Alboroto hormonal
Casi ocho meses despu¨¦s de su arrollador triunfo en La Riviera, el donostiarra ?lex Ubago ha vuelto a Madrid en un formato in¨¦dito para ¨¦l: un teatro frente al p¨²blico c¨®modamente sentado. Y es que, aunque tenga s¨®lo 22 a?os, un solo disco y un poco m¨¢s de un a?o desde que se subi¨® por primera vez a un escenario, pocas cosas le son nuevas. Es un triunfador de verdad, y lo lleva de manera saludable.
Sin embargo, pocas cosas han cambiado desde septiembre. El repertorio es el mismo, salvo una versi¨®n de In my
place, de Coldplay, que resuelve con soltura, y el medio estreno de Salida y Que muera soledad, dos canciones compuestas despu¨¦s de la edici¨®n de su disco, ?Qu¨¦ pides t¨²? A cambio, omiti¨® la versi¨®n de Dulce condena, de Los Rodr¨ªguez, que animaba su pasada gira veraniega.
?lex Ubago
?lex Ubago (voz y guitarra), Paul Sanmart¨ªn (teclados), Xavi Mendiluce y Marko Ganuza (guitarras), Karlos Aranzegui (bater¨ªa), Sergio Taboada (bajo). Palacio de Congresos, 11 de mayo. Madrid.
Pero por actitud y maneras, y sobre todo por la legi¨®n de adolescentes, principalmente femeninas, que le siguen, pinta que ?lex no sea, como tantos casos tan vistos, s¨®lo estrella de una temporada y un solo disco.
Sus canciones, de tanto o¨ªrse, resultan previsibles, como sus escasos recursos. Pero eso no le resta. A pesar de las tablas que ha adquirido, sigue siendo sosito y poquita cosa. Est¨¢ claro que ah¨ª reside parte de su encanto. Sus fans se lo comen, por esa imagen de normalidad. Hasta el atav¨ªo le hace pr¨®ximo. Un vaquero desgastado, unas deportivas, una chaqueta vaquera parcheada. O sea, como visten los primeros novios de las chicas que se deshacen ante ¨¦l y sus letras. Sus gritos y desmayos bien que se hicieron notar.
?lex resulta encantador. Da la sensaci¨®n de que ha llegado al mundo de la m¨²sica para quedarse un tiempo. Habr¨¢ que ver c¨®mo responde al cambio generacional: sus fans de ahora lo hacen al alboroto hormonal porque ?lex les canta a sus primeros amores y decepciones, asuntos que ¨¦l a¨²n tiene muy recientes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.