El fruto, no la flor
SI HABLAMOS de escritor total estamos hablando de un poeta. El azar trae a nuestra actualidad, al mismo tiempo que los relatos, uno de los grandes libros po¨¦ticos de Yeats: Los cisnes salvajes de Coole , en el que se condensa la madurez est¨¦tica de alguien que ya se preocupaba m¨¢s por el fruto que por la flor. Aqu¨ª los poemas largos alternan con los breves; los l¨ªricos, con los dram¨¢ticos; los h¨ªmnicos, con los meditativos. Son muchas, pr¨¢cticamente todas, las piezas tocadas por la gracia. Los cisnes, que cifran desde el principio sus obsesiones (amor, vejez). Las 12 estrofas En memoria del comandante Robert Gregory, verdadero cat¨¢logo de h¨¦roes contempor¨¢neos. El inolvidable Un aviador irland¨¦s prev¨¦ su propia muerte ("Yo s¨¦ que encontrar¨¦ mi sino / en alg¨²n punto entre esas nubes"). El peque?o poema A una ardilla. La Oraci¨®n que pronuncia antes de entrar en su casa: "Conceda Dios... / que yo mismo por temporadas cada a?o / pueda no dedicarme a nada y no poner la vista en nada", petici¨®n que se entiende a la luz de La rosa secreta: "Donde no hay nada, all¨ª est¨¢ Dios".
Los cisnes salvajes de Coole
W. B. Yeats. Edici¨®n biling¨¹e. Traducci¨®n y pr¨®logo de Carlos Jim¨¦nez Arribas. DVD. Barcelona, 2003. 183 p¨¢ginas. 12,40 euros.
La teor¨ªa Sobre la mujer va m¨¢s all¨¢ de un poema y afecta al libro entero. El enamorado constante aprecia la belleza femenina en todas sus edades, poema tras poema: Salomon a Saba, A una joven belleza, A una chica joven (donde evoca el amor que previamente sinti¨® por la madre de esa muchacha), Un pensamiento de Propercio, hasta el muy hermoso Sobre una dama agonizante. El envejecimiento, propio y ajeno, asedia el conjunto: "Y ahora que he llegado a los cincuenta / debo aguantar este sol tibio". Lo enfoca, s¨ª, con modernidad propia del siglo XX: "Pens¨¦ que no necesitaba / ...m¨¢s que mancuernas y floretes / para tener un cuerpo joven. / ?Qui¨¦n iba a haber adivinado / que el coraz¨®n se vuelve viejo?". Precisamente entre los excelentes poemas dram¨¢ticos sobresale Pastor y Cabrero, en el que dialogan juventud y madurez. De todos modos, quienes anhelan actualidad pol¨ªtica, podr¨¢n asombrarse leyendo Cuando me pidieron un poema de guerra.
Mostrar el mundo desde una perspectiva ins¨®lita forma parte de las obligaciones del poeta. Yeats nos dice del jorobado: "Hay un c¨¦sar romano retenido / debajo de su giba". O declara: "Quisiera ser... / tan ignorante y arbitrario como el alba". Dejando a un lado discrepancias m¨ªnimas (probablemente sobra el art¨ªculo de Petronio el ?rbitro), la traducci¨®n da la talla del magn¨ªfico libro original, que tambi¨¦n se ofrece, puesto que es biling¨¹e. Corresponde al traductor que el oro primigenio no se deval¨²e. Incluso transmutar en oro alg¨²n pasaje. Apela Jim¨¦nez Arribas en su pr¨®logo a Juan Ram¨®n Jim¨¦nez y a Cernuda como mediadores generales. En el detalle de los versos completa su labor de modo que Yeats ("the old storm-broken trees") suena a Machado ("el ¨¢rbol viejo herido por el rayo"). A G¨®ngora ("o consinti¨® intelecto adolescente"). A Quevedo ("satisfacer fant¨¢stica cabeza" hace pensar en las "fant¨¢sticas escorias eminentes" de nuestro barroco). En fin, "contra su opuesto, en cuadratura y trino" nos lleva, creo, a la memorable "locura de brisa y trino" de Lorca. Las dos exigencias, sin ninguna duda, se cumplen.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.