Cannes se inaugura con Pen¨¦lope Cruz en una pel¨ªcula de capa y espada
Las estrictas medidas de seguridad marcan la celebraci¨®n del festival
Esta noche, si las huelgas no lo impiden, Pen¨¦lope Cruz y Vincent P¨¦rez debieran subir las escalinatas del Palacio de Congresos de Cannes para asistir a la proyecci¨®n de Fanfan la tulipe, la pel¨ªcula con la que se descorcha una nueva edici¨®n del festival de cine m¨¢s famoso del mundo. Veinte pel¨ªculas, ninguna de ellas espa?ola, optar¨¢n a la Palma de Oro. Estrictas medidas de seguridad rodean esta 56? edici¨®n del certamen cinematogr¨¢fico.
Fanfan la tulipe, que se proyecta fuera de concurso, ha sido dirigida por G¨¦rard Krawczyk y es un remake de una cinta hom¨®nima de Christian Jacques con G¨¦rard Philippe y Gina Llollobrigida, modelo en su ¨¦poca del cine popular europeo.
La edici¨®n 2003 ser¨¢, dicen todos los pron¨®sticos, la de Dogville, la nueva cinta del dan¨¦s Lars von Trier, empe?ado en hablar de EE UU sin haberlo visitado nunca. "A m¨ª me encantar¨ªa ver qu¨¦ dice un japon¨¦s de Dinamarca a partir de nuestros mitos y la sonoridad de unas pocas palabras. Me basta con o¨ªr hablar de Monta?as Rocosas para ya sentirme zambullido en medio de una aventura", ha declarado el cineasta. El reparto incluye a Nicole Kidman, Lauren Bacall, James Caan, Harriet Anderson, Jean Marc Barr y Benn Gazzara.
Si Von Trier defraudase, otros muchos nombres crean expectativa. Por ejemplo, el del veterano Lester James Peries, de 83 a?os y ausente de Cannes desde 1957. Ahora presentar¨¢ Mansi¨®n by the lake. O el del siempre creativo Peter Greenaway, uno de los pocos cineastas que se toma su trabajo abiertamente como un artista pero sin perder nunca el sentido del humor. The Moab story ser¨¢ la primera entrega de una trilog¨ªa y cuenta con Isabella Rossellini y Jordi Moll¨¤ entre sus bazas. Los amantes del clasicismo pueden contar con Clint Eastwood y su Mystic river, mientras que los entusiastas del cine de animaci¨®n tendr¨¢n dentro de la selecci¨®n oficial, pero fuera de concurso, Les triplettes de Belleville.
El presidente del jurado, Patrice Ch¨¦reau, interviene como actor en Le temps du loup, del austriaco Haneke; la ganadora de la c¨¢mara de oro en 1997, la japonesa Naomi Kawase, regresa con Shara; el brasile?o H¨¦ctor Babenco, en su d¨ªa adaptador de Manuel Puig y tentado por la aventura de trabajar en Hollywood, se ha sumergido esta vez en Carandiru para hablar de la mayor prisi¨®n brasile?a y del peligro del sida.
Al margen de la relaci¨®n de t¨ªtulos -hay que a?adir cinco cintas francesas, entre las que destaca por ins¨®lita Tiresia, de Bernard Bonello, o la estadounidense Elephant, de Gus Van Sant, y las inevitables y siempre interesantes cintas chinas o iran¨ªes, o la producci¨®n anual del ruso Sokurov, o la cinta p¨®stuma del portugu¨¦s Jo?o Cesar Monteiro, as¨ª como el gran ¨¦xito comercial del a?o, Matrix reloaded, etc¨¦tera-, el festival procura ser otra cosa que un desfile de caras famosas o de filmes m¨¢s o menos interesantes. De entrada, dando cabida a una jornada dedicada al cine europeo, a la famosa excepci¨®n cultural, al an¨¢lisis de la situaci¨®n de la industria audiovisual europea, siempre en espera de su Airb¨²s que la salve del dominio aplastante de las superproducciones estadounidenses. Luego, prolong¨¢ndose en el tiempo, intentando existir una vez acabadas las proyecciones y repartidos los premios.
El festival se dispone a poner en pie su museo, eternizar su mitolog¨ªa y darse un plus suplementario de legitimidad cultural. Que esa maniobra coincida con cederle la sesi¨®n de apertura del certamen a un cineasta como Krawczyk, hombre de confianza de Luc Besson, el m¨¢s americanizado de los cineastas y productores galos, el autor de El quinto elemento y el principal beneficiario de Taxi 1, Taxi 2 y Taxi 3, pel¨ªculas de tanto ¨¦xito como escasez de ambici¨®n art¨ªstica, es sin duda una nueva demostraci¨®n de la habilidad de Cannes para reconciliar a los contrarios.
Por ¨²ltimo, dentro de la selecci¨®n oficial pero en la secci¨®n Una Cierta Mirada, se proyectan dos pel¨ªculas espa?olas, la del catal¨¢n Marc Recha Las manos vac¨ªas, que transcurre en una frontera que no s¨®lo es pol¨ªtica y f¨ªsica y cuenta con un reparto prometedor que hermana a Olivier Gourmet y Eduardo Noriega, Mireille Perrier y Eulalia Ram¨®n, y la del madrile?o David Trueba Soldados de Salamina, basada en el relato real de Javier Cercas. En la independiente Quincena de Realizadores se presentar¨¢ Las hojas del d¨ªa, de Jaime Rosales, cr¨®nica hiperrealista de las andanzas de un serial-killer barcelon¨¦s.
El inacabable misterio de un ojo cortado
Si el festival tiene su museo, tambi¨¦n es l¨®gico que cada vez acoja m¨¢s proyecciones especiales. Chaplin y su Tiempos modernos restaurado cerrar¨¢n las proyecciones. Wenders mostrar¨¢ su documental sobre el blues; Nani Moretti, dos cortometrajes; Rithy Pahn, su investigaci¨®n sobre el genocidio camboyano, y la Filmoteca Espa?ola, de la mano de Ferr¨¤n Alberich, una versi¨®n restaurada y revisada de El perro andaluz, la m¨ªtica pel¨ªcula surrealista de Luis Bu?uel, o de Salvador Dal¨ª, o de ambos. La imagen, que hab¨ªa sido parcialmente destruida en el momento de sonorizar la cinta, ha sido recuperada pero, sobre todo, el montaje musical es otro, la alternancia de tangos y Wagner es menos arbitraria y casual de lo que daba a entender la copia que conoc¨ªamos hasta ahora. El ojo se corta en silencio, ante el escalofr¨ªo de la platea. Y Alberich se guarda en la manga, para otro festival, el de Bolonia, otro as que convierte la cinta en una ilustraci¨®n visual malvada del Tristan e Isolda de Wagner, un compositor que fascinaba al catal¨¢n y al aragon¨¦s pero que nunca goz¨® de las simpat¨ªas del grupo surrealista.
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