Las urnas miden el conflicto del subsidio agrario
El voto jornalero ser¨¢ decisivo en muchos pueblos en los que el PP se ha puesto como objetivo evitar el descalabro electoral
Cuando los jornaleros depositen su voto en las urnas el pr¨®ximo 25 de mayo para elegir al alcalde de su pueblo habr¨¢ pasado exactamente un a?o desde que el presidente del Gobierno central, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, aprob¨® el decretazo que dio lugar al mayor conflicto social desde que el PP accedi¨® a La Moncloa, en 1996. Un conflicto, que en el caso de la reforma del subsidio agrario que cobran esos mismos jornaleros, se prolong¨® hasta febrero de este a?o. Y que, en Andaluc¨ªa, origin¨® la mayor movilizaci¨®n del medio rural de los ¨²ltimos a?os para echar abajo el proyecto inicial de reforma de los populares.
En las ¨²ltimas semanas, el an¨¢lisis electoral se ha centrado en la influencia que tendr¨¢ en los comicios municipales la posici¨®n del Gobierno central en la guerra de Irak. Pero los partidos andaluces coinciden en que, en las localidades rurales, y sobre todo en aquellas con poblaciones inferiores a 5.000 habitantes, va a pesar m¨¢s el recuerdo de c¨®mo se desarroll¨® el conflicto del subsidio agrario y c¨®mo se ha resuelto. Es un asunto que ha calado en la ciudadan¨ªa: tres de cada cuatro andaluces (el 74%) dijeron estar al corriente del conflicto en la encuesta publicada por este peri¨®dico con motivo del D¨ªa de Andaluc¨ªa. Una proporci¨®n inusitada: en ese mismo sondeo, apenas el 30% hab¨ªa o¨ªdo hablar del sempiterno enfrentamiento entre la Junta y el Gobierno central.
Los populares arriesgan plazas fuertes como El Ejido, Lucena, Arcos de la Frontera o Pilas
La movilizaci¨®n puede jugar a favor de IU para sobrepasar al PSOE en algunas localidades
Seg¨²n los datos del Inem, en 2002 pidieron el subsidio agrario m¨¢s de 300.000 jornaleros andaluces, que durante un a?o se enfrentaron a la zozobra de saber si su ¨²nica posibilidad de cobrar un subsidio cuando se quedan en paro iba a ser eliminada. En estas municipales, la teor¨ªa dec¨ªa que los populares deb¨ªan acortar su desfase electoral entre campo y ciudad, y aumentar su presencia en el medio rural. Ahora, la inc¨®gnita est¨¢ en comprobar si el PP podr¨¢ mantener las conquistas de pasadas elecciones.
"Somos el ¨²nico partido que ha dise?ado un programa espec¨ªfico para los municipios con menos de 5.000 habitantes", esgrime el secretario regional del PP, Antonio Sanz. Los populares se remiten a la presentaci¨®n de este programa, prevista para hoy en Granada, para explicar sus propuestas. Pero el peso del voto jornalero no s¨®lo ser¨¢ determinante en peque?as localidades. En algunas plazas fuertes de los populares, como El Ejido (Almer¨ªa), Lucena (C¨®rdoba), Arcos de la Frontera (C¨¢diz), Moguer (Huelva), And¨²jar (Ja¨¦n) o Pilas (Sevilla), la mayor parte de los desempleados son jornaleros que dependen del subsidio agrario.
2002 fue un a?o muy duro para los ediles populares en el campo andaluz. La presi¨®n se increment¨® cuando el Gobierno cedi¨® en septiembre a casi todas las exigencias sindicales sobre el decretazo, salvo las que hac¨ªan referencia al subsidio agrario, lo que facilit¨® el mensaje al resto de partidos: "el PP castiga a Andaluc¨ªa [la ¨²nica comunidad junto a Extremadura con subsidio]". Se sucedieron las cr¨ªticas a Madrid y alguna renuncia sonada ante una medida que muchos no compart¨ªan. "La reforma es una imbecilidad", dijo el alcalde de Hinojares (Ja¨¦n), Jes¨²s Mart¨ªnez. El primer edil de Aroche (Huelva), Antonio Cuaresma, decidi¨® no presentarse a la reelecci¨®n. "No puedo ir con las siglas de un partido que perjudica a mi gente", argument¨®. El portavoz popular en Lebrija (Sevilla), Pedro Alc¨®n, fue destituido por votar junto al resto de partidos en defensa del subsidio. Y Mar¨ªa Castillo, una de las dos concejales del PP en Paradas (Sevilla), dej¨® el partido para ingresar en el Sindicato de Obreros del Campo.
Los populares se encomiendan ahora a la renta agraria, la nueva prestaci¨®n para los jornaleros a los que el decretazo dej¨® sin subsidio agrario con la que el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, logr¨® en febrero el placet de los sindicatos para cerrar el conflicto. Zaplana hizo un ejercicio de funambulismo que le permiti¨® presentar una prestaci¨®n muy similar al subsidio sin que pareciera una cesi¨®n a los sindicatos: en algunos aspectos mejor (prioridad en las pol¨ªticas activas de empleo y m¨¢s prestaci¨®n para los que m¨¢s trabajen); en otros peor (deja fuera a la mayor¨ªa de jornaleros inmigrantes).
"No creo que la renta agraria, apenas ha entrado en vigor, no ha llegado a la gente, que sabe que el PP en este tema no tiene credibilidad", asegura Fernando Rodr¨ªguez Villalobos, secretario regional de Desarrollo Rural del PSOE. Da por hecho que la defensa de este sistema "tendr¨¢ una repercusi¨®n positiva en el voto para las fuerzas progresistas". El dirigente socialista mantiene que en los pueblos jornaleros el PP ha tenido que recurrir "en puestos muy altos" a personas de otras localidades para hacer las listas, una muestra de su debilidad.
El responsable del PSOE cree seguro que los populares desaparecer¨¢n en pueblos en los que hab¨ªan conseguido uno o dos ediles en las ¨²ltimas municipales. Y que esos votos ir¨¢n al "espacio de centro" que representan socialistas, andalucistas o independientes. A pesar de todo, Rodr¨ªguez Villalobos se muestra cauto sobre la repercusi¨®n de un hipot¨¦tico descalabro popular en el campo. "Las encuestas nos dicen que en el medio rural subiremos ligeramente, el mayor crecimiento estar¨¢ en las zonas urbanas". Y explica el motivo: "en el campo, ya estamos casi en nuestro techo electoral". Hay otra raz¨®n. Si el PSOE prev¨¦ que recibir¨¢ votos de los desencantados por el PP, tambi¨¦n cree probable alguna p¨¦rdida en su flanco izquierdo. "IU puede salir fortalecida", concede Rodr¨ªguez Villalobos.
Las perspectivas en la federaci¨®n de izquierdas han cambiado radicalmente en apenas unos meses. "Hace dos a?os, est¨¢bamos hablando de sobrevivir", recuerda Willy Meyer, coordinador de la campa?a electoral de IU. "Ahora podemos mantener nuestra hegemon¨ªa en muchos pueblos y ser determinante en m¨¢s gobiernos locales", asegura.
Las movilizaciones han resucitado al Sindicato de Obreros de Campo (SOC), vinculado a trav¨¦s de la CUT con la federaci¨®n. El asalto del PSOE a los pueblos jornaleros (El Coronil, Marinaleda, Jodar, Padul, Humilladero, Puerto Serrano) se antoja casi imposible. En multitud de pueblos de Sevilla, C¨®rdoba y Cadiz, el conflicto del subsidio puede jugar a favor de IU para sobrepasar a los socialistas como lista m¨¢s votada. Aunque Meyer descarta esta vez pactos antinatura. "El acuerdo de la direcci¨®n andaluza es clar¨ªsimo: impedir la participaci¨®n del PP en gobiernos locales".
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