Unas primarias con piel de municipales
Claves sobre por qu¨¦ los comicios locales pueden convertirse en un anticipo del gran duelo auton¨®mico del oto?o
No ser¨¢ 14 de abril de 1931 en la Catalu?a de 2003. Estas municipales no cambiar¨¢n la historia. Pero los comicios que hoy se celebran tienen sabor de primarias, de primera vuelta de las pr¨®ximas auton¨®micas. La primavera nos trae un anticipo del primer oto?o en 23 a?os sin Jordi Pujol en el Palau de la Generalitat.
La federaci¨®n nacionalista, consciente de que las elecciones municipales son una suerte de castillo inexpugnable de los socialistas, quieren desvincular el car¨¢cter de primarias de estos comicios. Pero desde CiU, con la boca peque?a, reconocen su car¨¢cter de anticipo. Los socialistas, en lo que algunos comentaristas han juzgado como un acto de temeridad pol¨ªtica, han llegado incluso a enumerar las 10 ciudades de Catalu?a que ser¨¢n el term¨®metro del cambio que pretenden al frente de la Generalitat.
PP, Esquerra e Iniciativa luchan por el puesto de tercera fuerza municipalista
Trias demostrar¨¢ hoy si es capaz de sacar de su letargo a 120.000 abstencionistas de CiU
Ya sea, pues, con la boca peque?a o grande, todos reconocen que estas elecciones facilitar¨¢n claves de an¨¢lisis. Todo ello permitir¨¢ construir esa vara prospectiva para saber si el ni?o -las municipales- ser¨¢ o no m¨¢s alto que su padre -las auton¨®micas. Un primer indicador que se debe considerar es la diferencia en porcentaje de votos entre los dos grandes partidos: CiU y el PSC. Los primeros cuentan con 4.087 concejales, frente a los 2.035 de los segundos. Pero a la hora de contabilizar el apoyo popular, los nacionalistas se quedan con el 26,3% de los votos, mientras que los socialistas ascienden al 37,4%.
Los socialistas controlan la pr¨¢ctica totalidad de las grandes ciudades de Catalu?a. Adem¨¢s, en los ¨²ltimos comicios Converg¨¨ncia i Uni¨® perdi¨® 120.000 votos en Barcelona y pas¨® del 30% en 1995 al 26,3% en 1999. Ese fue un annus horribilis de tal magnitud que en la capital de Catalu?a, Pere Esteve, cabeza de lista de CiU al Parlamento Europeo, obtuvo 30.000 votos m¨¢s que Joaquim Molins, el alcaldable de la federaci¨®n. Hoy, Xavier Trias tendr¨¢ oportunidad de demostrar si es capaz de sacar de su letargo a ese electorado convergente que no acudi¨® a votar. Y ello con el buen fin de mantenerlo despierto hasta las auton¨®micas de oto?o, para el duelo entre Artur Mas y Pasqual Maragall.
Los socialistas tambi¨¦n tienen ante s¨ª un reto: el de mantener el list¨®n del cintur¨®n de Barcelona, donde son fuerza hegem¨®nica. La simple gimnasia de mantenimiento permitir¨ªa al partido cuyo primer secretario es Jos¨¦ Montilla conservar el tono muscular para ese octubre en el que el PSC espera dar su asalto democr¨¢tico al palacio de invierno de la plaza de Sant Jaume.
Como un anticipo, hoy CiU y el PSC medir¨¢n sus avances y retrocesos en ciudades emblem¨¢ticas como Tarragona, Lleida, Girona, Vic, Sant Cugat y Valls.
Tarragona es la joya de la corona convergente. All¨ª, Joan Miquel Nadal gobierna c¨®modamente con el apoyo del PP. Est¨¢ por ver si ambas formaciones son capaces de mantener su mayor¨ªa ante un eventual crecimiento -que los socialistas esperan como agua de mayo- de la llamada izquierda plural.
Lleida, desde el punto de vista de CiU, servir¨¢ para medir si su alcalde, el incombustible Antoni Siurana (PSC), es capaz de conservar el cargo ante un combativo Isidre Gav¨ªn, que mejora las expectativas de CiU. En cambio, en Girona el misterio residir¨¢ en saber si la actual alcaldesa, Anna Pagans, ser¨¢ capaz de experimentar los prodigios de esa poci¨®n m¨¢gica que el socialista Joaquim Nadal toma cada cuatro a?os. Ello ha permitido al PSC -en el mism¨ªsimo coraz¨®n de la Catalu?a opulenta- saltar repetidamente por encima del list¨®n de la mayor¨ªa absoluta sin necesidad de tomar carrerilla.
La llamada capital de la Catalu?a catalana -Vic- ser¨¢ un campo de prueba de las posibilidades de la izquierda frente a una Converg¨¨ncia i Uni¨® que gobierna en solitario con el apoyo externo del PP y, en ocasiones contadas, incluso de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV). En Sant Cugat del Vall¨¨s -la perla de CiU en el cintur¨®n de Barcelona- hay otro gobierno apoyado por el PP . En Valls, la capital del Alt Camp, ocurre lo contrario: los socialistas y Esquerra Republicana han mantenido un d¨¦bil y renqueante pacto de gobierno. Pero la alcaldable de CiU puede provocar un vuelco a la situaci¨®n. Al menos eso esperan en la federaci¨®n nacionalista.
Tambi¨¦n en las comarcas de Tarragona, especialmente en las comarcas del Ebro, est¨¢ por ver c¨®mo se traducir¨¢ el apoyo de CiU al Plan Hidrol¨®gico Nacional (PHN). Los antitrasvasistas no han movilizado sus efectivos en esta campa?a municipal. Se reservan para las auton¨®micas. Pero de todas formas no estar¨¢ de m¨¢s ver c¨®mo Converg¨¨ncia i Uni¨® resiste el desgaste de su mayor¨ªa absoluta en Amposta; o si los socialistas mantienen su fr¨¢gil mayor¨ªa en Tortosa, hasta 1995 un feudo convergente.
Para el que ya se anticip¨® como devastador el PHN fue para el Partido Popular, que vio diezmados sus grupos municipales en las comarcas del sur de Tarragona durante el pasado mandato.
El partido que gobierna en Espa?a tendr¨¢ que prepararse, adem¨¢s, por si de las urnas surge un castigo por casos como el decretazo, la crisis del Prestige o la guerra de Irak. La Junta Electoral Central ha resucitado en los ¨²ltimos d¨ªas una guerra enterrada hace semanas y que todo el mundo daba por muerta. Las consecuencias podr¨ªan ser no deseables para los populares. Catalu?a ha sido pionera en las movilizaciones contra la guerra. Un retroceso en votos har¨ªa peligrar ese papel que, aunque sea de tercera fuerza pol¨ªtica, el PP desempe?a con escasa brillantez.
Los populares no cuentan con ninguna alcald¨ªa emblem¨¢tica. El partido que gobierna en Espa?a lo hace de forma directa sobre la nada halag¨¹e?a cifra de 12.000 catalanes. Su papel de tercera fuerza procede de los votos que recibe del ¨¢rea metropolitana de Barcelona, controlada de manera casi absoluta por el Partit dels Socialistes.
Los efectos de las diversas crisis pol¨ªticas sobre el PP, junto con el aumento en intenci¨®n de voto de Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa, dilucidar¨¢n cu¨¢l ser¨¢ la tercera fuerza, lo que no deja de tener su inter¨¦s, pensando en la necesidad de alianzas para las pr¨®ximas auton¨®micas.
Esquerra espera dar el gran salto en n¨²mero de votos y concejales, mientras que Iniciativa deber¨¢ luchar con la izquierda hermana del PSC, esa que saca las u?as cuando salen a relucir alcald¨ªas del cintur¨®n de Barcelona en manos de ICV. Este es el caso de Rub¨ª, Molins de Rei y Sant Feliu de Llobregat. Las pr¨®ximas municipales cerrar¨¢n muchos interrogantes.
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