Espa?a amenaza con bloquear la Convenci¨®n para no perder peso en la Uni¨®n Europea

El Gobierno espa?ol lanz¨® ayer un ¨®rdago a los grandes pa¨ªses de la Uni¨®n Europea (UE) y al propio Presidium de la Convenci¨®n sobre Europa, que emprendi¨® una recta final que culminar¨¢ el d¨ªa 30 con un proyecto completo de Constituci¨®n europea. Por escrito y oralmente, los dos representantes del Ejecutivo espa?ol amenazaron con "bloquear" la Convenci¨®n si es aceptada la propuesta oficial debatida ayer para modificar el sistema de voto en el Consejo, laboriosamente pactado en la cumbre de Niza en 2000. Con la propuesta, Espa?a perder¨ªa poder frente a los pa¨ªses grandes.

En la enmienda presentada a la Convenci¨®n por la ministra de Exteriores de Espa?a, Ana Palacio, se dice: "Si decidimos reabrir el debate de Niza sobre el sistema de votaci¨®n en el Consejo, se bloquear¨¢n los trabajos de la Convenci¨®n en el terreno institucional. En todo caso, puedo se?alar que mi pa¨ªs no podr¨¢ aceptar la modificaci¨®n de los acuerdos de Niza". En nombre del Gobierno espa?ol, el diplom¨¢tico Alfonso Dastis intervino en el pleno de ayer para advertir de que ese foro "no debe" reabrir Niza. "Si lo hace, no habr¨¢ acuerdo", asegur¨®.

S¨®lo Reino Unido, con algunos pa¨ªses peque?os y varios candidatos, apoyaron a Espa?a en su demanda.

El problema se centra en el art¨ªculo 13-tercero del proyecto de Constituci¨®n, que dice en su apartado primero: "Cuando el Consejo Europeo o el Consejo de Ministros act¨²en por mayor¨ªa cualificada [en la mayor¨ªa de los casos], ¨¦sta se definir¨¢ como una mayor¨ªa de Estados miembros que representen al menos los tres quintos de la poblaci¨®n de la Uni¨®n". Es decir, que el peso demogr¨¢fico directo de cada Estado ser¨¢ clave al votar.

En Niza, tras complejas y largas negociaciones, se tuvo en cuenta ese peso demogr¨¢fico, pero de forma "ponderada", a la hora de repartir 345 votos entre los 27 Estados que estar¨¢n en la UE tras las ampliaciones de 2004 y 2007. En ese reparto, a los grandes (Alemania, Reino Unido, Francia e Italia) se les adjudic¨® 29 votos a cada uno (el 8,4% del total), a Espa?a, 27 (7,8%) y al m¨¢s peque?o, Malta, tres (0,86%). As¨ª, Espa?a contaba con amplias posibilidades de bloquear, apoyada por algunos medianos y peque?os, decisiones pactadas por varios grandes.

El peso demogr¨¢fico directo cambia radicalmente el panorama. El voto de Alemania, con 82 millones de habitantes, subir¨ªa al 17% del total. El del Reino Unido, Francia o Italia rondar¨ªa el 12%. El de Espa?a ser¨ªa aproximadamente del 8,2%.

Pero los peque?os ver¨ªan tan reducido su poder que Malta (377.000 habitantes), por ejemplo, s¨®lo pesar¨ªa un 0,08%. Al agrandarse el acorde¨®n de votos de forma tan extensa, Espa?a tendr¨ªa muy dif¨ªcil bloquear con los peque?os los acuerdos de los grandes.

?se es el razonamiento que hace el Gobierno espa?ol y que esconde un hecho: Espa?a opta por tener una posici¨®n defensiva ante los grandes, y especialmente ante Francia y Alemania, tradicionales aliados de Madrid en la pol¨ªtica europea y que, bajo el Gobierno del PP, se han distanciado hasta culminar en el foso abierto con la guerra de Irak. Los enfrentamientos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en los que Espa?a se ali¨® con las tesis de Estados Unidos y el Reino Unido, han provocado un animosidad pol¨ªtica y personal entre sus respectivos l¨ªderes.

Ni Par¨ªs ni Berl¨ªn, pero tampoco Italia, han puesto objeciones al citado art¨ªculo 17, que obviamente les beneficia. S¨ª lo ha hecho el Reino Unido, que en boca de Peter Hain, su representante oficial en la Convenci¨®n, dijo estar "contento" con Niza, echando as¨ª un cable a Espa?a.

En Niza, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar se mostr¨® muy satisfecho al afirmar que, con los votos adjudicados a Madrid, Espa?a se equiparaba a los grandes. Era cierto, aunque a cambio perdi¨® 14 de los 64 eurodiputados que hoy tiene el pa¨ªs en la Euroc¨¢mara. Ahora, el texto de la Convenci¨®n propone repartir 700 esca?os "de manera decrecientemente proporcional". Por tanto, Niza se volver¨ªa como un bumer¨¢n

contra Espa?a: perder¨ªa las ventajas que obtuvo y se quedar¨ªa con las desventajas.

En busca de apoyos

Cuando el Presidium debati¨® ese art¨ªculo, el Gobierno espa?ol y el eurodiputado del PP ??igo M¨¦ndez de Vigo, cabeza de la delegaci¨®n de la Euroc¨¢mara, criticaron la f¨®rmula finalmente propuesta. Gabriel Cisneros, diputado del PP en la Convenci¨®n, no ha presentado enmiendas al art¨ªculo, ni tampoco los socialistas Josep Borrell, Diego L¨®pez Garrido y Carlos Carnero. ?ste declar¨® ayer que el problema de Aznar es "su incapacidad de aliarse en Europa".

Dastis confia en contar con el apoyo suficiente de pa¨ªses, "m¨¢s de 20", como para rechazar el art¨ªculo. Val¨¦ry Giscard d'Estaing, presidente de la Convenci¨®n, tambi¨¦n hizo una advertencia en sentido opuesto: "Las enmiendas que pretenden mantener el sistema de Niza no responden al mandato" de los l¨ªderes europeos cuando en 2001 lanzaron la Convenci¨®n.