Maragall propugna una "nueva transici¨®n" que acabe con los tab¨²es

La eventual victoria socialista en las auton¨®micas no supondr¨¢ un mero recambio, sino la apertura de una "nueva transici¨®n" en Catalu?a. As¨ª lo dijo ayer Pasqual Maragall, quien asegur¨® que la "revoluci¨®n moderada pero profunda" que quiere impulsar desterrar¨¢ los "tab¨²es" de los ¨²ltimos 23 a?os y supondr¨¢ un nuevo impulso en la pluralidad del pa¨ªs, en el que "todos deben sentirse como en casa". Maragall elogi¨® el "inmenso capital" que supone el castellano para Catalu?a.

Hace una semana Maragall desat¨® una tormenta pol¨ªtica al acusar a CiU de practicar un nacionalismo que, en la pr¨¢ctica, privilegia "la pureza de sangre y de estirpe". Ayer no volvi¨® a pronunciar la pol¨¦mica frase, pero demostr¨® que el argumento de fondo no fue ninguna ocurrencia, sino que es una de las piedras de toque de su programa de cambio: "Nuestra victoria ser¨¢ la mejor garant¨ªa de que Catalu?a vivir¨¢ su pluralidad; construiremos una Catalu?a en la que todos nos sintamos c¨®modos; es la hora de sumar", asegur¨® en un mitin ante 500 personas en Cornell¨¤, en el cintur¨®n metropolitano de Barcelona, junto al alcalde de la localidad y aspirante a la reelecci¨®n, Jos¨¦ Montilla, primer secretario del PSC.

Maragall quiso hacer ayer en Cornell¨¤ el discurso de m¨¢s peso pol¨ªtico desde el inicio de su campa?a, aunque evit¨® hablar de pactos poselectorales para no incomodar a Montilla. Fue un discurso dif¨ªcil de seguir -con un hilo argumental enrevesado y con los gritos de una pe?a madridista que segu¨ªa el f¨²tbol como tel¨®n de fondo-, pero con un mensaje claro: los cambios que se propone abordar son de tal envergadura respecto al concepto de pa¨ªs que supondr¨¢n una "nueva transici¨®n".

"Se ha acabado el tiempo de los silencios impuestos por la prudencia; el momento exige hablar de todo y fer dissabte ", afirm¨® el presidente del PSC, quien puso a Cornell¨¤ como un ejemplo de lo que a su juicio es la "Catalu?a real". El l¨ªder socialista dibuj¨® de nuevo un l¨²gubre paisaje de la etapa de gobierno de Jordi Pujol, caracterizada, dijo, por el "intervencionismo", el "secuestro" de la sociedad civil, "el partidismo, la desconfianza ante los ayuntamientos, el menosprecio al Parlament y la hostilidad contra Barcelona". Y entre los "silencios" impuestos, a su juicio, por CiU y que ¨¦l se mostr¨® dispuesto a romper, Maragall cit¨® "la lengua, la inmigraci¨®n y el inmenso capital del castellano".

Montilla lo hab¨ªa presentado como el futuro presidente de la Generalitat porque, en su opini¨®n, el proyecto de CiU est¨¢ "agotado" y su candidato es "de laboratorio", en alusi¨®n a Artur Mas. Para satisfacci¨®n del alcalde de Cornell¨¤, Maragall se ahorr¨® las referencias a los pactos electorales, pero volvi¨® a "tender la mano" a los simpatizantes de CiU.

La Espa?a plural y el POUM

La otra gran pata del cambio que propugna Maragall es la construcci¨®n de la "Espa?a plural", que a su juicio recibir¨ªa un gran impulso si los socialistas ganaran en Valencia y Madrid, y retuviesen el gobierno de las Baleares y Arag¨®n. Lo dijo en T¨¤rrega (Urgell), la ¨²nica capital de comarca en la que los socialistas presentan a un alcaldable de Ciutadans pel Canvi, y en Lleida, donde visit¨® el Aplec del Cargol junto con el alcalde, Antoni Siurana.

Como es habitual, Maragall record¨® que se siente heredero de una larga tradici¨®n de la izquierda catalana que arranca en el siglo XIX, en la que incluye a socialistas, sindicalistas, republicanos e incluso libertarios. Ayer a?adi¨® a la lista el Partit Obrer d'Unificaci¨® Marxista (POUM), perseguido por el PSUC durante la Guerra Civil, y record¨® que algunos militantes poumistas participaron en la fundaci¨®n del PSC.