Los antirretrovirales llegan a su l¨ªmite
Los expertos esperan que se produzcan repuntes en la expansi¨®n del sida en los pr¨®ximos a?os
El aumento en el n¨²mero de casos de sida registrados en Espa?a el a?o pasado "no ha sido una sorpresa" ni para el secretario del Plan Nacional sobre el Sida (PNS), Francisco Parras, ni para las asociaciones de afectados. Desde que en 1996 comenzara a suministrarse la terapia de alta eficacia (los c¨®cteles de antirretrovirales), la incidencia de la enfermedad ha ca¨ªdo cada a?o, pero la curva de la evoluci¨®n ya indicaba que su efecto para evitar que aparecieran nuevos enfermos se acercaba a un l¨ªmite (v¨¦ase gr¨¢fico).
"Aunque el aumento del a?o pasado no es significativo estad¨ªsticamente [los nuevos casos de sida pasaron de 2.414 a 2.437, un aumento del 1%], debemos acostumbrarnos a que se quede a este nivel y que incluso se produzcan peque?os repuntes en los pr¨®ximos a?os", indica Parras. "Esto ser¨¢ as¨ª al menos hasta que aparezca una vacuna o una nueva revoluci¨®n en los tratamientos", a?ade.
M¨¢s de un 30% de los infectados no sabe que es portador del virus hasta que enferma
70.000 personas, entre portadores y enfermos, toman antirretrovirales en Espa?a
De momento, no puede esperarse que nada de esto ocurra. El ¨²ltimo Congreso Nacional sobre el Sida organizado hace dos semanas en Bilbao por la Sociedad Espa?ola Interdisciplinar sobre el Sida (Seisida) incidi¨® en aspectos como la simplificaci¨®n del tratamiento, la importancia de la adherencia (el cumplimiento de las pautas de medicaci¨®n) y el riesgo de las resistencias, pero los proyectos de nuevas dianas terap¨¦uticas o de vacunas que se presentaron eran planes a medio y largo plazo (de tres a cinco a?os como m¨ªnimo).
"Aparecer¨¢n nuevos medicamentos de las familias ya existentes [inhibidores de la transcriptasa, de la proteasa o los m¨¢s recientes, los de la fusi¨®n] que ayudar¨¢n a combatir el problema de las resistencias, pero no hay que esperar grandes avances inmediatos", indica Parras acerca de los avances cient¨ªficos esperados.
El estancamiento en el descenso de los nuevos casos de sida es un problema general en los pa¨ªses desarrollados, coincide Joan Tallada, responsable del Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH. Lo especial del caso espa?ol es que se ha llegado a la misma situaci¨®n (predominio de los nuevos casos entre personas infectadas por pr¨¢cticas sexuales de riesgo) a partir de un patr¨®n completamente distinto, con m¨¢s incidencia entre usuarios de droga y sus parejas, a?ade Parras. "Es la evoluci¨®n natural", afirma el secretario del Plan Nacional, que ocupa este cargo desde 1994, antes de que llegaran los c¨®cteles antirretrovirales. "Es el mismo modelo de enfermedad que ahora se da en los pa¨ªses de Europa del Este. Por eso nuestro ejemplo de prevenci¨®n es tan importante para ellos", a?ade.
La existencia de un tope en la disminuci¨®n de casos tiene varias causas. Se considera que un portador del VIH desarrolla sida cuando su recuento de linfocitos CD4 baja hasta menos de 300 (lo normal es tener m¨¢s de 800) o cuando aparecen enfermedades oportunistas (infecciones causadas por agentes que una persona sana no padece).
Pero s¨®lo el 70% de los nuevos enfermos sab¨ªa que ten¨ªa el VIH (hay unos 100.000 portadores del virus que no han desarrollado la enfermedad). Que desarrollen sida se debe al tiempo de infecci¨®n, la falta de adherencia al tratamiento y la aparici¨®n de resistencias a los f¨¢rmacos, indica Parras. En estos momentos, unas 70.000 personas toman antirretrovirales en Espa?a: casi todos los 35.000 enfermos de sida y otros 35.000 portadores del VIH que no han desarrollado la enfermedad.
Otro factor es que aumenta la transmisi¨®n del VIH. En este sentido, el recuento de casos de sida act¨²a como un reflejo retrasado entre cinco y diez a?os de la expansi¨®n del virus. Los infectados un a?o desarrollan sida a los diez, m¨¢s o menos. Los datos indican que existen "n¨²cleos de resistencia a la prevenci¨®n". Entre ellos Parras destaca el grupo de inmigrantes, que ya son el 10% de los casos de infecci¨®n por VIH que se registran al a?o.
Aunque esta cifra "hay que matizarla", a?ade el responsable del control del sida en Espa?a. La mitad son ciudadanos de pa¨ªses desarrollados, y "s¨®lo el otro 5% corresponde al perfil del inmigrante t¨ªpico (subsahariano que viene de pa¨ªses donde la epidemia est¨¢ muy extendida)". Estos ¨²ltimos muchas veces no entienden los mensajes de prevenci¨®n, ni saben a qu¨¦ servicios m¨¦dicos acudir, ni se atreven a hacerlo, porque no tienen papeles en regla, comentan en la Coordinadora Estatal de VIH/Sida (Cesida).
Otro grupo con problemas para adoptar conductas seguras son las mujeres presas de las mafias de la prostituci¨®n, que no pueden negarse a mantener relaciones sin preservativo.
Adem¨¢s queda un grupo de consumidores de drogas "muy desestructurado", a?ade Parras, y j¨®venes, entre ellos gays menores de 25 a?os que no han vivido la devastaci¨®n de los primeros a?os de la enfermedad y que practican el sexo sin protecci¨®n por ignorancia, con la falsa confianza de que el sida ya no es una enfermedad grave o como una forma de rebeld¨ªa, indica el responsable del PNS. "Hay que tener en cuenta que los dos factores de riesgo, sexo y drogas, son comportamientos humanos muy complicados y que, en ¨²ltimo extremo, no se puede coartar la libertad individual" de quienes se exponen, afirma Parras.
La conclusi¨®n inmediata de esta relaci¨®n es que hacen falta campa?as de prevenci¨®n dedicadas a estos grupos. Pero esta medida puede reavivar la idea de que el sida es una enfermedad ligada a ciertos grupos de riesgo y ser contraproducente para su integraci¨®n, indican las ONG de afectados.
Como ¨²ltimo factor, el PNS y las ONG est¨¢n especialmente preocupados por las personas que se enteran de que son portadoras del VIH cuando ya han desarrollado el sida. Algunas asociaciones como Projecte dels Noms o la Plataforma Popular Gay calculan que se trata del 40% de los nuevos diagn¨®sticos de sida. Parras rebaja esta cifra al 30% (lo que supondr¨ªa unas 720 personas al a?o). Para las ONG de afectados, hay que insistir en la importancia de hacerse la prueba. Projecte dels Noms ha propuesto establecer un d¨ªa anual que la promueva, igual que el que existe para recordar la enfermedad (el 1 de diciembre) o la necesidad de conseguir una vacuna (el 18 de mayo).
Desde el Plan se intenta fomentar la prueba mediante acuerdos con la organizaci¨®n m¨¦dica colegial, los colegios de farmacia y la Sociedad Espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC). Seg¨²n las recomendaciones del Plan sobre el Sida, ya se debe sugerir que se analicen las embarazadas y la poblaci¨®n penitenciaria. Tambi¨¦n ONG como M¨¦dicos del Mundo tienen programas para fomentarla. "Adem¨¢s, existen las cl¨ªnicas municipales de enfermedades de transmisi¨®n sexual. En estos centros la prueba es an¨®nima y gratuita", recuerda Parras.
20 a?os sin registro de pacientes
La prevenci¨®n del sida en Espa?a tiene una dificultad a?adida: no se sabe cu¨¢ntas personas son portadoras del VIH (el virus que causa la enfermedad).
Mientras el Plan Nacional sobre Sida habla de unos 135.000 infectados, las ONG de afectados agrupadas en la Coordinadora Estatal de VIH/Sida calculan que la cifra est¨¢ por encima de las 150.000.
Algunos veteranos activistas contra el sida como H¨¦ctor Anabitarte y ?ngel Men¨¦ndez elevan la cifra a 200.000. "No es posible que el n¨²mero de infectados est¨¦ estancado desde hace a?os", comentan.
El secretario del Plan Nacional sobre el Sida, Francisco Parras, reconoce la importancia de contar con un registro. "Ahora calculamos el n¨²mero de casos a partir de los de infecciones [que s¨ª est¨¢n contabilizados individualmente], los informes del Plan Nacional sobre Drogas, estudios hospitalarios y las demandas de atenci¨®n", explica Parras. "Cuando no hab¨ªa un tratamiento eficaz contra la enfermedad, importaba menos no saber la cifra exacta, pero ahora, con los antirretrovirales, es muy importante calcular el impacto econ¨®mico y social de la enfermedad", admite.
El intento del Gobierno de crear un registro (el llamado Sinivih, sistema de informaci¨®n sobre nuevas infecciones de VIH) en diciembre de 2000 ha contado con la oposici¨®n de las asociaciones de afectados, que han interpuesto diversos recursos contra la medida.
Detr¨¢s de las actuaciones judiciales hay un miedo compartido: que el fichero no garantice la confidencialidad de los infectados. Hace dos semanas, un perito de la asociaci¨®n PreSOS Galiza demostr¨® en la Audiencia Nacional que con la estructura actual del fichero pod¨ªa saberse qui¨¦n era el afectado, y tampoco se evitaban las duplicidades. "Todav¨ªa hay demasiados prejuicios contra los seropositivos para arriesgarnos a que se les identifique", afirma Fran del Buey, de la coordinadora estatal de solidaridad con las personas presas.
Adem¨¢s, la implantaci¨®n del registro depende de las comunidades aut¨®nomas, y s¨®lo tres (Navarra, La Rioja y Canarias) env¨ªan datos al ministerio, "aunque otras como Extremadura tambi¨¦n lo han suscrito", afirma Parras, que conf¨ªa que el registro se extienda.
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