?A qui¨¦n le gusta el chocolate?

La pr¨®xima edici¨®n de La Mar de M¨²sicas, el festival mundialista de Cartagena, se va a dedicar a las culturas de la India pero la fiesta de presentaci¨®n en Madrid cuenta con la presencia del grupo por antonomasia del rap cubano, Orishas. Una decisi¨®n comercialmente adecuada ya que La Riviera est¨¢ repleta, con un p¨²blico delirante a pesar del sonido infernal. Orishas andan en un momento delicado. Los tres raperos residen en tres ciudades europeas y sus encuentros sobre el escenario no est¨¢n libres de tensiones. Hay que contabilizar adem¨¢s el efecto de la popularidad televisiva de Yotuel Romero, cuyas apariciones en Un paso adelante le han catapultado hacia la prensa espa?ola de la entrepierna, lo cual puede ser gratificante para su ego pero deteriora la imagen de un proyecto serio. De momento, la alquimia habanera funciona. La singularidad de Orishas reside en el ensamblaje de la sabrosa voz de Rold¨¢n Gonz¨¢lez Rivero con los rapeos de sus compa?eros. Los tres se saben todos los trucos para conectar con el p¨²blico y los emplean con profusi¨®n, aunque el espect¨¢culo es tan relajado como para que los tres vocalistas se turnen detras del arsenal de percusiones; tambi¨¦n ocupa brevemente ese puesto otro percusionista, Vladimir N¨²?ez, mientras que el golpeador oficial, Jos¨¦ Luis Estrada, se marca una balada con guitarra. Perfecto: uno de los encantos del rap cubano es la presencia -obligada por las carencias tecnol¨®gicas de la isla- de instrumentistas de carne y hueso.

Rold¨¢n es el cemento musical, Ruzzo rapea con contundencia pero Yotuel se come el escenario. Pocas veces es dado ver a alguien tan libre dentro de su cuerpo. Yotuel se alza la camiseta y pregunta: "?A qui¨¦n le gusta el chocolate?". La respuesta es ensordecedora. Pero no evita la sensaci¨®n de que Orishas necesitan revitalizaci¨®n; desde La Habana llegan noticias de una nueva oleada de rap -Free Hole Negro, Cubanos en la Red, Obsesi¨®n- dispuestos al relevo.