Bayer export¨® en 1984 f¨¢rmacos inseguros que no vend¨ªa en Occidente

Cutter Biological, una divisi¨®n de la multinacional Bayer, vendi¨® m¨¢s de cuatro millones de d¨®lares de un f¨¢rmaco para hemof¨ªlicos a pa¨ªses asi¨¢ticos y latinoamericanos en 1984 y 1985, sabiendo ya que ten¨ªan un alto riesgo de contagiar el sida a los pacientes. Desde febrero de 1984, el f¨¢rmaco contra la hemofilia (factor VIII de coagulaci¨®n) que Cutter vend¨ªa en los pa¨ªses occidentales se trataba con calor para inactivar el virus del sida.

Los documentos internos de la empresa revelan que ¨¦sta dio salida a las exportaciones del f¨¢rmaco inseguro cuando se hizo patente que su comercializaci¨®n era inviable en Estados Unidos y Europa. Despu¨¦s de febrero de 1984, cuando Cutter ya fabricaba la versi¨®n segura del f¨¢rmaco, la compa?¨ªa no s¨®lo export¨® sus viejos stocks, sino que incluso sigui¨® fabricando nuevos lotes de la versi¨®n vieja durante varios meses. Un t¨¦lex de la empresa a un distribuidor indica la causa: Cutter ten¨ªa que cumplir contratos con un precio fijo acordado, y cre¨ªa que la versi¨®n vieja era m¨¢s barata de producir.

Casi 20 a?os despu¨¦s, evaluar el coste en vidas humanas de aquellas decisiones empresariales es dif¨ªcil, si no imposible. Muchos historiales cl¨ªnicos se han perdido. Y, como el primer test del sida no fue aprobado hasta marzo de 1985, es dif¨ªcil precisar cu¨¢ndo contrajeron el virus los hemof¨ªlicos asi¨¢ticos y latinoamericanos.

Los documentos indican que, en Hong Kong y Taiwan, m¨¢s de 100 hemof¨ªlicos se contagiaron del HIV despu¨¦s de usar la versi¨®n vieja del f¨¢rmaco de Cutter. Muchos de ellos murieron. La empresa tambi¨¦n vendi¨® el producto viejo despu¨¦s de febrero de 1984 a Malaisia, Singapur, Indonesia, Jap¨®n y Argentina. Los documentos fueron aportados por Cutter durante una antigua demanda promovida por hemof¨ªlicos estadounidenses, pero hab¨ªan pasado inadvertidos hasta que The New York Times se interes¨® por ellos.

?tica y humanidad

Bayer indic¨® en un comunicado que su divisi¨®n Cutter "se hab¨ªa comportado con responsabilidad, ¨¦tica y humanidad", y hab¨ªa seguido exportando los f¨¢rmacos viejos porque algunos clientes dudaban de la efectividad del nuevo, y porque algunos pa¨ªses estuvieron lentos en aprobarlo. Adem¨¢s, una crisis de escasez de plasma impidi¨® a Cutter manufacturar m¨¢s f¨¢rmaco nuevo.

"Las decisiones tomadas hace dos d¨¦cadas se fundamentaron en la mejor informaci¨®n cient¨ªfica disponible en la ¨¦poca, y respetaron las regulaciones en vigor", a?ade el comunicado de Bayer.

La sangre de los hemof¨ªlicos no puede formar co¨¢gulos porque carece de una prote¨ªna llamada factor VIII de coagulaci¨®n. El f¨¢rmaco aporta esa prote¨ªna y permite a los pacientes llevar una vida normal. Pero la medicina se preparaba utilizando mezclas de plasma de unos 10.000 donantes. Un peque?o n¨²mero de seropositivos para el HIV pod¨ªa convertir en contagiosa toda la mezcla.

En los primeros a?os ochenta, todos los pa¨ªses sufrieron por esta raz¨®n un alt¨ªsimo ¨ªndice de contagios de sida entre los hemof¨ªlicos. De los 2.730 hemof¨ªlicos espa?oles, por ejemplo, 1.147 resultaron contagiados, al igual que la mitad de los 6.000 hemof¨ªlicos alemanes.

Los documentos de Cutter -memorandos, actas de reuniones y t¨¦lex a distribuidores extranjeros- tambi¨¦n indican que la Administraci¨®n estadounidense contribuy¨® a mantener las exportaciones al margen de la luz p¨²blica. En mayo de 1985, un responsable de FDA (la agencia de alimentos y medicamentos de EE UU) recomend¨® suspender las exportaciones, pero "sin alertar al Congreso, la comunidad m¨¦dica ni el p¨²blico".

? The New York Times