Vieta vuelve a sonar
Externaliza su producci¨®n e innova productos para volver a competir
Vieta, la veterana marca nacional de equipos de alta fidelidad, ha renacido de sus cenizas tras cerrar sus puertas en los a?os noventa. Sus art¨ªculos est¨¢n de nuevo en los escaparates y la firma prev¨¦ alcanzar este a?o una facturaci¨®n de 20 millones de euros.
Vieta, la empresa familiar creada en pleno franquismo que, 20 a?os despu¨¦s, logr¨® popularizar los equipos de alta fidelidad en Espa?a y que acab¨® sucumbiendo a la crisis de principios de los a?os noventa hasta el punto de cerrar las puertas, empieza a resucitar como marca. Lo hace en Barcelona y de la mano de un treinta?ero autodidacta, mientras se hace un lugar a codazos entre las grandes multinacionales del sector de la electr¨®nica de consumo.
Francisco M¨¢rquez, al frente de la direcci¨®n general de Vieta desde que compr¨® la marca en 1995, creci¨® rodeado de altavoces y amplificadores en la tienda de su padre. Su historia es una historia de agallas f¨¢cil de rescatar entre las biograf¨ªas de emprendedores ajenos a las escuelas de negocios de hace unas d¨¦cadas, pero m¨¢s sorprendente en pleno reinado de los MBA. "Yo he aprendido detr¨¢s del mostrador", confiesa el empresario.
El talante de M¨¢rquez queda perfectamente reflejado en uno de los primeros pasos que dio en el mundo de la empresa y con a penas 20 a?os cumplidos. Ya entonces, pese a la edad, ten¨ªa su propio mostrador en un local donde ejerc¨ªa de importador. Se subi¨® a un avi¨®n, puso los pies en Estados Unidos, y, sin hablar ingl¨¦s y con ayuda de un traductor, regres¨® a Espa?a llevando bajo el brazo la distribuci¨®n en el mercado espa?ol de la marca Infinity, el vanguardista fabricante de altavoces fundado a finales de los a?os sesenta en un garaje de Los ?ngeles.
Hoy, en la distribuci¨®n de Infinity en Europa, s¨®lo Alemania aventaja a Espa?a, donde 34 de cada 100 baffles corresponden a la propia Vieta y a su brazo distribuidor de la marca Infinity.
Pero no hab¨ªa bastante. "Me di cuenta de que, debido a la Uni¨®n Europea y una distribuci¨®n que se har¨ªa m¨¢s homog¨¦nea, como importador ten¨ªa una capacidad limitada", recuerda M¨¢rquez.
Techo como importador
La soluci¨®n para superar el techo que preve¨ªa en su actividad como importador era hacerse con una marca fuerte. Y compr¨® Vieta, a trav¨¦s de la que hab¨ªan nacido Pioneer Espa?a, Kenwood Espa?a y Roland Electronics.
La idea de Francisco M¨¢rquez ten¨ªa dos patas: la primera, poner en marcha un peque?o centro de investigaci¨®n y desarrollo (I+D), que dise?a la parte t¨¦cnica de los productos invirtiendo cada a?o 600.000 euros; y la segunda, subcontratar el dise?o industrial. "Dise?amos nosotros, mientras encargamos a socios chinos y coreanos el grueso de la fabricaci¨®n", se?ala el director general.
Cuatro segmentos
Vieta acaba de poner su pica en el Reino Unido y tiene planes para desembarcar en 2004 en Francia y Alemania. Prev¨¦ ingresar 20 millones de euros este a?o (el pasado factur¨® nueve millones, y algo menos de cinco millones en 2001). Para llevar a buen puerto estos objetivos ha extendido su presencia a cuatro segmentos: pantallas planas, altavoces y amplificadores, equipos para el hogar y gama profesional.
Sus pantallas planas, Vieta Visi¨®n, se fabrican, al igual que los DVD, en Corea. Un mercado nada f¨¢cil, en el que debe competir con gigantes como Sony.
La l¨ªnea estrella de Vieta, donde mejor compite, la integran los altavoces, que fabrica en China, y los amplificadores, que produce en Corea.
Los equipos para el hogar (Vieta Home Cinema) los produce en Espa?a.
Y por ¨²ltimo, la gama profesional, que tiene previsto lanzar en junio.
En conjunto, entre el 35% y el 40% de su producci¨®n est¨¢ radica en Espa?a, donde emplea a un centenar de personas.
Vieta se presenta hoy como la ¨²nica fima espa?ola volcada en electr¨®nica de consumo. "No todo son desventajas respecto de los grandes grupos. Tenemos una marca con 50 a?os de historia, y la historia pesa, nuestro marketing es fresco y agresivo y tenemos como ventaja la rapidez en las decisiones que da no estar encerrado en el piso 54 de Manhattan", se?ala M¨¢rquez.
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