El microb¨²s del p¨¢nico
Tres pistoleros secuestran un autob¨²s en M¨¦xico, roban a los pasajeros y violan a dos mujeres
La polic¨ªa abort¨® la pasada semana el asalto a un microb¨²s en la ciudad de M¨¦xico y detuvo a Aurelio Amador porque, cojo de muletas, no pudo huir con sus c¨®mplices. D¨ªas antes, tres pistoleros se apoderaron de otro con 20 pasajeros, las tarjetas robadas fueron desvalijadas en sucesivos cajeros autom¨¢ticos y, siempre en ruta, violaron a dos j¨®venes. Su persecuci¨®n se ayuda de retratos robot y convocatorias a la colaboraci¨®n. El ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, entreg¨® sus primeras recomendaciones: endurecer las penas, combatir la corrupci¨®n policial y dotar de m¨¢s facultades a los agentes son algunas. Un grupo de empresarios le pag¨® 4,3 millones de d¨®lares por sus servicios.
A un pasajero casi lo matan: "?D¨®nde quieres el plomazo, hijo de la fregada?"
El alcalde, Angel Manuel L¨®pez Obrador, investido hace dos a?os y medio, admiti¨® que la inseguridad es el primer problema de la gigantesca urbe. La combate en la direcci¨®n correcta, seg¨²n los sondeos. El equipo de Giuliani, que colabora con el regidor, no acaba de entender la convivencia de dos polic¨ªas, la Preventiva y la Judicial, porque en EE UU s¨®lo hay una, que puede investigar, seg¨²n inform¨® Antonio Fern¨¢ndez, representante del fideicomiso Ciudadanos Aliados por la seguridad P¨²blica en la Ciudad de M¨¦xico, que abona los 4,3 millones. Los fueros judiciales y policiales podr¨¢n ser modificados previa aprobaci¨®n del Congreso del Distrito Federal.
A la espera de soluciones, la delincuencia no ceja. "Me dijeron que me quitara el pantal¨®n y las pantaletas . Acced¨ªa a todo para conservar la vida", relat¨® a Reforma una de las j¨®venes violadas en el recorrido de la glorieta de Insurgentes. "Me empez¨® a violar uno y despu¨¦s otro, y siempre me dijeron que tuviera los ojos cerrados y no dijera nada. Cuando estaban abusando de m¨ª siempre tuvieron una pistola apunt¨¢ndome casi en la cara".
Llevar¨¢ tiempo conseguir que los m¨¢s de 25 millones de habitantes de la ciudad de M¨¦xico perciban el esfuerzo oficial contra el delito, porque la brutalidad de algunos atracos es a¨²n portada y las bandas son numerosas. El 61% de los encuestados por el diario cree que el alcalde "trabaja duro". En 2001 se ejecutaron 17.718 delitos por cada 100.000 personas, seg¨²n el Instituto Ciudadano de Estudios Sobre Inseguridad. El aumento de las denuncias, a¨²n escasas, indica un repunte de la confianza: 7,6% en agosto de hace dos a?os y 12,2% desde mayo de 2000 al mes en curso.
Los tres asaltantes de la glorieta, con edades comprendidas entre los 25 y los 30 a?os, abordaron el microb¨²s hacia la 1.30 de la madrugada y, pistola en mano, ordenaron a los pasajeros tumbarse en el suelo de la parte trasera. Uno de los delincuentes tom¨® el volante del veh¨ªculo y lo desvi¨® hacia varias sucursales bancarias. La pesadilla dur¨® m¨¢s de dos horas: hasta agotar la gasolina. Pasaban por encima de los pasajeros, les pisaban, soltaban groser¨ªas y profer¨ªan amenazas de muerte. "Ahora s¨ª nos vamos a ir rayados, s¨ª vamos a chingar bien". Alguien acert¨® a levantar la cabeza y vio c¨®mo violaban a una chica: "Es mucha impotencia, mucha rabia y odio".
Otra v¨ªctima dijo haber quedado traumatizada: "Fue un castigo psicol¨®gico muy fuerte, a m¨ª me hab¨ªan asaltado varias veces antes, pero nunca como en esta ocasi¨®n, nunca con esa violencia". Al temerario que no quiso dar la clave de su tarjeta de cr¨¦dito casi lo matan: "?D¨®nde quieres el plomazo, hijo de la fregada?". Afortunadamente la tarjeta no serv¨ªa. "A una tercera mujer la pensaban violar y la amarraron con cinta canela (de embalar) a un tubo del micro, pero uno de ellos grit¨®: '?Ya no da tiempo!'.
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