Vidas protegidas, pero enjauladas
?Basta Ya! acerca hasta Madrid el testimonio de v¨ªctimas del terrorismo en el Pa¨ªs Vasco
A Patxi Elola, jardinero de Zarautz (Guip¨²zcoa), una vecina le alert¨® de que los dos colaboradores que le ayudaban a cortar el c¨¦sped no pegaban ni golpe. Lo que no sab¨ªa ella es que son sus guardaespaldas y los que cuidan de que a este concejal socialista no le pase nada mientras siembra las flores, pega un repaso a la hierba y hurga entre las macetas.
Elola cont¨® ayer su vida -protegida, pero enjaulada- en el Pa¨ªs Vasco junto a otros amenazados por ETA y v¨ªctimas del terrorismo como Pilar El¨ªas, tambi¨¦n concejal; Jos¨¦ Javier Uranga, periodista; Vanessa V¨¦lez, militante del PP; Salvador Ulayar, hijo de un asesinado en 1979; o Maite Pagazaurtundua, hermana de Joseba, militante socialista asesinado en febrero de 2003.
Fue en un acto convocado por la Plataforma ?Basta Ya! en un sal¨®n de actos abarrotado de la Casa de Am¨¦rica, de Madrid, al que asistieron personalidades de la cultura como los cineastas El¨ªas Querejeta, ?ngeles Gonz¨¢lez Sinde, Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro, Agust¨ªn D¨ªaz Llanes, Jos¨¦ Luis Borau o Gerardo Vera; acad¨¦micos como Carmen Iglesias y Gregorio Salvador. o escritores como Javier Mar¨ªas, Antonio Mu?oz Molina y Elvira Lindo. Todos comprobaron ese horror -"que aunque anunciado, cuando se convierte en realidad es mucho peor", dijo Maite Pagazaurtundua- de las vidas trastocadas, los infiernos del desprecio a que muchos de sus conciudadanos les someten.
Para empezar, Jos¨¦ Javier Uranga, director del Diario de Navarra durante 28 a?os, relat¨® la historia de su milagro. Sali¨® ileso de un atentado en el que recibi¨® 25 impactos de bala y del que se repuso tras 10 operaciones y 11 meses en el hospital. "Todav¨ªa hoy siguen las amenazas. Llevo 20 a?os con escolta. Los periodistas, sin libertad, no podemos ejercer nuestro oficio y la queremos para poder trabajar sin miedo porque ni la pluma ni el pensamiento se jubilan".
Pilar El¨ªas, concejal de Azkoitia, no puede comprender c¨®mo el ni?o que su marido salv¨® del atropello de un cami¨®n se convirti¨®, 18 a?os despu¨¦s, en su asesino. Tambi¨¦n ella cree necesario el compromiso, aunque tenga que andar con sus dos nietos por delante y los dos escoltas por detr¨¢s en un pueblo cuyas calles han empapelado muchas veces con amenazas hacia su persona.
Lo mismo que Vanessa V¨¦lez o Salvador Ulayar, que, tras haber quedado hu¨¦rfano en 1979, se encuentra con los asesinos de su padre por la calle, convertidos en hijos predilectos por el Ayuntamiento de Etxarri Aranaz (Navarra). Y le insultan.
Cuesta creer que hasta el hecho de tener hijos sea impensable. Pero Vanessa V¨¦lez ha renunciado hasta que ella y su marido, tambi¨¦n del PP, puedan vivir en paz y libremente: "Tendremos hijos cuando no puedan ver esto". El hecho de que Maite Pagazaurtundua estuviese embarazada de su segunda hija no fue impedimento para que los etarras le hicieran ficha, que luego encontr¨® la polic¨ªa, e hicieran constar la circunstancia.
Son cosas que seg¨²n Antonio Mu?oz Molina, que intervino en el acto, no pueden justificarse. El escritor y acad¨¦mico evoc¨® un verso de Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo: "La libertad es tomar caf¨¦ donde uno quiera". El autor de Sefarad asegur¨® que "es a las v¨ªctimas a quien llega la injuria del olvido, la hipocres¨ªa pol¨ªtica que las relega. Cada v¨ªctima tiene una cara y en este mundo no existe el pasado. Qu¨¦ curioso que se siga diciendo hoy en el Pa¨ªs Vasco, como se dijo en Argentina o en Chile, 'algo habr¨¢ hecho', para justificar los cr¨ªmenes. Qu¨¦ curioso que se repita todo por falta de concordia entre los pol¨ªticos. Pero sus testimonios son anteriores a la pol¨ªtica".
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