Historias naturales
He aqu¨ª un libro que es una verdadera joya. No s¨®lo por su autor, Miguel Delibes, un cl¨¢sico vivo, sino por reunir seis cuentos que son seis piezas maestras del g¨¦nero breve y que nos muestran una faceta del gran escritor vallisoletano -la de cuentista- que, no por menos conocida que la de novelista, sea, ni mucho menos, inferior. El buen n¨²mero de novelas memorables publicadas por Delibes, quiz¨¢ haya desfavorecido la alta consideraci¨®n literaria que sus cuentos merec¨ªan. Sin embargo, debe de existir otra raz¨®n para explicar este descuido, y supongo que obedece a cuestiones de mercado editorial: nuestro autor abandon¨® su producci¨®n cuent¨ªstica en 1970 (a?o de la publicaci¨®n del volumen de relatos titulado La mortaja, cuando ya hab¨ªa dado a luz otras dos colecciones de cuentos: La partida y Siestas con viento sur, 1957), y en un panorama basado en las novedades, las reimpresiones constituyen aventuras peligrosas.
TRES P?JAROS DE CUENTA Y TRES CUENTOS OLVIDADOS
Miguel Delibes
Introducci¨®n de Amparo Medina-Bocos
RqueR. Barcelona, 2003
110 P¨¢ginas. 14,50 euros
'La grajilla', 'El cuco' y 'El c¨¢rabo', los tres primeros cuentos de Tres p¨¢jaros de cuenta y tres cuentos olvidados, fueron publicados en 1982, en una edici¨®n destinada -err¨®neamente en opini¨®n personal- a un p¨²blico infantil. Digo "err¨®neamente" porque limit¨® su difusi¨®n: en este pa¨ªs, por una parte, una historia protagonizada por alg¨²n animal se adjudica, de entrada, al lector infantil, pero, por otra, "s¨®lo" al lector infantil. Seg¨²n este criterio, las Historias naturales, de Jules Renard, no ser¨ªan hoy un cl¨¢sico de la literatura francesa, sino una rareza editorial de la que, en su d¨ªa, se vendieron unos cientos de ejemplares. Y cito a Renard por tratarse de un autor de sensibilidad e intereses cercanos al Delibes amante de la naturaleza, de la caza, de los animales y de la observaci¨®n de su conducta. Adem¨¢s, como nos recuerda el propio Delibes en el "aviso a mis lectores" que abre Tres p¨¢jaros de cuenta, los p¨¢jaros, "bestezuelas por las que siento una especial predilecci¨®n, se erigen a menudo en personajes de mis libros". As¨ª, el gran duque desempe?a un importante papel en El camino; la picaza en La hoja roja; las ¨¢guilas, los cern¨ªcalos y los camachuelos en Las ratas. Y, escribe el autor, "en El disputado voto del se?or Cayo y en Los santos inocentes intervienen tres p¨¢jaros que juegan papeles fundamentales: el cuco y las grajillas, en la primera, y ¨¦stas y el c¨¢rabo, en la segunda. De los tres me he servido para componer el libro que ahora tienen entre manos, no un libro de cuentos ni de historias inventadas, sino un libro de historias aut¨¦nticas, vividas por m¨ª y de las cuales son aquellos p¨¢jaros verdaderos protagonistas". Morris, la grajilla que convivi¨® con la familia del autor en Sedano; el m¨¢s bien anacoreta cuco, que se las arregla para aovar en nidos de otras aves, y el c¨¢rabo, con su risa t¨¦trica y persistente, son los "tres p¨¢jaros de cuenta" que protagonizan tres historias tan entra?ables y sabias, magistrales.
Tras obtener el Premio Nadal con La sombra del cipr¨¦s es alargada (1948), Delibes empez¨® a colaborar en la revista Destino, en cuyas p¨¢ginas public¨® una serie de relatos, entre los que, revisados por el autor en el a?o 2002, salv¨® tres: estos "tres cuentos olvidados" (El otro hombre, La vocaci¨®n y Bodas de plata), cuyos protagonistas pertenecen a tres edades distintas que configuran la vida del ser humano: un ni?o, una mujer de una treintena de a?os y un hombre al borde del ocaso de su existencia. Narrados desde el punto de vista de los protagonistas, con estilo objetivo y un lenguaje impecable y austero, estos tres relatos apuntan, de manera desdramatizada y sin asomo de sentimentalismo pero contundente, a la soledad y a la incomunicaci¨®n humanas, tratadas con diferentes registros. As¨ª, un contenido lirismo pauta La vocaci¨®n (historia de Lucas, un ni?o arrobado por el viejo guardagujas de su pueblo, que mediante un simple movimiento de palanca, pod¨ªa cambiar el rumbo de los m¨¢s poderosos trenes), mientras una marcada e implacable iron¨ªa teje el brutal descubrimiento del otro en El otro hombre, y un tono de cr¨ªtica social e irremediable melancol¨ªa dominan la celebraci¨®n de una cena conmemorativa de los veinticinco a?os de final de carrera de un grupo de m¨¦dicos, narrada desde el punto de vista, y la taciturnidad, de uno de ellos. En definitiva, seis relatos ejemplares.
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