No hay que tenerle miedo a la libertad
La autora sostiene que el PP ha hecho de la cultura de la libertad una peculiar manera de ser al servicio de los valencianos
Sostiene Willy Kymlicka que la modernidad se define -en parte, por lo menos- por la libertad de elecci¨®n individual. Y pienso que es verdad. La libertad junto con la justicia social, la democracia deliberativa y la tolerancia religiosa, son los valores universalizables de nuestra cultura pol¨ªtica, los de la cultura occidental. Valores sobre los cuales hemos levantado las instituciones pol¨ªticas que nos permiten, a las personas, realizar elecciones entre las pr¨¢cticas sociales de nuestro entorno, bas¨¢ndonos en nuestras creencias sobre el valor de las mismas. ?Os imagin¨¢is esta posibilidad enfundadas en un burka, o en los arrabales h¨²medos de Santiago de Cuba...? Imposible. Es la cultura de la Libertad frente a la cultura de la Intolerancia.
"El 25-M o gana el PP por mayor¨ªa absoluta o gobernar¨¢ un batiburrillo de socialistas, comunistas y ecologistas"
"La izquierda sigue en el laberinto en el que entr¨® en los 90 y no entiende el sentido de un ¨¦poca caracterizada por la libertad"
A veces me pregunto si las expresiones intolerantes de nuestra izquierda, del PSOE y de IU, no son m¨¢s que remakes de sus viejos tiempos. De su miedo a la libertad. Cre¨ªa que hab¨ªan quedado atr¨¢s los a?os sesenta, bell¨ªsimos desde muchos puntos de vista, pero queramos o no ya historia. A pesar de ello, veo que en la memoria de los m¨¢s empecinados siguen agit¨¢ndose unos cuantos iconos: el Che Guevara con sus cabellos revueltos y la boina con la estrella de comandante; el revoloteo al viento de banderas tricolor de la II Rep¨²blica Espa?ola; los ternos de pana marr¨®n... Las im¨¢genes de agencia de nuevo nos las han tra¨ªdo a lo largo de estos tres ¨²ltimos meses cual daguerrotipo. Y es que nuestra izquierda no ha salido a¨²n de su laberinto, en el que entr¨® en los primeros a?os noventa. Ni ha comprendido el sentido de nuestra ¨¦poca caracterizada por los valores de la libertad.
En efecto. Todos quedamos marcados por alguno de los acontecimientos m¨¢s relevantes del siglo XX que en cierto modo determin¨® nuestra incorporaci¨®n a la vida pol¨ªtica. Por ejemplo, el final de la dictadura franquista y la conquista de la democracia en Espa?a, la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn y el hundimiento del bloque comunista, con la consecuente desintegraci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, o la crisis del Estado Social en Europa. Y esos tiempos nos llevaron a reflexionar sobre una alternativa viable tanto a la izquierda tradicional, en ¨²ltima instancia representada por el socialismo, como al conservadurismo, que hiciera posible la pervivencia de los valores de nuestra cultura pol¨ªtica. Fue ¨¦ste mi caso, nada excepcional si se compara con los j¨®venes universitarios de mi ¨¦poca, racionalistas y algo esc¨¦pticos
Me acuerdo que en la Gran Breta?a el thacherismo se encontraba ya en declive. Los laboristas, que hab¨ªan sufrido diversas derrotas electorales bajo el liderazgo de Neil Kinnock y de John Smith, hab¨ªan depositado su confianza en el t¨¢ndem Toni Blair-Gordon Brown. A partir de entonces, Blair tomar¨ªa el tim¨®n siendo el art¨ªfice del "nuevo laborismo", que supone la introducci¨®n de cambios sustanciales en la formulaci¨®n del socialismo liberal brit¨¢nico. Estos cambios contribuyeron indudablemente en su acceso al poder en 1.997. A pesar de los detractores entre los partidarios de un socialismo tradicional de izquierdas, tan amigos de la UGT y del PSOE... El mismo proceso que en los USA, con el acceso de Clinton a la Casa Blanca en 1993. Una nueva ¨¦poca que se caracteriz¨® por la formulaci¨®n de una nueva alternativa pol¨ªtica, la del "centro radical", la de las nuevas oportunidades para las personas, un paso m¨¢s en la cultura de la Libertad como dir¨ªa Ralph Darendorf hace muy pocos a?os.
Y en ese contexto pol¨ªtico me encontraba yo por decisi¨®n propia. Pues en Espa?a tambi¨¦n se andaba por el mismo camino. Mientras el PSOE quedaba anclado en viejos t¨®picos, noqueando a toda la izquierda con su actitud, a partir de 1990 nac¨ªa el nuevo Partido Popular liderado por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar enfrente de un socialismo que entraba en un profundo declive de la mano de Felipe Gonz¨¢lez del que a¨²n no ha salido. Y al igual que el esp¨ªritu de la ¨¦poca, las ideas pol¨ªticas en Espa?a quedaron redefinidas con el nuevo "centro reformista". Y un nuevo proyecto, "la sociedad de las oportunidades", que los valencianos hicimos nuestro a partir de 1995, con Eduardo Zaplana como l¨ªder del centro reformista en la Comunidad Valenciana, proyecto al que me sum¨¦ para trabajar en pol¨ªtica a partir de entonces.
Vivimos en una sociedad abierta. Y el reto consiste en adaptar nuestras ideas a un mundo que ha sufrido cambios fundamentales en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Consiste en ir mas all¨¢ y trascender simult¨¢neamente al viejo socialismo y al tradicional conservadurismo. Pero el dilema es qu¨¦ hacer cuando ambos programas pol¨ªticos han sido desacreditados con el paso del tiempo. ?se fue el dilema abierto en Espa?a hace menos de una d¨¦cada y que se resolvi¨® con un nuevo proyecto pol¨ªtico de centro reformista, innovador, que tiene en cuenta los cambios fundamentales que afecta a las personas cuya calidad de vida ha erosionado la divisi¨®n tradicional entre la izquierda y la derecha. Nuevos problemas que exigen soluciones eficaces. Un cambio conceptual y de actitud que el Partido Popular emprendi¨® mientras que el PSOE e IU segu¨ªan aferrados a un programa y a una interpretaci¨®n de la historia, a mi juicio, obsoletos.
Porque ?cu¨¢les son los valores de nuestro tiempo, qu¨¦ valores defendemos y aplicamos desde el centro reformista? La igualdad entendida como inclusi¨®n, la protecci¨®n del d¨¦bil, la libertad entendida como autonom¨ªa, la idea cierta de que no existen derechos sin responsabilidades, ni autoridad sin democracia, la compatibilidad entre iniciativa privada y p¨²blica, la conexi¨®n al mundo del Sur marginado, el pluralismo, la democracia y la naci¨®n cosmopolita. Unos valores para una nueva sociedad surgida en Espa?a, al igual que en Europa y Norteam¨¦rica, despu¨¦s de las cenizas de 1989 en la senda de la renovaci¨®n de la cultura de la Libertad. Y que las pol¨ªticas neoconservadoras de nuestra izquierda local ignoran con sus dosis de intolerancia.
No recuerdo qui¨¦n dijo que los conservadores eran "crueles y eficaces", mientras que los socialistas eran "comprensivos e incompetentes". Pero el nuevo centro reformista del Partido Popular ha demostrado en los ¨²ltimos ocho a?os, desde 1995 en la Comunidad Valenciana con Eduardo Zaplana y desde 1996 en Espa?a con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que se puede ser, a la vez, eficaz, comprensivo y competente. Efectivamente, una gesti¨®n econ¨®mica s¨®lida no es solamente esencial para la prosperidad, sino que es la clave de la recuperaci¨®n de los servicios p¨²blicos y el fundamento de una sociedad civil pr¨®spera. Un proyecto modernizador que responde a las necesidades de reforma de las instituciones de la sociedad para garantizar los cambios que afectan a la econom¨ªa, la soberan¨ªa, la vida cultural, a la estructura auton¨®mica y local del Estado, y al sistema internacional en su conjunto.
En la Comunidad Valenciana durante estos ocho a?os hemos gobernado los populares, los reformistas de centro. Y desde esa perspectiva, hemos reivindicado aquello que era bueno para las personas, esto es: dotarles de un entorno de oportunidades para decidir mejor y m¨¢s libremente. En 1995 dejamos atr¨¢s una sociedad civil valenciana triste y sin iniciativas, que los socialistas administraban sin proyectos ni expectativas de futuro. Hemos puesto en marcha pol¨ªticas al servicio del bienestar de todos y cada uno de los ciudadanos que ha servido para que vivamos mejor. Para alcanzar una mejor calidad de vida. Y esas pol¨ªticas se han concretado en colegios, en hospitales, en centros de tercera edad, en empleos, en oportunidades vitales al fin y al cabo.
La libertad siempre est¨¢ acompa?ada de la tranquilidad y la confianza. Creo que vivimos en una sociedad continuamente perfectible, pero que los valencianos hemos ganado en optimismo y confianza respecto a 1995. ?Por qu¨¦...? Pues porque el sistema educativo funciona, hay m¨¢s colegios, hay m¨¢s institutos, hay m¨¢s profesores, y adem¨¢s un sistema de calidad al servicio de la mejor preparaci¨®n y formaci¨®n de los j¨®venes. Pero es que hay m¨¢s hospitales, y m¨¢s centros de salud, hay m¨¢s m¨¦dicos, tambi¨¦n al servicio de la salud de todos y cada uno de los ciudadanos de esta sociedad. Hay m¨¢s centros de la tercera edad, lo que quiere decir m¨¢s tranquilidad para las familias. Hay menos impuestos, y m¨¢s empleo. M¨¢s oportunidades en una palabra.
De nuevo, digo que vivimos en una sociedad abierta. As¨ª lo demuestran los nuevos valencianos venidos de m¨¢s all¨¢ del estrecho de Gibraltar, del Atl¨¢ntico o del Mediterr¨¢neo. Con su peculiar manera de ser. Y si vienen es porque son llamados por la oportunidad de ser libres, de elegir, de trabajar aqu¨ª en la Comunidad Valenciana y hay que ofrecerles salud, educaci¨®n, vivienda... ?Cu¨¢ntos ven¨ªan antes de 1995?, ¨¦sa es tambi¨¦n la medida de nuestro ¨¦xito. Recuerdo las palabras de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar cuando, interrog¨¢ndonos, preguntaba... ?Qu¨¦ es lo que pasa en la Comunidad Valenciana? ?Qu¨¦ est¨¢ ocurriendo en vuestra Comunidad Valenciana? Sois la envidia de todas las comunidades aut¨®nomas. As¨ª es, porque hemos hecho de la cultura de la libertad nuestra peculiar manera de ser; porque hemos regenerado la Comunidad Valenciana con nuestro proyecto de centro reformista; porque hemos levantado la voz y hemos ganado peso en Espa?a y en Europa. En una palabra, porque, los populares hemos cumplido al servicio de las personas y queremos seguir haci¨¦ndolo con Francisco Camps como Presidente de la Generalitat.
?se es el proyecto pol¨ªtico en el que creo. En el que llevo trabajando cerca de una d¨¦cada. Me gusta la libertad, desde siempre. No me puede atraer otra cultura que no sea la de la libertad, la de la democracia real, aquella en la que se puede elegir porque te ofrece verdaderas oportunidades para tu realizaci¨®n personal, familiar y social. Y esa es la cuesti¨®n a decidir el pr¨®ximo d¨ªa 25 de mayo. O ganamos los populares las elecciones con m¨¢s de 45 esca?os, la mayor¨ªa absoluta, y seguimos gobernando con nuestro proyecto de centro reformista, o gobernar¨¢n los socialistas junto con los comunistas, los republicanos y los ecologistas de izquierda. Un batiburrillo de siglas perdidas en el laberinto de la historia. No hay que tenerle miedo al pr¨®ximo d¨ªa 25, pues los valencianos tenemos la ¨²ltima palabra. Y siempre hemos optado por la Libertad.
Alicia de Miguel es consejera portavoz del Consell de la Generalitat.
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