Esperando a los b¨¢rbaros
Colin Powell, Adolfo Su¨¢rez y Juan Pablo II dan mayor inter¨¦s a la campa?a del 25-M
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ya ha dejado atr¨¢s un 75% de su mandato -1.100 d¨ªas- y le queda un 25% -otros 300 d¨ªas-. Y aunque su sucesi¨®n en el PP est¨¢ entreabierta, es ¨¦l quien asume el gran peso de la campa?a de las elecciones municipales y auton¨®micas del 25 de mayo. ?l y su lema ?qu¨¦ vienen los comunistas y socialistas! Aznar ha resucitado, pues, el muro de Berl¨ªn y la guerra fr¨ªa. Pura y dura. La opci¨®n, seg¨²n intenta ahora vender, es el orden y la estabilidad de Espa?a (encarnada por ¨¦l mismo y sus sucesores) o el caos socialista-comunista (la coalici¨®n, como dice el PP, Zapatero-Llamazares).
Esta lepenizaci¨®n del discurso de Aznar y de los tres candidatos a la sucesi¨®n -Mariano Rajoy, Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja- recuerda un poema de Constandinos Cavafis. Porque ya ha anochecido y no llegan los b¨¢rbaros./ Y desde las fronteras han venido algunos / dici¨¦ndonos que no existen m¨¢s b¨¢rbaros.
Aznar y Ana Palacio sostuvieron con ardor que Sadam ten¨ªa armas de destrucci¨®n masiva
El poeta de Alejandr¨ªa se pregunta: Y ahora ya sin b¨¢rbaros ?qu¨¦ ser¨¢ de nosotros? / Esos hombres eran una cierta soluci¨®n.
Esa "cierta soluci¨®n" es, en esta campa?a, la apuesta central de Aznar y sus candidatos a delf¨ªn. La idea es la que explic¨® Rodrigo Rato a Luis Herrero en la cadena Cope el pasado lunes 28 de abril:
-El PSOE no tiene nada que hacer. Despu¨¦s de la emotividad de la guerra, la gente empieza a ver las cosas con m¨¢s perspectiva.
Las encuestas reflejan que, en efecto, los ciudadanos han dejado atr¨¢s la guerra como una de sus preocupaciones principales. Pero seg¨²n una encuesta del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas, realizada entre el 15 y el 21 de marzo, apenas dos d¨ªas despu¨¦s del comienzo de los ataques a¨¦reos y el inicio de la invasi¨®n, los espa?oles consideraban la guerra contra Irak como el segundo problema, despu¨¦s del paro. Tambi¨¦n dijeron que era el segundo tema que m¨¢s les afectaba. Lo que hay que ver, pues, es cu¨¢nta de esa emotividad, que dir¨ªa Rato, dejan a un lado a la hora de depositar el voto.
Por las dudas, Aznar logr¨® que Adolfo Su¨¢rez subiera a una tribuna pol¨ªtica por primera vez en 12 a?os. Fue en Albacete el pasado viernes 2 para arropar a su hijo Adolfo Su¨¢rez Illana, que disputa la Junta de Castilla-La Mancha al presidente Jos¨¦ Bono. Y, por ¨²ltimo, aunque no menos relevante para la campa?a, la foto de ayer s¨¢bado con Juan Pablo II en la Nunciatura y las previstas para hoy en la plaza de Col¨®n.
Los asesores de Aznar estiman que, por ejemplo, la derrota del partido laborista brit¨¢nico en las elecciones locales del pasado jueves 1 de mayo poco tuvo que ver con el papel de Tony Blair junto al presidente norteamericano, George Bush, en la invasi¨®n de Irak.
En el Reino Unido diversos temas pueden haber contribuido a desgastar a Blair, pero tampoco en Espa?a todo es perfecto, como sostienen Aznar y los candidatos a sucederle. La econom¨ªa est¨¢ en fase de desaceleraci¨®n -en dos a?os Espa?a ha pasado de crecer un 4% a un 2%- y las l¨ªneas de un eventual relanzamiento todav¨ªa no aparecen en el horizonte. Por tercer trimestre consecutivo, la Encuesta de Poblaci¨®n Activa del primer trimestre de 2003 ha reflejado un nuevo aumento del paro, que ya llega a 2,18 millones de personas, motivado por un fuerte incremento de la poblaci¨®n en edad de trabajar.
El que la guerra ya no sea, l¨®gicamente, un factor de movilizaci¨®n del electorado no prejuzga a la hora del ajuste de cuentas. El d¨¦cimo Puls¨®metro realizado por la Cadena SER sobre Irak a finales de abril preguntaba a los ciudadanos cu¨¢l hab¨ªa sido el principal motivo de la guerra. El 71% respond¨ªa que el petr¨®leo y un 18%, que el derrocamiento de Sadam Husein. S¨®lo el 6% aludi¨® a las armas de destrucci¨®n masiva.
La percepci¨®n del p¨²blico indica, pues, que los miembros de la llamada coalici¨®n de los voluntarios us¨® las armas de destrucci¨®n masiva como un pretexto. Esta percepci¨®n no s¨®lo se?ala con el dedo a George Bush. Cuando el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, explic¨® el pasado 5 de febrero al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que, seg¨²n los organismos de informaci¨®n estadounidenses y brit¨¢nicos, Sadam Husein pose¨ªa esas armas y las fabricaba en laboratorios m¨®viles, la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, fue su m¨¢s entusiasta defensora.
El propio Aznar no se recat¨® una semana despu¨¦s, cuando el 13 de febrero fue entrevistado por el director de los servicios informativos de Antena 3, Ernesto S¨¢enz de Buruaga, quien le pregunt¨® si estaba seguro de que el r¨¦gimen iraqu¨ª pose¨ªa esas armas.
-Puede estar usted seguro, y pueden estar seguras todas las personas que nos ven, de que les estoy diciendo la verdad. El r¨¦gimen iraqu¨ª tiene armas de destrucci¨®n masiva, tiene v¨ªnculos con grupos terroristas y ha demostrado a lo largo de su historia que es una amenaza para todos.
El propio Aznar, pues, introdujo la verdad. Esto es, lo contrario, la inexistencia de esas armas, ser¨ªa mentira. Un mes m¨¢s tarde, el 12 de marzo, en una sesi¨®n de control en el Congreso, respond¨ªa as¨ª:
-Creo que la comunidad internacional tiene todo el derecho a exigir el desarme y la destrucci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva y creo, se?or¨ªa, que si se tienen esas armas, es justamente para utilizarlas, como ya se ha demostrado.
El Ej¨¦rcito iraqu¨ª ten¨ªa, seg¨²n Aznar, las armas, y su prop¨®sito era utilizarlas. Pero no las us¨® contra las tropas de EE UU y Reino Unido.
Y tampoco se han confirmado las informaciones de Powell -desmontadas por los propios inspectores de Naciones Unidas- sobre esas armas. Ahora, eso s¨ª, esta semana Powell, que visit¨® al presidente del Gobierno el pasado jueves 1 de mayo, ha pedido a los espa?oles que apoyen a Aznar.
Hoy por m¨ª, ma?ana por ti. Aznar firm¨® un cheque en blanco a nombre de Bush en el rancho de Crawford el 16 de febrero. Y un mes despu¨¦s, en las islas Azores, lo hizo efectivo. ?Las armas de destrucci¨®n masiva? ?Qu¨¦ pesadez!
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