¨®n. Es por ello que los virus de otros primates son los candidatos m¨¢s probables, aunque no los ¨²nicos, para saltar a la especie humana.
Los saltos de virus gripales de otras especies al hombre son los mejor estudiados. Adem¨¢s de las epidemias anuales, estos virus producen ocasionalmente pandemias que afectan a toda la poblaci¨®n mundial, la mayor de las cuales ocurri¨® en 1918 y origin¨® 20-40 millones de muertes. Los virus gripales pand¨¦micos contienen una mezcla de genes, algunos normales en los virus humanos y otros nuevos que proceden de virus gripales que infectan persistentemente aves silvestres. Estas mezclas se deben a que cada gen de un virus gripal reside en una mol¨¦cula de ARN independiente. Cuando un individuo es infectado por dos virus diferentes, uno humano y otro aviar, se producen virus descendientes con genes de ambos, que llamamos virus recombinantes. Algunos virus recombinantes pueden ocasionar pandemias porque la poblaci¨®n humana no est¨¢ inmune frente a ellos. Adem¨¢s, se han descrito recientemente saltos directos al hombre de virus gripales altamente patog¨¦nicos que infectan pollos, sin que exista recombinaci¨®n con virus humanos. El primero de estos episodios ocurri¨® en Hong Kong en 1997 y ocasion¨® 16 casos en humanos, de los que casi la mitad murieron. A diferencia de la reciente epidemia de SARS, el virus de la gripe del pollo no se transmiti¨® entre humanos, pero se han descrito desde entonces varios episodios similares, el ¨²ltimo de los cuales caus¨® un muerto en Holanda hace unos d¨ªas. Por tanto, actualmente existe claro peligro de aparici¨®n de un nuevo virus gripal pand¨¦mico.
?Es posible prevenir o atenuar las consecuencias de los nuevas infecciones? La enfermedad de las vacas locas es un ejemplo evidente de que evitar las alteraciones ecol¨®gicas debe ser la primera medida de precauci¨®n. En segundo lugar, es necesario un sistema de alerta temprana que detecte la aparici¨®n de nuevas infecciones lo antes posible. En este sentido, la tardanza del Gobierno chino en informar sobre la aparici¨®n del SARS desde noviembre de 2002 hasta su difusi¨®n a Hong Kong ha sido responsable de su diseminaci¨®n por ese pa¨ªs y su expansi¨®n a nivel mundial. Por ¨²ltimo, hay que estar prevenidos para poder prevenir eficazmente nuevas infecciones, es decir, hay que dotarse del mayor nivel de conocimiento posible sobre la biolog¨ªa b¨¢sica de los virus que infectan animales (no s¨®lamente al hombre) para poder reaccionar adecuadamente en la preparaci¨®n de vacunas y la b¨²squeda de compuestos antivirales. Aunque hasta ahora los coronavirus no causaban enfermedades importantes en el hombre, nuestro conocimiento de su biolog¨ªa ha aumentado mucho en las ¨²ltimas d¨¦cadas; en Espa?a, gracias al grupo de Luis Enjuanes, se dispone de instrumentos para acelerar la preparaci¨®n de vacunas frente al SARS. De todos modos, la comprobaci¨®n de que una nueva vacuna es segura y eficaz llevar¨¢ de meses a a?os, y hasta entonces resulta imperativo evitar la diseminaci¨®n del virus, sobre todo hacia los pa¨ªses menos desarrollados, para evitar su expansi¨®n explosiva en la humanidad.
Juan Ort¨ªn es miembro del Departamento de Biolog¨ªa Molecular y Celular. Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa (CSIC). Campus de Cantoblanco. Madrid.
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