El 'lobby' AVE cumple 25 a?os
Es probable que la Asociaci¨®n Valenciana de Empresarios (AVE) no haya cumplido los a?os que declara, sino alguno menos, pero ha redondeado para la ocasi¨®n y esta semana ha celebrado de una tacada sus bodas de plata y el relevo de su presidente, Federico F¨¦lix, que lo ha sido durante los tres ¨²ltimos lustros. Fiesta mayor, pues, para el muy selecto grupo de miembros que componen su censo, al tiempo que una oportunidad para hacer balance de gesti¨®n de un colectivo de car¨¢cter privado y vocaci¨®n c¨ªvica que se ha acreditado ¨²ltimamente como un lobby o grupo de presi¨®n en la defensa de objetivos estrat¨¦gicos, como el tren de alta velocidad que nos ha de unir a Madrid, o el Plan Hidrol¨®gico Nacional.
El primer rasgo llamativo de este ente, a nuestro parecer, es su perseverancia. Pocas iniciativas de este g¨¦nero -si es que se ha concebido alguna por estos pagos- han resistido la tentaci¨®n de la desgana o la fagocitaci¨®n por parte de los poderes pol¨ªticos y corporativos, para los que en alg¨²n momento ha podido contemplarse como una pieza incontrolada, y acaso inc¨®moda, en el andamiaje patronal. Muy al contrario, AVE ha seguido un itinerario a lo largo del cual ha ido acentuando su presencia social hasta el punto de convertirse en un referente ineludible para no pocos y siempre capitales problemas de nuestra econom¨ªa auton¨®mica y, obviamente, empresariales. ?Qu¨¦ de mejor podr¨ªan esperar sus fundadores?
Otra nota perceptible, o as¨ª se nos antoja, es su progresivo gusto por la independencia de criterio, que no hemos de confundir con la neutralidad. Ser¨ªa temerario pensar que AVE, individual y colectivamente, no se siente m¨¢s reconfortada con un color pol¨ªtico que con otro. Pero no ha exhibido estas preferencias y, en cambio, ha cuidado los puentes con todos, a pesar de alg¨²n escarceo, como el famoso Pacto del Pollo que propici¨® los acuerdos del PP con Uni¨®n Valenciana y que previsiblemente no repetir¨ªa hoy por lo mucho que ti?¨® su pretendida equidistancia y respeto a las alternancias pol¨ªticas. Al decir esto no quisiera estar confundiendo los deseos personales con la realidad, aunque nos consta que algunos de sus eminentes animadores asumen esta misma opini¨®n.
A menudo, y en un tono que puede ser meramente descriptivo o ligeramente desde?oso, esta asociaci¨®n es calificada de grupo de presi¨®n o lobby, lo que le cuadra perfectamente. Nadie puede negar su naturaleza altamente selectiva, atenuada por el hecho de que sus socios proceden ya de todas las comarcas y sectores productivos del pa¨ªs, lo que contribuye a la vertebraci¨®n de ¨¦ste y enriquece con una perspectiva auton¨®mica las eventuales propuestas. En cuanto a la presi¨®n, ser¨ªa absurdo que, estando en su mano, no la ejerciese. Al fin y al cabo, nunca se le juzgar¨¢ por presionar, sino por las causas a cuya consecuci¨®n se emplea.
No olvidemos que uno de nuestros d¨¦ficit sociales e hist¨®ricos ha sido la flaqueza cr¨®nica para proponer, clamar y reclamar, por m¨¢s leg¨ªtimas que fueran las peticiones. Hemos estado mal equipados de portavoces conservadores con decantaci¨®n liberal, s¨®lidos y prestigiados, prestos a involucrarse en las grandes apuestas comunitarias. Igual ha emergido una burgues¨ªa progresista y nos cuesta asimilar el fen¨®meno. Ignoro si ¨¦sta es una de las querencias de AVE, que tal parece, pero ya es plausible que se haya convertido en la m¨¦dula de la patronal que pulsa, registra y alienta intereses generales compartidos por el empresariado y el ciudadano de a pie. Los m¨¢s arriba citados, o la promoci¨®n de la investigaci¨®n, desarrollo e innovaci¨®n, que declara tener en cartera.
"El ¨¦xito es m¨¢s dulce si es compartido", afirm¨® el nuevo presidente de AVE Francisco Pons en la ceremonia del relevo y eso nos induce a sospechar que no se va a producir ninguna quiebra en la l¨ªnea de actuaci¨®n que glosamos. Eso s¨ª, el mentado dirigente tendr¨¢ que volcarle entusiasmo a su tarea para colmar el capital que su predecesor ha invertido en forma de dinamismo y abnegaci¨®n por la causa, a la que, entre otras credenciales, le ha agregado la transparencia y la frecuentaci¨®n en y con los medios informativos. Echaremos de menos a Federico F¨¦lix en este su papel veteado de comunicador y cruzado, sobrado de euforia y confianza. Apeado del cargo, quiz¨¢ se anime ahora a relatarnos las entretelas de algunos episodios. Feliz aniversario y larga vida.
Ambig¨¹edades electorales
Al candidato socialista Joan Ignasi Pla, despu¨¦s de exponer su proyecto sobre TVV, le preguntaron si, de ganar, eliminar¨ªa el programa T¨®mbola. Era una manera de constatar su verdadera voluntad de cambio. Y no contest¨®. Se perdi¨® por las ramas. Al popular Francisco Camps se le ha puesto frente al dilema de cumplir o no la sentencia sobre el teatro romano de Sagunto. Y lo mismo. Declara que se ejecutar¨¢ la resoluci¨®n judicial, pero que el coliseo seguir¨¢ prestando las funciones actuales, lo que resulta incompatible. Rehuyen cogerse los dedos para no perder un solo voto, pero venden humo y nos toman el pelo. Lo quieren todo y su contrario.
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