De cine negro americano
La colecci¨®n de EL PA?S presenta 'El Crack', de Jos¨¦ Luis Garci
La admiraci¨®n de Jos¨¦ Luis Garci por el cine americano de los a?os de oro era ya palpable desde sus juveniles tiempos de cr¨ªtico cinematogr¨¢fico. Sin embargo, en sus primeras pel¨ªculas como director (Asignatura pendiente, Solos en la madrugada, Las verdes praderas), se inspir¨® m¨¢s en la comedia espa?ola "de la tercera v¨ªa", de la que fue uno de los creadores, para reflejar circunstancias y personajes de aquella Espa?a de la transici¨®n.
Fue en El Crack (1981) donde se propuso rendir tributo a aquel admirado cine norteamericano, y en concreto el g¨¦nero policiaco. La pel¨ªcula est¨¢ dedicada a Dashiell Hammett, y su continuaci¨®n, El Crack dos, rodada dos a?os m¨¢s tarde bajo el impulso del gran ¨¦xito de la primera, fue dedicada a Raymond Chandler, lo que supone toda una declaraci¨®n de intenciones. El resumen de tal riesgo en El Crack fue calificado en este peri¨®dico como "una de las pel¨ªculas m¨¢s logradas de Jos¨¦ Luis Garci, en la que ha conseguido hispanizar todas las referencias de la serie negra estadounidense. Aunque tiene algunos excesos melodram¨¢ticos, El Crack es un filme brillante y memorable, un camino que deber¨ªa recorrer m¨¢s veces el cine nacional".
"Aunque tiene algunos excesos melodram¨¢ticos, es un filme brillante y memorable"
"Garci rueda en esta pel¨ªcula el Madrid de los billares y los tugurios, el de las cafeter¨ªas de la Puerta del Sol, sabiendo recrear esta ciudad con un ambiente ¨¢spero pero tambi¨¦n nost¨¢lgico. Su detective Germ¨¢n Areta, que est¨¢ labrado con la misma pasta que los h¨¦roes de Chandler o de Hammett, es un genuino tipo duro que en este caso desayuna carajillos". As¨ª pues, Garci rindi¨® tributo al cine negro norteamericano pero sin abandonar sus ra¨ªces o sus gustos. Est¨¢, por ejemplo, el personaje de ese barbero que vive contando una y otra vez aquel m¨ªtico combate de Rocky Marciano en Nueva York, al que se supone que asisti¨®; o ese ayudante del detective obsesionado con el mus y las quinielas; o las emisoras de radio a las que Garci ya hab¨ªa rendido homenaje en Solos en la madrugada; o la moda en el vestuario y tambi¨¦n en el tipo de delincuencia... "En definitiva", escribi¨® Francisco Moreno en Cine para leer, "puede decirse que El Crack es ese ejemplo de cine decididamente comercial, con los pros y contras que cada cual pueda oponerle a esta decisi¨®n, correctamente realizado, hecho con placer, al que uno, personalmente, se abonar¨ªa el 70% de las veces que va al cine".
No todos los cr¨ªticos mostraron similar entusiasmo. Manuel Hidalgo consider¨® en Cambio 16 que "el cine negro es quiz¨¢ el g¨¦nero que mejor ha mostrado el mal. Pero los buenos sentimientos que rezuma El Crack no dejan ver el mal. S¨®lo se ve a los malos". Y no digamos la revista cat¨®lica Cine y M¨¢s, en la que Pascual Cebollada censuraba "los tacos y vocablos malsonantes que, vengan o no a cuento, se prodigan hasta lograr un efecto desambientador, grave para la propia pel¨ªcula". Cuando algunos han reprochado a Garci el tono habitualmente pausado de sus narraciones, el autor es muy preciso en su punto de vista, tal como le coment¨® a la periodista Ana L¨®pez Escudero en EL PA?S de Andaluc¨ªa: "Creo que hoy se confunde mucho el ritmo con la prisa. Antes tambi¨¦n se hac¨ªa un cine m¨¢s de sentimientos, y las pel¨ªculas contaban historias sin los agobios de tener al p¨²blico entregado a los diez minutos, y desde el primer plano".
Hubo total unanimidad en aplaudir la interpretaci¨®n de Alfredo Landa en el papel de ese detective, antes polic¨ªa, que se autodefine con humor diciendo "soy un tipo duro y solitario que trata de sobrevivir en una sociedad podrida haciendo un trabajo sucio", y al que un cliente plantea el caso de la desaparici¨®n tres a?os atr¨¢s de una muchacha que estudiaba en la facultad de Filosof¨ªa. "Encontramos a un Alfredo Landa medido, correcto, bajo perfiles de una interpretaci¨®n muy responsable que sabe organizar todo el temario", se escribi¨® en La Vanguardia.
El propio Landa asegura que interpretar este detective signific¨® "darle la vuelta al calcet¨ªn" de su carrera, anclada hasta entonces en comedietas pseudoer¨®ticas. Tal como le cont¨® a su bi¨®grafo Juan-Fabi¨¢n Delgado, "con El Crack yo tem¨ªa que el p¨²blico no me aceptase, o que yo no pudiera hacerla sin permitirme alguna concesi¨®n como mover las manos, que a m¨ª se me van, porque soy muy expresivo con las manos, son mi fuerte... Pero Garci se empe?¨® en que fuera yo, se la jug¨®, y el resultado fue bueno". Sin embargo, el d¨ªa del estreno, "el m¨¢s dif¨ªcil de mi trayectoria profesional", Landa estaba angustiado por la posible reacci¨®n del p¨²blico tras una de las frases iniciales de la pel¨ªcula: "Bareta, dame el mechero o te quemo los huevos". "No sab¨ªa c¨®mo se lo iban a tomar, con el tipo de pel¨ªculas que yo ten¨ªa a mis espaldas. Cuando tras la frase se hizo el silencio entre el p¨²blico, me dije: ?He ganado!". Por su parte, Jos¨¦ Luis Garci no hab¨ªa dudado de las posibilidades de Landa para el papel, puesto que "ya le hab¨ªa visto hacer teatro independiente. El que no ve m¨¢s all¨¢ del clich¨¦ ve poco en un actor. Hay que profundizar m¨¢s en la mirada". En Fotogramas as¨ª lo reconocieron: "La controlada interpretaci¨®n de Alfredo Landa en la piel del detective Germ¨¢n Areta y el eficaz manejo de t¨®picos del gui¨®n se combinaron en uno de los grandes ¨¦xitos del cine espa?ol de los ochenta".
El resto del reparto fue igualmente brillante: Miguel ?ngel Rell¨¢n, Jos¨¦ B¨®dalo, Manuel Tejada, Mar¨ªa Casanova..., que supieron alternar inteligentemente el melodrama con el humor.
Babelia
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