Un viaje de ida y vuelta
Por fin el euro ha recuperado (cuatro a?os le ha costado) el valor externo frente al d¨®lar con que naci¨® a comienzos de 1999 (gr¨¢fico izquierdo). Hasta hace poco, casi todos los europeos continentales est¨¢bamos deseando que esto ocurriera (cuesti¨®n de orgullo, sobre todo). Sin embargo, ahora que se ha producido, la preocupaci¨®n es otra, casi la contraria: que la cotizaci¨®n actual es demasiado alta para que las empresas europeas puedan competir.
Mucha gente est¨¢, adem¨¢s, sorprendida y confusa por la actual apreciaci¨®n del euro. Si, a?os atr¨¢s, se nos dec¨ªa que la causa fundamental de su p¨¦rdida de valor frente al d¨®lar eran los pobres resultados de la econom¨ªa europea frente al dinamismo de la econom¨ªa norteamericana, ?por qu¨¦ se produce su apreciaci¨®n ahora que la econom¨ªa europea est¨¢ en m¨ªnimos y sus perspectivas a corto y medio plazo son peores que las de la econom¨ªa norteamericana? La respuesta es que la cotizaci¨®n de las monedas depende de numerosas variables, unas act¨²an a corto plazo y otras, a largo y adem¨¢s son cambiantes en cada momento. En el largo plazo, el mantenimiento de la paridad del poder adquisitivo es la variable fundamental. Sin embargo, en el corto plazo, los movimientos de capitales son los determinantes, y ¨¦stos se mueven buscando rentabilidades o plusval¨ªas (o tratando de evitar minusval¨ªas) en funci¨®n de las expectativas, de los diferenciales de tipos de inter¨¦s, etc¨¦tera.
El BCE deber¨ªa bajar los tipos para compensar la p¨¦rdida de competitividad de la zona euro
Lo que est¨¢ detr¨¢s de la actual huida de los capitales del d¨®lar y, por tanto, de su debilidad es la percepci¨®n de que el enorme d¨¦ficit de la econom¨ªa americana, que se prev¨¦ vaya en aumento al sumarse al d¨¦ficit del sector privado el que est¨¢ generando la insensata pol¨ªtica fiscal de Bush en el sector p¨²blico, tendr¨¢ que corregirse en alg¨²n momento, y eso pasa por la depreciaci¨®n del d¨®lar. As¨ª que, perdedor el ¨²ltimo. Adem¨¢s, los diferenciales de tipos de inter¨¦s a corto plazo tambi¨¦n perjudican al d¨®lar.
?Es esto positivo o negativo para Europa? Pues, depende. Para los que importan o tienen activos en euros, positivo; para los que exportan o tienen activos en d¨®lares, negativo. A nivel macroecon¨®mico, es m¨¢s positivo que negativo para los pa¨ªses que, como Espa?a, tienen problemas de inflaci¨®n, pero es m¨¢s negativo para las grandes econom¨ªas europeas cuyo problema es el crecimiento econ¨®mico.
?C¨®mo est¨¢ la actual cotizaci¨®n del euro (o de la peseta virtual) en relaci¨®n con su nivel de equilibrio a largo plazo? Si aproximamos este nivel por la media del tipo de cambio real (tipo de cambio nominal corregido por la inflaci¨®n relativa) desde 1970 hasta 2002 (gr¨¢fico derecho), vemos que la cotizaci¨®n actual se sit¨²a ya algo por encima de ese nivel, lo que no quiere decir que el euro siga apreci¨¢ndose porque, como se ve, las desviaciones suelen alcanzar niveles mayores que el actual.
?Qu¨¦ implicaciones tiene el ajuste de paridades para la pol¨ªtica econ¨®mica? La primera, que el Banco Central Europeo deber¨ªa bajar los tipos de inter¨¦s, para compensar a las empresas de la zona del euro por la p¨¦rdida de competitividad y para frenar la afluencia de capitales que buscan beneficiarse de los diferenciales de tipos. La segunda, que se debe estimular la capacidad de crecimiento end¨®geno de la econom¨ªa europea, pues dif¨ªcilmente en los pr¨®ximos a?os se va a contar con la ayuda de la locomotora exterior. ?C¨®mo? Eso es lo realmente dif¨ªcil, pero lo verdaderamente importante.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros Confederadas para la Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social (FUNCAS).
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