No disparen a los cr¨ªticos
En este circo del Festival de Cannes no hay que sorprenderse de casi nada. Mientras se exhibe una interesante y dif¨ªcil pel¨ªcula turca, Uzak, que los cr¨ªticos aprecian en sus puntuaciones como una de las mejores de la competici¨®n, y Dogville, de Lars von Trier, despierta pasiones y rechazos, Arnold Swarzenegger monta un show en el improvisado set de un hotel para promocionar su nuevo Terminator, Elizabeth Taylor presenta la versi¨®n remasterizada de Gigante para recaudar fondos contra el sida, y Vincent Gallo pasea su egocentrismo por la Croisette esperando que alguien le felicite por haber aportado este a?o con la famosa felatio de su aburrida pel¨ªcula la gotita de esc¨¢ndalo que Cannes requiere: materia de prensa amarilla... Los cr¨ªticos deben atender la inabarcable oferta de pel¨ªculas y mantenerse al margen de saraos, fiestas y mercadeo. Tendr¨¢n que correr entre sala y sala si quieren estar al tanto de la macro oferta de tantas secciones. En Cannes no hay un ¨²nico festival de cine, sino varios: tal es su grandeza, a la vez que su tal¨®n de Aquiles. Los compradores y vendedores est¨¢n comenzando a optar por otros mercados de dimensiones m¨¢s humanas donde se logre ver las pel¨ªculas de modo m¨¢s c¨®modo y econ¨®mico. Este a?o, por primera vez en mucho tiempo, hay habitaciones disponibles en los hoteles de Cannes: todo un s¨ªntoma. Los cr¨ªticos habr¨¢n de afanarse si quieren hacer bien su trabajo. A las ocho y media de cada ma?ana tienen la ¨²nica oportunidad de ver una de las pel¨ªculas del d¨ªa (a veces la m¨¢s esperada), para lo que tendr¨¢n que hacer largas colas desde mucho tiempo antes; saben que al que se le peguen las s¨¢banas se quedar¨¢ en la calle, que no hay sitio para todos y que adem¨¢s perder¨¢n un precioso tiempo soportando latosos controles de seguridad (Desol¨¦, Monsieur, dicen con recochineo los forzudos porteros tra¨ªdos especialmente de Par¨ªs). Al acabar la tempranera proyecci¨®n, habr¨¢ que correr a la rueda de prensa con la esperanza de encontrar sitio, ya que la cosa se pone a¨²n m¨¢s dif¨ªcil cuando intervienen famosos. Luego, a correr de nuevo para enviar la cr¨®nica... Los cr¨ªticos m¨¢s reconocidos tienen, adem¨¢s, la tarea de puntuar las pel¨ªculas a competici¨®n para los sondeos que diariamente publican las revistas que aqu¨ª se editan: con puntos, de uno a cinco, o con dibujitos (la palma equivale a mejor pel¨ªcula, una sonrisita triste a la peor), nada de explicaciones, matices ni razones, lo que precisamente dignifica a la cr¨ªtica. Con frecuencia ocurre que una pel¨ªcula se valore de forma polarizada: la que es la mejor para uno es para otro la m¨¢s inmunda, sin que los cr¨ªticos tengan espacio para explicarnos por qu¨¦. Impresiones de madrugada. Ah, y cuidado con pasarse una noche. Cuando Pilar Mir¨® se estren¨® en Cannes como directora general de cine organiz¨® una fiesta por todo lo alto, en la que los espa?oles trasnochamos m¨¢s de la cuenta. La pel¨ªcula de la ma?ana siguiente, una japonesa que parec¨ªa de menor inter¨¦s, result¨® ser nada menos que La balada de Narayama, o sea, la Palma de Oro de ese a?o: merece la pena revisar las hemerotecas. ?Cu¨¢ntos conseguir¨ªan resistir la humana tentaci¨®n de una cabezadita a esas horas? Por si fuera poco, algunas multinacionales ponen condiciones leoninas para entrevistar a un director o a una estrella: exigen que en el mismo paquete se entreviste a productores, t¨¦cnicos y ejecutivos; hasta 12 en el caso de Matrix. ?Para qu¨¦, por qu¨¦? ?Tan poco vale el tiempo del periodista? Este magno festival va a morir de grandeza: no todo es cuesti¨®n de tama?o, ya se sabe. Aqu¨ª todo son carreras de vallas. Los compradores tienen dificultades para ver las pel¨ªculas que se les ofrece, y el trato a los medios informativos hace tiempo que roza el sadismo... Hace cuatro a?os la federaci¨®n internacional de cr¨ªticos organiz¨® mesas redondas bajo el lema No disparen a los cr¨ªticos, que en este festival adquiere pleno sentido. Al menos, no disparen en un festival como ¨¦ste donde no se dan las mejores condiciones para analizar pel¨ªculas. Y aun as¨ª, hay honorables damas y caballeros que salen a la calle a primer¨ªsima hora de la ma?ana con la esperanza de que alguno de esos cr¨ªticos que caminan presurosos a ponerse en la cola de la pel¨ªcula de las ocho y media tenga una entrada de sobra.
Babelia
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