"Francia no debi¨® tomar a la OTAN como reh¨¦n durante la crisis de Irak"
Estados Unidos no perdona a Francia. Condoleezza Rice, asesora de Seguridad Nacional del presidente George W. Bush, acus¨® ayer al Gobierno de Par¨ªs de haber utilizado a la OTAN como "reh¨¦n" durante la crisis de Irak y de haber abierto grietas en la Uni¨®n Europea. "Estados Unidos no dividi¨® a los europeos, cada Gobierno tom¨® sus propias decisiones. Y, desde luego, no fuimos nosotros quienes amenazamos con represalias a los pa¨ªses m¨¢s peque?os, ni quienes tratamos de acallar la voz de los pa¨ªses del Este", dijo Rice, refiri¨¦ndose al presidente Jacques Chirac. La asesora de Bush ofreci¨® una entrevista a cuatro periodistas espa?oles en la que afirm¨® que la ONU, la OTAN y la UE deb¨ªan asumir "un proceso de cambio" para "adaptarse a la nueva realidad mundial".
"Espa?a ha tenido un papel protagonista en la coalici¨®n que ha liberado Irak"
"El Gobierno sirio asegura que ning¨²n arma cruz¨® su frontera. Bien, el tiempo lo dir¨¢"
Condoleezza Rice dedic¨® extensos elogios a Espa?a, cuyo presidente de Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, tiene previsto llegar hoy a Washington. "Espa?a se ha convertido en una potencia importante en la Uni¨®n Europea y ha desempe?ado un papel protagonista como miembro de la coalici¨®n que ha liberado Irak", dijo. "Espa?a ha demostrado que no tiene por qu¨¦ existir tensi¨®n alguna entre la UE y la Alianza Atl¨¢ntica, porque los valores de ambas instituciones son id¨¦nticos".
La asesora de Seguridad Nacional dej¨® abierta la posibilidad de que Espa?a desempe?ara alguna nueva misi¨®n espec¨ªfica en Irak. El pa¨ªs ocupado ser¨ªa dividido, en principio, en tres zonas, la estadounidense, la brit¨¢nica y la polaca, "pero m¨¢s adelante", sigui¨®, "la situaci¨®n evolucionar¨¢, las condiciones de seguridad podr¨ªan cambiar y podr¨ªa convenir que un pa¨ªs determinado, como Espa?a o Australia, o una organizaci¨®n como la OTAN, asumieran responsabilidades en determinadas ¨¢reas".
Sobre Francia y Alemania, dos pa¨ªses que se opusieron a la invasi¨®n, la opini¨®n era muy distinta. "Seguimos siendo aliados de Par¨ªs y Berl¨ªn, y mantenemos una estrecha cooperaci¨®n en materias como el antiterrorismo", explic¨®, "pero durante la crisis de Irak ocurrieron cosas muy inquietantes. No se debe tomar como reh¨¦n a la OTAN. Fue inquietante que Alemania y Francia intentaran evitar que la OTAN reforzara la seguridad de Turqu¨ªa. Hubo muchas cosas inquietantes en ese proceso". Asegur¨® que Estados Unidos segu¨ªa apoyando el proceso de integraci¨®n europea, y que, en realidad, era "alg¨²n pa¨ªs de la Uni¨®n", en nueva referencia a Francia, el que parec¨ªa dispuesto a crear "dificultades".
Rice sugiri¨®, por otro lado, que la opini¨®n p¨²blica europea hab¨ªa sufrido alg¨²n tipo de manipulaci¨®n en la crisis iraqu¨ª. "Cuando a la gente se le pregunta si est¨¢ a favor de la guerra, responde, l¨®gicamente, que no. Pero si se le hubiera preguntado sobre la conveniencia de acabar con la tiran¨ªa de Sadam Husein, quiz¨¢ la respuesta habr¨ªa sido diferente. No se pod¨ªa mantener esclavizada a la poblaci¨®n iraqu¨ª, y ahora, con la guerra acabada y con pruebas abundantes de la crueldad del r¨¦gimen depuesto, la opini¨®n de los europeos est¨¢ cambiando". La asesora de Bush indic¨® que los gobiernos no deb¨ªan hacer caso, necesariamente, a la opini¨®n mayoritaria de sus ciudadanos: "Cuando tras la Segunda Guerra Mundial el presidente Harry Truman plante¨® la necesidad de un gigantesco plan de ayuda para Europa, s¨®lo el 17% de los estadounidenses respaldaron la idea. ?Se imaginan lo que habr¨ªa sido de Europa sin el Plan Marshall? Afortunadamente", concluy¨®, "Truman tom¨® la decisi¨®n correcta".
Condoleezza Rice se declar¨® "absolutamente segura" de que las armas de destrucci¨®n masiva supuestamente acumuladas por el r¨¦gimen de Sadam Husein acabar¨¢n apareciendo, pero consider¨® "posible" que algunas de ellas hubieran salido de Irak antes de que concluyera la invasi¨®n. Y renov¨® las advertencias a Siria. "El Gobierno sirio nos asegura que ning¨²n arma cruz¨® su frontera con Irak. Bien, el tiempo lo dir¨¢. Pero si esa promesa siria resultara falsa, se crear¨ªa una situaci¨®n grav¨ªsima y la comunidad internacional se ver¨ªa obligada a actuar". ?Justificar¨ªa eso una nueva guerra? "La comunidad internacional se ver¨ªa obligada a actuar", repiti¨® Rice.
La asesora de Seguridad Nacional afirm¨® que el mundo se encontraba "en un momento de cambios hist¨®ricos" y de "grandes oportunidades para la paz y la prosperidad en una zona tan conflictiva como Oriente Pr¨®ximo". "Hay que adaptarse a esos cambios. La ONU", declar¨®, "debe enfrentarse sin miedo a su propia reforma para ser capaz de enfrentarse a los dos grandes desaf¨ªos que se le plantean: la proliferaci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva, en pa¨ªses u organizaciones inmunes a la disuasi¨®n convencional, y el terrorismo. La OTAN ya est¨¢ cambiando: se ampl¨ªa y es capaz de desempe?ar misiones en pa¨ªses como Afganist¨¢n y, posiblemente, Irak. Y la Uni¨®n Europea se encuentra en un proceso similar, ya que la desaparici¨®n de la URSS y la liberaci¨®n de sus pa¨ªses sat¨¦lites cre¨® una nueva din¨¢mica que a¨²n debe ser asimilada".
Al tel¨¦fono con Bush
Condoleezza Rice es, en la Administraci¨®n estadounidense, la persona m¨¢s pr¨®xima al presidente George W. Bush. Sus despachos est¨¢n muy cercanos, en el ala oeste de la Casa Blanca; pasan juntos casi todos los fines de semana, en Camp David o el rancho de Crawford, trabajando o viendo deportes en televisi¨®n; fue Rice quien instruy¨® a Bush en los rudimentos de la pol¨ªtica internacional, cuando el entonces gobernador de Tejas decidi¨® aspirar a la presidencia; y es Rice quien "filtra" cada ma?ana las posiciones frecuentemente divergentes del secretario de Estado, Colin Powell, y del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. Bush habla continuamente con Rice, una antigua especialista en la URSS que dirigi¨® durante un tiempo la Universidad de Stanford.
La asesora tiene en su despacho, una peque?a sala decorada en tonos azules y malvas, una fotograf¨ªa en la que ella y Bush aparecen a contraluz, ¨¦l en gesto de escuchar, ella como ofreciendo consejo.
Ayer, durante una reuni¨®n de Rice con periodistas espa?oles, el tel¨¦fono demostr¨® la intensidad del contacto. La asesora de Seguridad Nacional hab¨ªa indicado a su secretaria que no le pasara llamadas, pero el tel¨¦fono conectado al Despacho Oval es directo. Y son¨®. "S¨ª, se?or presidente", respondi¨® Rice. "Ahora mismo estoy con unos periodistas, paso a verle en cuanto termine".
La respuesta parec¨ªa haber zanjado el asunto. Pero no. Cinco minutos m¨¢s tarde volvi¨® a sonar el timbre. "No, se?or presidente, a¨²n no he terminado", respondi¨® Rice. "Es cuesti¨®n de poco tiempo".
"El presidente requiere con frecuencia nuestras opiniones", dijo, como justificando la frecuencia de las llamadas. "Pero es ¨¦l", a?adi¨®, "quien toma las decisiones. Y est¨¢ suficientemente comprobado que no es un hombre a quien le cueste decidir".
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