Informaci¨®n censal

Cuando se aproximan unas elecciones, cualquiera que sea su ¨¢mbito, recibo tres cartas inform¨¢ndome sobre la situaci¨®n de mi colegio electoral. Una de ellas procede de la Administraci¨®n general del Estado, otra de la auton¨®mica y otra de la local. Las tres contienen l¨®gicamente los mismos datos. Como en mi domicilio residimos cuatro personas habilitadas para votar y el colegio, mesa y secci¨®n se asignan en funci¨®n del domicilio, y no de la persona, la misma informaci¨®n se ha reproducido 12 veces.

Esto sucede elecci¨®n tras elecci¨®n, sin que las tres administraciones adviertan de la necesidad de coordinarse para evitar tal redundancia y el consiguiente despilfarro de dinero p¨²blico, tributado por aquellos a quienes tienen el gusto de dirigirse, y sin que tengan empacho en evidenciar el desbarajuste. No considero dif¨ªcil alcanzar un acuerdo para que una sola de las administraciones se haga cargo de la difusi¨®n de los datos sobre el lugar donde se vota y evitar un gasto innecesario. A¨²n m¨¢s, bastar¨ªa con enviar una sola carta para todos los electores censados en cada vivienda.

Y si queremos ajustar m¨¢s, habida cuenta de que, dado que el precio de la vivienda no permite a uno el nomadismo y que los colegios electorales no se cambian con frecuencia, bastar¨ªa enviar la carta a aquellos que hayan causado alta en el censo o en el padr¨®n en los ¨²ltimos a?os, o a los que afecte una modificaci¨®n de la situaci¨®n del colegio. Pero, por favor, no m¨¢s despilfarro tan descarado.