EE UU acepta firmar el Tratado Internacional contra el Tabaco
Cuarenta pa¨ªses deber¨¢n ratificarlo en un a?o
Estados Unidos ha cambiado sorpresivamente su posici¨®n contra el Tratado Internacional sobre el Tabaco y lo suscribir¨¢ "sin reservas", anunci¨® este fin de semana el ministro de Sanidad, Tommy Thompson, sin explicar las razones del giro pol¨ªtico. Estados Unidos hab¨ªa sido blanco de cr¨ªticas por "intentar obstruir" el pacto, supuestamente influido por las poderosas tabacaleras norteamericanas, partidarias de incluir "cl¨¢usulas opcionales" para los gobiernos. Thompson formalizar¨¢ el apoyo ma?ana en la asamblea de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra.
El tratado es el de mayor alcance sanitario realizado hasta el momento y su objetivo principal es dificultar la venta mundial de cigarrillos, especialmente en los pa¨ªses m¨¢s pobres, a los que las tabacaleras han trasladado sus campa?as publicitarias en los ¨²ltimos a?os al verse acosadas por pleitos legales en los pa¨ªses desarrollados.
La actual versi¨®n del acuerdo, apoyado por m¨¢s de 165 gobiernos, proh¨ªbe la publicidad del tabaco, con excepci¨®n de las naciones en las que esa prohibici¨®n es inconstitucional (como en Estados Unidos); requiere que aumente el tama?o de las advertencias sobre el perjuicio para la salud, que deber¨¢n ocupar casi un tercio de las cajetillas; y alienta a los gobiernos a que aumenten los impuestos del tabaco y a que acepten los estudios cient¨ªficos sobre los peligros del "humo de segunda mano".
Para que el tratado tenga car¨¢cter vinculante, deber¨¢ ser ratificado por un m¨ªnimo de 40 pa¨ªses en el plazo de un a?o una vez que sea aprobado en la asamblea general de la OMS. Ya hay una treintena de pa¨ªses que se han comprometido a ratificarlo. En el caso de EE UU, el ministro Thompson dijo que la decisi¨®n depende del presidente George W. Bush, que puede firmarlo o enviarlo al Senado para su ratificaci¨®n.
Estados Unidos ha liderado las campa?as antitabaco, y ha sido el primer pa¨ªs en doblegar a la industria y lograr que pague indemnizaciones multimillonarias para compensar la p¨¦rdida de vidas y los gastos en los que han incurrido los distintos estados para tratar a los fumadores enfermos. Pero al mismo tiempo es sede de las grandes multinacionales tabaqueras, que tienen un gran poder de influencia en el Congreso y millones de d¨®lares para hacer donaciones pol¨ªticas, entre otras a la campa?a del propio presidente Bush.
El presidente, que ya ha lanzado su campa?a de reelecci¨®n, ha dicho recientemente que est¨¢ a favor del tratado, un gesto que los analistas pol¨ªticos interpretan como una "acci¨®n preventiva" para evitar que el partido dem¨®crata en la oposici¨®n lo convierta en un tema electoral. Se?alan asimismo que este tratado es un paso de Bush para anular las cr¨ªticas de unilateralismo que han llovido sobre la administraci¨®n republicana por no suscribir, entre otros, el Pacto de Kioto.
Millones de vidas
Matthew Myers, presidente de la organizaci¨®n norteamericana Tobacco-Free Kids (Ni?os Libres de Tabaco), ha declarado que el pacto "puede salvar millones de vidas". Seg¨²n datos de la OMS, las muertes atribuibles al tabaco sobrepasan los cinco millones al a?o en el mundo, y se duplicar¨ªan si los pa¨ªses no tomaran medidas. Tres cuartas partes de las v¨ªctimas ser¨ªan habitantes de los pa¨ªses pobres.
Los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, por su parte, estar¨¢n entre los primeros en firmar y ratificar el Tratado Internacional sobre el Tabaco, afirm¨® ayer en Ginebra el ministro griego de Salud, Costas Stefanis, en nombre de los Quince, informa Efe. En su intervenci¨®n durante la sesi¨®n inaugural de la asamblea de la OMS, Stefanis dijo que esa convenci¨®n constituye un marco legal para combatir el consumo de tabaco que cuentan con el apoyo de los europeos. Explic¨® que, aunque los pa¨ªses de la UE ya han llevado a cabo acciones para luchar contra este h¨¢bito, "todav¨ªa queda mucho por hacer".
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