Guerra y elecciones
Parece evidente que cuando el se?or Aznar vislumbra una pancarta con el lema de "no a la guerra" se le ponen los pelos de punta. Mientras que a m¨ª se me pone la piel de gallina cuando le veo con sonrisa de sarcasmo en la pancarta belicista de Bush/Blair.
Igualmente resulta bochornoso cuando, de mitin en mitin, va acusando de coalici¨®n extremista e izquierda radical a Zapatero y Llamazares como si fuesen dos peligrosos agitadores de la vida social espa?ola. Mientras que, por otro lado, alguno de sus ministros y altos cargos de su partido califican las manifestaciones de fascistas. ?En qu¨¦ quedamos, se?or Aznar? Primero deben de ponerse de acuerdo para ver d¨®nde est¨¢ el fascismo y la derecha tradicional espa?ola, y qui¨¦n es el inductor responsable que ha provocado estas manifestaciones que a usted tanto le atemorizan. A la vez, se olvida de que detr¨¢s de estas pancartas caminan millones de ciudadanos de todas las condiciones que componen la vida nacional: Iglesia, escritores, artistas, prensa, trabajadores, pensadores, empresarios, pensionistas, profesionales, etc¨¦tera, hasta completar el 91% de la poblaci¨®n. Y esto no s¨®lo ocurr¨ªa en Espa?a, sino en casi todos los pueblos del planeta, haciendo usted caso omiso a ello, as¨ª como a la legalidad internacional con su apoyo incondicional desde un barco de guerra a la acci¨®n b¨¦lica contra el pueblo iraqu¨ª, orquestada por el presidente Bush. Yo entiendo, bajo mi modesto conocimiento sobre el tema, que usted ha sido peligrosamente enga?ado y, a la vez, quiere enga?ar en las mismas condiciones a una parte de los ciudadanos de este pa¨ªs, porque en Irak las armas peligrosas o de destrucci¨®n masiva a¨²n no han aparecido para que justifiquen la muerte de miles de iraqu¨ªes, entre ellos dos espa?oles, y decenas de miles de heridos que han sido seccionados o mutilados masivamente dejando a padres sin hijos, a hijos sin padres, ni hermanos, ni casas donde vivir.
?Qu¨¦ m¨¢s quiere que justifique esta tragedia? Mientras usted sonr¨ªe, la gran mayor¨ªa del pueblo iraqu¨ª llora, y el pueblo espa?ol se sonroja de verg¨¹enza. Yo le preguntar¨ªa: ?D¨®nde est¨¢ el valor humano? En un barco de guerra o en una pancarta con el lema paz. En una acci¨®n b¨¦lica o en la eliminaci¨®n del hambre en EE UU/Espa?a con 58 y 26 millones de pobres respectivamente, de los que 30 y 0,450 millones, siguiendo el mismo orden anterior, se encuentran tambale¨¢ndose entre contenedores de basuras, mientras que unos esquizofr¨¦nicos mandatarios presumen de la m¨¢s potente y mort¨ªfera maquinaria de guerra.
Yo creo, se?or Aznar, que usted ha despreciado la buena p¨¢gina de la Historia y se ha quedado con la mala, o se las ha pasado todas de largo para aterrizar en un barco de guerra que s¨®lo genera horrores y rencores. En el despliegue, Blair ha perdido el ala izquierda, y esperemos que usted haya perdido la derecha. Ser¨ªa un castigo justo el 25-M, de acuerdo con su comportamiento pol¨ªtico.
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