Una huelga contra el recorte de pensiones paraliza Austria
Amplio respaldo al primer paro general en el pa¨ªs en medio siglo
La primera huelga nacional secundada ayer en Austria despu¨¦s de medio siglo de paz social marca un giro contundente para los ocho millones de austriacos, acostumbrados al consenso. La lucha contra la reforma de las jubilaciones del Gobierno conservador del canciller Wolfgang Sch¨¹ssel continuar¨¢, seg¨²n advirtieron los sindicatos, que anunciaron m¨¢s actos de protesta para el pr¨®ximo 13 de mayo.
Unos 1.200 trenes de carga y numerosas imprentas dejaron de funcionar ya en la noche del lunes al martes. Austria amaneci¨® ayer sin peri¨®dicos y sin clases, ni en la Universidad ni en los institutos. Los aeropuertos estuvieron paralizados durante dos horas y los transportes p¨²blicos se detuvieron hasta las once de la ma?ana. El paro de las aduanas obstaculiz¨® pasos fronterizos con Hungr¨ªa y los manifestantes bloquearon dos autopistas de denso tr¨¢fico transnacional. En cientos de empresas privadas los empleados interrumpieron su labor para reunirse en asambleas y 10.000 trabajadores salieron a la calle en la mayor manifestaci¨®n de protesta vivida por Salzburgo desde 1945. M¨¢s de medio mill¨®n de trabajadores secundaron el paro, seg¨²n las cifras de los sindicatos.
Cada sector respondi¨® a su manera al llamamiento de la Confederaci¨®n de Sindicatos Austriacos (?GB), que cuenta con 1,4 millones de afiliados, y hasta el momento no hab¨ªa utilizado la huelga como medio de presi¨®n. Pero el llamado "pacto social", marcado por las negociaciones entre representantes patronales, sindicatos y parlamentarios, ha menguado desde la llegada al Gobierno del canciller Wolfgang Sch¨¹ssel, del Partido Popular (?VP), en coalici¨®n con el ultraderechista Partido Liberal (FP?). Los sindicalistas reprochan a Sch¨¹ssel que no les permitiera contribuir con propuestas propias a la reforma de jubilaciones, que prev¨¦ prolongar el periodo de cotizaci¨®n de 40 a 45 a?os. Asimismo, el proyecto plantea retrasar la edad de jubilaci¨®n de los 57 y 59 a?os actuales para mujeres y hombres, respectivamente, hasta los 65 a?os. Las protestas sindicales se dirigieron tambi¨¦n contra los procesos de privatizaci¨®n de empresas estatales.
Esta renuncia al di¨¢logo es una transformaci¨®n de "todo el sistema social", lament¨® el presidente del sindicato de empleados privados, Hans Sallmutter. "No necesitamos un Gobierno que destruya lo que hemos construido en 50 a?os", dijo. A pesar de las cr¨ªticas, Sch¨¹ssel conf¨ªa en alcanzar la mayor¨ªa parlamentaria para aprobar la reforma.
El paro, que, seg¨²n un sondeo de un instituto de opini¨®n, obtuvo el apoyo del 62% de la poblaci¨®n, marca un "retorno a la normalidad", seg¨²n la opini¨®n del ensayista Robert Menasse, porque ense?a "que los sindicatos deben luchar por sus reivindicaciones en lugar de ejercer, como hasta ahora, de gobierno paralelo ilegal con poderes legislativos". El polit¨®logo Anton Pelinka duda de que las protestas hagan mella en el Gobierno, pero no descarta que conduzcan a una ruptura en el Partido Liberal. El l¨ªder ultraderechista J?rg Haider, ex jefe del partido, ya se pronunci¨® contra la reforma y advirti¨® de que instar¨¢ a los otros 18 diputados del FP? a rechazar el plan en el Parlamento, lo que podr¨ªa conducir a un conflicto interno entre los ultraderechistas y a una ruptura con sus socios conservadores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.