Moy¨¤ cuadra una semana perfecta
El mallorqu¨ªn gana a Safin, que abandon¨®, y conquista el t¨ªtulo en su octavo intento
Carlos Moy¨¤ lo consigui¨®. Estuvo siete a?os peleando para levantar la copa de campe¨®n en el trofeo Conde de God¨® y en el octavo se sali¨® con la suya. No gan¨® de la forma que siempre hab¨ªa so?ado. Su rival, el ruso Marat Safin, 8? jugador mundial, tuvo que abandonar, cuando ten¨ªa ya el partido pr¨¢cticamente perdido, por un exceso de cansancio que le imped¨ªa jugar. Entonces, el mallorqu¨ªn estaba ganando por 5-7, 6-2, 6-2 y 3-0 tras dos horas y ocho minutos.
"Me hubiera gustado ganar de otra forma", reconoci¨® el mallorqu¨ªn, cuarto jugador mundial, que este a?o hab¨ªa ganado ya en Buenos Aires. "Pero creo que cuando abandon¨®, yo ya hab¨ªa hecho lo m¨¢s dif¨ªcil: aguantar sus embestidas iniciales. Este triunfo es un premio a la regularidad y ha confirmado mi buen momento de juego".
La trayectoria de Moy¨¤ esta temporada es impecable. A su t¨ªtulo de Buenos Aires fue agregando otros resultados que acreditaban su excelente momento f¨ªsico y mental: final en Miami y semifinales en Montecarlo. Era la constataci¨®n de un regreso a la ¨¦lite que hab¨ªa perseguido desde que una lesi¨®n en la espalda le apart¨® del liderato del tenis mundial en 1999, justo el a?o despu¨¦s de haber ganado el torneo de Roland Garros y disputado la final del Masters.
"Creo que el hambre y los malos momentos que he pasado es lo que ahora me ha permitido volver a la cima", reflexion¨® el mallorqu¨ªn, que a sus 26 a?os ha madurado en todos los aspectos. "Detr¨¢s de todo esto hay un trabajo muy duro. Veo las cosas de distinta forma. Vuelvo a tener confianza y me siento uno de los de arriba".
La vida de Moy¨¤ dio un vuelco espectacular a finales de 2000, cuando decidi¨®, de mutuo acuerdo con Josep Perlas, cambiar de entrenador e irse a vivir a Mallorca. Entren¨® una temporada con Jos¨¦ Higueras, pero estableci¨® su base de trabajo en Palma de Mallorca con Jofre Portas y Joan Bosch, que desde entonces le acompa?a a todos los torneos. "Creo que una de las claves de la evoluci¨®n de Carlos", reconoce Bosch, "fue el tiempo que trabaj¨® con Higueras. Fue ¨¦l quien le inculc¨® tres conceptos b¨¢sicos: que sin trabajo es imposible ser el mejor en nada; que deb¨ªa confiar m¨¢s en s¨ª mismo; y que los partidos los gana o los pierde el jugador".
En Mallorca, Moy¨¤ encontr¨® de nuevo la estabilidad emocional que siempre necesita para sentirse bien y poder desarrollar su mejor tenis. "Creo que su entorno actual le ayuda", agrega Bosch. "Se siente a gusto con su gente. ?l sabe que soy su entrenador y yo s¨¦ que es mi jugador. Y cuando las cosas van mal, hay un aspecto emotivo de amistad que es fundamental".
Es gracias a todo eso que Carlos Moy¨¤ vuelve a estar arriba y que es capaz de mantener unos niveles de eficacia y de regularidad como los que ayer le llevaron al triunfo.
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