En busca de residencias
Los partidos prometen decenas de miles de plazas para atender a los mayores de 65 a?os
El envejecimiento de la poblaci¨®n -16 de cada 100 espa?oles tienen m¨¢s de 65 a?os- ha situado la atenci¨®n de los mayores entre los asuntos de mayor preocupaci¨®n electoral. Todos los partidos prometen m¨¢s residencias de ancianos -ahora hay s¨®lo tres plazas por cada 100 mayores- y f¨®rmulas para extender la atenci¨®n domiliciaria. Lo que sigue resume la situaci¨®n en Madrid, Valencia, Andaluc¨ªa, y Barcelona
MADRID 800.000 jubilados
Los jubilados, unas 800.000 personas, suponen un 14% de la poblaci¨®n de la Comunidad de Madrid. Hay 14.000 plazas p¨²blicas y concertadas en las que los mayores pagan una parte de su pensi¨®n. Pero el propio Gobierno regional reconoce una lista de espera de 9.000 mayores que la oposici¨®n multiplica por dos.
Para paliar esta falta de geri¨¢tricos y centros de d¨ªa p¨²blicos la Comunidad puso en marcha hace cuatro a?os el llamado Plan de velocidad (1999-2003) que contempla la construcci¨®n de 39 nuevas residencias (7.020 camas). El procedimiento consiste en ceder suelo p¨²blico a empresas privadas para que construyan las residencias y las regenten durante 50 a?os. El Gobierno abona el 25% del coste de la obra y tambi¨¦n subvenciona el 33% de las plazas (2.316) para mayores de bajos recursos. El resto de las camas de este Plan de velocidad tendr¨¢n un precio propio de los geri¨¢tricos privados, es decir, de 1.300 a 1.800 euros al mes.
ANDALUC?A 10.000 ancianos a la espera
En Andaluc¨ªa viven m¨¢s de un mill¨®n de personas que han superado los 65 a?os de edad. La Federaci¨®n de Organizaciones Andaluzas de Mayores calcula que faltan 10.000 plazas en residencias de ancianos. Una cifra que no comparte la Junta de Andaluc¨ªa al considerar que, adem¨¢s de las plazas residenciales, debe tenerse en cuenta la asistencia domiciliaria y los centros de d¨ªa.
VALENCIA La soluci¨®n privada
La apertura al sector privado ha sido el sello que ha marcado la pol¨ªtica del PP. La consejer¨ªa de Bienestar Social sac¨® a concurso la construcci¨®n de 73 residencias con un total de 9.021 plazas. Las empresas adjudicatarias se comprometieron a construir y gestionar los centros (de hasta 140 residentes) a cambio de que la Generalitat se quedara con una tercera parte de las plazas por 38,5 euros al d¨ªa durante 15 a?os.
Seg¨²n los plazos del gobierno valenciano, est¨¢ previsto que este a?o entren en funcionamiento 4.500 plazas. Cuando lleg¨® el PP al poder valenciano, en 1996, cre¨® una especie de concierto con el sector privado basado en el denominado bono residencia, cheques concedidos a las personas mayores con las que ¨¦stas se pagan parte del coste de residencias privadas adheridas al programa. En 2002 gast¨® 25,8 millones en cheques para 5.264 mayores.
El problema del bono-residencia es que la ayuda es "electoralista y clientelista" y se ofrece en funci¨®n de la disponibilidad presupuestaria y no de las necesidades, denuncian los socialistas.
BARCELONA 1.000 euros al mes
Hasta un 22% de los barceloneses ha llegado a la edad de la jubilaci¨®n, un porcentaje que no alcanza ninguna otra gran ciudad espa?ola.
Las plazas residenciales a duras penas alcanzan las 10.000, un tercio p¨²blicas. Los que tienen que pagar dif¨ªcilmente encuentran una cama por menos de 1.000 euros mensuales. En estos casos una soluci¨®n son los centros de d¨ªa, al que tienen acceso menos del 2% de los mayores de 65 a?os. La otra soluci¨®n, tambi¨¦n poco extendida, es la asistencia domiciliaria, que llega a otro 1,7% de la poblaci¨®n.
El Ayuntamiento y la Generalitat se culpan mutuamente de haber puesto palos en las ruedas de los proyectos para dotar a la ciudad de m¨¢s infraestructuras para los mayores, aunque socialistas y nacionalistas han acercado posiciones los ¨²ltimos meses en aspectos como la cesi¨®n de solares p¨²blicos para construir residencias. El Ayuntamiento, sin embargo, considera que los ancianos no tendr¨¢n la atenci¨®n que se merecen si no se logra duplicar el presupuesto. Faltan 133 millones de euros al a?o.
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