Las invenciones espa?olas de IBM representan el 17% de las europeas
Fernando Incertis, con 18 patentes, ha ideado un sistema de lectura en Internet para invidentes - Un 'software' de Elisa Mart¨ªn controla las marcas de los deportistas
IBM dio el pasado a?o 20 autorizaciones para que otras tantas patentes nacidas en Espa?a inicien su proceso de validaci¨®n de la Oficina Mundial de Patentes (WIPO). IBM inscribi¨® en todo el mundo 3.288 patentes. Juan Zufir¨ªa, director general de la compa?¨ªa en Espa?a, destaca que esa veintena de invenciones representan el 17% de todas las de IBM en Europa, Oriente Medio y ?frica, cuando la facturaci¨®n de IBM Espa?a en la misma zona es del 4%". IBM ha invertido en Espa?a 127 millones de euros en los ¨²ltimos tres a?os en investigaci¨®n, desarrollo e innovaci¨®n (I+D+I) en sus dos laboratorios de Barcelona, uno sevillano y otro madrile?o. Sin embargo, el motor de la apuesta investigadora de IBM se est¨¢ desplazando hacia la "comunidad de inventores".
Seg¨²n su director general, esta idea se lanz¨® para que los empleados, en el proceso diario de soluci¨®n de problemas de los clientes de IBM, dispongan de un procedimiento para comunicar y profundizar en cualquier idea que les haya surgido. De ah¨ª ha salido la red de inventores. El grueso de sus invenciones m¨¢s recientes se centra en soluciones para mejorar procesos de trabajo relacionados con el comercio electr¨®nico y en la implantaci¨®n de sistemas de uso de tecnolog¨ªa bajo demanda, ligando la factura a su tiempo de uso.
Fernando Incertis es un t¨¦cnico de sistemas de IBM que ya tiene en su haber 18 patentes; entre las m¨¢s recientes, un sistema para facilitar a los invidentes el acceso a Internet desde documentos sobre papel escritos en Braille.
Incertis cree que a los ciegos no les convencen los sistemas automatizados de traslaci¨®n a voz de documentos escritos a medida que pasan el dedo sobre una pantalla t¨¢ctil. "Un ciego quiere leer en Braille", asevera. De ah¨ª que, desde el departamento de Accesibilidad de IBM en Valencia, haya ideado una l¨¢mina transparente que se sit¨²a debajo de los documentos en Braille que est¨¢ leyendo el invidente. Tales documentos se habr¨¢n editado destacando las palabras que pueden generar m¨¢s informaci¨®n ¨²til para el usuario, palabras que actuar¨¢n como un v¨ªnculo a Internet. Al pasar el dedo sobre ellas, se oye una se?al y el ciego presiona para confirmar su solicitud de datos adicionales. Al hacerlo, se crea un interfaz entre el libro de papel y el ordenador, el cual, mediante un sistema de voz, ofrece nueva informaci¨®n. Seg¨²n Incertis, el invento funciona a base de "unas coordenadas que el editor del libro ha asociado a sus p¨¢ginas; cuando los dedos llegan a una palabra tabulada como enlace, la l¨¢mina la detecta y la asocia a una tabla que est¨¢ en un servidor de Internet; ¨¦ste transmite las coordenadas e informa del v¨ªnculo asociado, para que se active auditivamente en el ordenador del invidente".
Los r¨¦cords de Elisa Mart¨ªn
La vocaci¨®n inventora de Elisa Mart¨ªn la ha llevado a plantearse problemas a partir de los conocimientos adquiridos en su trabajo diario en IBM. Mart¨ªn form¨® equipo con dos japoneses y otro espa?ol para resolver un problema ligado a la transmisi¨®n de competiciones deportivas.
En los Juegos de Sydney 2000 necesitaban un sistema que les proporcionase el tiempo exacto que tardaban los marcadores electr¨®nicos y las televisiones en dar los tiempos de los competidores. La idea, en este caso del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), era poder comparar en el futuro las ofertas de los proveedores y elegir la que les proporcionase el menor tiempo de respuesta, medido en mil¨¦simas de segundo.
"El problema resid¨ªa", cuenta Elisa Mart¨ªn, "en que desde que el nadador toca la piscina hasta que sale en pantalla su marca, ¨¦sta va pasando por diferentes ordenadores, cada uno con su reloj". Hab¨ªa que encontrar una soluci¨®n capaz de interpretar los datos de esos ordenadores y sus relojes, midiendo el tiempo que la marca tardaba en atravesar toda la cadena inform¨¢tica. El invento se prob¨® con ¨¦xito en las olimpiadas de Sydney. Aquel a?o se remiti¨® a la WIPO y su proceso ha culminado satisfactoriamente hace unos meses.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.