25-M, Elm Street
Dentro de unos d¨ªas se cumplir¨¢n dos a?os desde que el secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, dio su visto bueno para acordar el famoso soterramiento del ferrocarril en Almer¨ªa. Uno, en su infinita inocencia, dedujo poco m¨¢s o menos que en un par de meses comenzar¨ªan las obras que por fin unir¨ªan a toda la ciudad. M¨¢xime cuando un mont¨®n de ediles locales salieron euf¨®ricos en las fotos. Pero mi gozo se fue por los suelos cuando pasado el tiempo todos hablaban y nada se hac¨ªa. Finalmente, consiguieron mi desilusi¨®n m¨¢s completa. Y as¨ª, pensando y pensando, deduje que la verdadera raz¨®n del desaguisado radicaba en que el se?or Blanco depend¨ªa del Gobierno central y los otros del auton¨®mico. Y entonces record¨¦ la A-92 eterna, la eterna obra de la Rambla y otras eternidades m¨¢s o menos duraderas, y me pongo a temblar ante lo que se avecina con el 2005.
Mientras tanto, la ciudad sigue sucia y maloliente, las aceras peligrosas en un 90%, las carreteras urbanas mal asfaltadas, la calle un basurero, los barrios abandonados a su suerte y as¨ª, hasta todo lo que pueda imaginar el lector en sus peores pesadillas, incluida Elm Street.
De repente, elecciones. Todos los cabeza de lista pegan el primer cartel, lustrosos y sonrientes, y comienza el desfile de promesas para ilusionar a los incautos. Pero esta vez no caigo. Puedo ser ingenuo pero no tonto. A veces, hasta pienso. Y pienso que hasta que los j¨®venes no tomen cartas en el asunto, con imaginaci¨®n, no cambiar¨¢ nada.
Tenemos que ir a votar el d¨ªa 25-M, dar la oportunidad a otros grupos, el beneficio de la duda. Parece que en temas de "buen gobierno", 1 (PP) es igual a 2 (PSOE), as¨ª como 2 es igual a 1. Pura matem¨¢tica. Recordad que tambi¨¦n existe el 3, el 4, el 5 ... Esta vez por si acaso voy a apostar por el voto de la pradera, que al menos es fresco.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.