"Ganarle al PP en Madrid tendr¨¢ connotaciones ¨¦picas"
Trinidad Jim¨¦nez asegura que nunca se ha arrepentido de aceptar el reto que supone la candidatura del PSOE a la alcald¨ªa de Madrid, aunque es consciente de las desconfianzas que su nombre provoc¨® en algunos sectores de su partido. Est¨¢ convencida de que la gente quer¨ªa un cambio frente a nombres veteranos como Solana o Leguina y manifiesta que est¨¢ dispuesta a compartir su eventual triunfo con quienes apostaron por ella.
Pregunta. La posibilidad de que Zapatero gane las elecciones en 2004 o tenga que esperar otros cuatro a?os m¨¢s en la oposici¨®n pasa, entre otras cosas, por que usted consiga ganar la plaza de Madrid. No s¨¦ yo si su l¨ªder le habr¨¢ echado sobre sus hombros una responsabilidad demasiado grande...
"El mundo de la cultura va a ser nuestra memoria viva en estas elecciones"
"El verdadero cabeza de lista del Partido Popular en Madrid es Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar"
Respuesta. A m¨ª me gustan los retos, y la verdad es que el reto de Madrid es quiz¨¢s el m¨¢s grande al que puede aspirar un pol¨ªtico en estos momentos. Le dir¨¦ tambi¨¦n que yo intento desvincular el resultado que pudiera haber adverso para mi candidatura de la apuesta que ha hecho Rodr¨ªguez Zapatero a nivel general. Nosotros estamos en la oposici¨®n y todo lo que podemos conseguir es ganar. Pero no voy a negar que la plaza de la ciudad de Madrid tiene un gran peso pol¨ªtico y una enorme carga simb¨®lica. Y es evidente que los socialistas somos los que m¨¢s tenemos que ganar, porque ?son 14 a?os de PP! Yo dir¨ªa que ganarle al PP, despu¨¦s de tres mayor¨ªa absolutas consecutivas, tiene incluso connotaciones ¨¦picas.
P. Usted acept¨® el reto de Madrid sin pens¨¢rselo dos veces. Y se arremang¨® lanz¨¢ndose a una campa?a fren¨¦tica que, quiz¨¢s, no le ha dejado ni tiempo para arrepentirse del l¨ªo en el que se estaba metiendo ?no?
R. Nunca me arrepent¨ª de haber aceptado este reto y de haber tomado la decisi¨®n de seguir adelante pese a las dificultades, se lo puedo asegurar. Incluso le dir¨¦,porque lo recuerdo muy bien, que la noche en la que me enter¨¦ que Ruiz-Gallard¨®n iba a ser mi rival por el PP, mi reacci¨®n, que le puede parecer irreflexiva, fue la de pensar: "bien... esto se pone interesante".
P. Ahora entiendo yo por qu¨¦ algunos dicen que es un poquito chula.
R. ?Le dicen eso de m¨ª? Pues no me importa. Para m¨ª, en la vida personal y en la vida pol¨ªtica, que la vivo con una fort¨ªsima vocaci¨®n, hay que demostrar siempre decisi¨®n y valent¨ªa, porque si no, no se avanza. Incluso hay que mostrar una cierta vocaci¨®n por el riesgo... Yo he actuado siempre con una gran confianza en mis posibilidades y en las del PSOE.
P. Pero supongo que no le descubro nada que usted no sepa si le digo que ha habido gente dentro de su propio partido que ha manifestado abiertamente su desconfianza, que ha pensado que era usted una insensata...
R. ?Claro que yo era consciente de que no todo el mundo estaba de acuerdo con mi candidatura! Pero eso no me ha hecho ir m¨¢s all¨¢ de tenerlo en cuenta como reflexi¨®n, se lo aseguro. Pero nunca pens¨¦ que el reto era imposible y que era una insensata. Porque yo puedo ser arrojada y valiente, pero nunca una insensata. Conozco mis capacidades y no me asusta que mi oponente tenga experiencia de gobierno, porque yo tengo conocimientos e ideas claras.
P. Usted, mejor dicho Zapatero, ha frustrado las expectativas de aut¨¦nticos pesos pesados del PSOE, como Javier Solana o Joaqu¨ªn Leguina, que pod¨ªan tener en principio mas garant¨ªas de ¨¦xito. Me pregunto si se ha sentido inc¨®moda frente a una situaci¨®n verdaderamente dif¨ªcil en el interior de su partido.
R. Yo respeto much¨ªsimo a Joaqu¨ªn Leguina, y adem¨¢s lo quiero mucho, igual que a Javier Solana. Los dos son buenos amigos y me parecieron en su momento excelentes candidatos. As¨ª que entiendo perfectamente la reflexi¨®n que en su d¨ªa se hizo en el seno de mi partido de por qu¨¦ se escog¨ªa a una persona nueva frente a la experiencia acreditada de otros. Pero creo que en pol¨ªtica, a veces, es necesario dar un paso adelante, asumir un riesgo cierto. Adem¨¢s, hab¨ªa que hacer la reflexi¨®n de que a lo mejor lo que la gente quer¨ªa era un cambio, algo nuevo, algo diferente. Mi condici¨®n de mujer representaba tambi¨¦n ese cambio y el que no hubiera tenido responsabilidades de Gobierno, aunque a algunos les pudiera parecer que era un h¨¢ndicap, a un sector importante de la sociedad les pod¨ªa resultar un valor porque no tengo... digamos... ning¨²n condicionante del pasado y, por lo tanto, me pod¨ªa presentar como una alternativa realmente nueva. Aunque por otra parte yo no soy una reci¨¦n llegada a la pol¨ªtica; llevo 20 a?os en este partido y tengo mucha experiencia.
P. Perm¨ªtame que se lo diga con todo respeto, pero debe saber que para algunos sectores, incluso en su partido, usted era simplemente la chica de Zapatero, el fichaje de Zapatero. Supongo que eso ha debido de resultarle insultante e inc¨®modo ?no?
R. ?Sabe qu¨¦ pasa? Pues que eso me ha resultado relativamente inc¨®modo. Porque como nunca me he sentido la chica de nadie, pues... simplemente, como no lo era, pues esos comentarios me han hecho una mella relativa. Si de lo que te tachan no lo eres, la verdad es que los comentarios te importan menos. Que digan lo que quieran; en mi vida he tenido que aguantar comentarios de todo tipo, y tampoco eso era una gran novedad. Lo que s¨ª resulta penoso es ver c¨®mo el machismo tambi¨¦n se incrusta en el PSOE, porque, al fin y al cabo, un partido es tambi¨¦n un reflejo de la sociedad... Eso hubiera sucedido en cualquier partido, pero le aseguro que a m¨ª no me ha afectado lo m¨¢s m¨ªnimo. Porque yo estoy segura de lo que soy y de lo que represento, de lo que he hecho a lo largo de mi vida y de lo que quiero hacer en el futuro. Tengo la fortuna de sentirme muy segura de m¨ª misma, tengo muchos mecanismos de protecci¨®n. Yo he luchado mucho por conseguir un lugar en la pol¨ªtica y no lo voy a perder por comentarios est¨²pidos, se lo aseguro.
P. D¨ªgame qu¨¦ ha pasado para que los ecos de la guerra se los haya llevado el viento, o al menos eso parece... Madrid fue la ciudad de la guerra contra el PP, y ahora resulta que van a estar toda aquella izquierda y el PP contando los votos uno a uno...
R. Pues yo estoy segura de que la gente de Madrid va a tener muy presente la postura de cada partido en aquella terrible guerra. Ese sentimiento no se ha perdido. Mire: yo he tenido hace dos d¨ªas una reuni¨®n con un grupo de artistas, de intelectuales, de personas del mundo de la cultura, que fue realmente espectacular por el nivel de convocatoria y por el nivel de compromiso con el PSOE. Y creo que el mundo de cultura va a ser nuestra memoria viva en estas elecciones.
P. Aznar y Zapatero han librado una batalla casi de elecciones generales, conscientes de lo que se juegan. ?Usted c¨®mo se siente en medio de ese fuego cruzado?.
R. Yo me he sentido muy bien, porque la verdad es que yo he tenido una presencia enorme en la campa?a. Pero tambi¨¦n le quiero decir una cosa: el verdadero cabeza de lista del PP en Madrid no es Ruiz-Gallard¨®n, es Aznar. Aznar fue el que nombr¨® a Gallard¨®n a dedo, fue el que pidi¨® a Gallard¨®n que incluyera en la lista a Ana Botella y Aznar ha sido quien le ha pedido al candidato oficial que incluya en su lista a 11 concejales de ?lvarez del Manzano. Pero, en cualquier caso, yo le aseguro que en medio de ese fuego cruzado, en el que yo tambi¨¦n he participado activamente, me he podido permitir trabajar con una gran autonom¨ªa pol¨ªtica. Esa ha sido la ¨²nica condici¨®n que yo le puse a Zapatero cuando me hizo la propuesta. Pero en cualquier caso, aunque le parezca que soy una chula, como se dice de m¨ª, le puedo asegurar que el nivel que ha alcanzado esta campa?a no me ha intimidado en absoluto.
P. La situaci¨®n en estos momentos parece ser de empate t¨¦cnico. Pero si al final el PSOE logra la alcald¨ªa ... Bueno, no s¨¦ como va a mirar a quienes hace unos meses no daban un duro por usted.
R. No, no, ?no merece la pena!. Adem¨¢s, yo entend¨ªa los recelos que hab¨ªa sobre m¨ª por parte de algunas personas. Pero es que no me conoc¨ªan, nunca me hab¨ªan visto en una campa?a electoral, no imaginaban que yo hubiera sido capaz de enfrentarme a un peso pesado, de pisarle los talones... Y le digo de coraz¨®n que, si gano, me encantar¨ªa compartir mi triunfo con todos los que desconfiaban de m¨ª, sin ning¨²n tipo de reserva ni de rencor.
P. Pero Zapatero s¨ª que tendr¨¢ que pasarle la factura. Porque si usted le gana Madrid le habr¨¢ colocado casi a las puertas de La Moncloa...
R. ?Yo no hago pol¨ªtica para cobrar nada! Es evidente que la victoria no me la podr¨ªa arrogar yo sola. Eso ser¨ªa injusto para el conjunto del partido, nunca lo har¨ªa. Y en cuanto a Zapatero, creo que ¨¦l s¨ª que tiene mucho m¨¦rito, pero yo pienso que ¨¦l no me tendr¨ªa que agradecer nada; seria yo la que le tengo que estar agradecida por haber confiado en m¨ª contra viento y marea. En estos ¨²ltimos a?os es cierto que yo le he apoyado, pero tambi¨¦n es cierto que pod¨ªa haberme dejado en la mitad del camino. Y nunca lo hizo. Me ha defendido siempre en contra del criterio de muchos.
P. Pues yo me la veo de ministra de Asuntos Exteriores...
R. Ah, ?s¨ª? (J¨¦, j¨¦...) Pues... yo no descarto nunca nada. Yo me he comprometido en los pr¨®ximos cuatro a?os con Madrid, de eso no le quepa la menor duda. Y eso en el lugar que decidan los madrile?os, en el Gobierno municipal o en la oposici¨®n. En el futuro... ya veremos. Yo tengo, no olvide, una fort¨ªsima vocaci¨®n pol¨ªtica.
P. Ustedes han tenido la suerte de que la Izquierda Unida con la que usted tendr¨ªa que pactar el gobierno de Madrid ya no es aquella Izquierda Unida de la pinza con el PP. Pero no s¨¦ si tiene usted alg¨²n temor de que, al final, pueda frustrarse ese acuerdo en beneficio de la derecha.
R. No, no tengo ning¨²n miedo, ning¨²n recelo de que pueda frustrarse ese acuerdo. Primero, porque tengo muy claro hasta d¨®nde puedo llegar ante un hipot¨¦tico acuerdo de Gobierno; y s¨¦ muy bien defender mis posiciones, y nunca voy a violentar esas posiciones que son las de mi partido. Y por otro lado conozco a In¨¦s Saban¨¦s. S¨¦ que es una mujer de una enorme sensatez y de una gran honestidad pol¨ªtica y no tengo ning¨²n tipo de temor hacia ella y hacia sus posiciones de acuerdo.
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