Empadronada en Alemania
M¨¢s de mil personas acudieron a la Oficina del Censo Electoral a reclamar que no pod¨ªan votar por no aparecer en las listas
Mar¨ªa Gloria tiene 60 a?os y nunca ha estado en Alemania. Eso es lo que dice ella, pero la Oficina del Censo Electoral le inform¨® ayer de que no pod¨ªa votar porque est¨¢ empadronada en Berl¨ªn. Mar¨ªa Gloria alucin¨®. "Oiga, que le juro que no he estado jam¨¢s en Alemania", balbuce¨®, sin comprender nada, ante la mirada incr¨¦dula de una funcionaria. ?ste fue uno de los m¨¢s de mil casos que ayer tuvieron que tramitar los 60 empleados de la Delegaci¨®n Provincial de la Oficina del Censo Electoral, en la calle de Trafalgar (Chamber¨ª).
Los funcionarios no daban abasto. Hab¨ªa quejas para todos los gustos. Muchos reclamaron que, al ir a votar, no figuraban en las listas electorales. Un ciudadano rumano no entend¨ªa por qu¨¦ no pod¨ªa votar. Bastantes latinoamericanos tambi¨¦n acudieron pensando que pod¨ªan elegir al pr¨®ximo alcalde y presidente regional. "Eso es imposible, s¨®lo votan los espa?oles, los comunitarios y los noruegos en las municipales", explicaron una y otra vez los empleados.
La oficina estuvo abierta hasta las 20.30. Los ciudadanos a los que se les resolv¨ªa su problema sal¨ªan de all¨ª con un certificado especial para votar. Pero no fueron todos. Un matrimonio protest¨® hasta desga?itarse porque est¨¢ empadronado en Miraflores de la Sierra pero quer¨ªa votar en la capital. Un hombre con el pelo rapado, al descubrir que estaba empadronado en otro domicilio que el habitual dio sus razones a la funcionaria: "?sa ha sido mi mujer, para hacer alg¨²n chanchullo con la declaraci¨®n de la renta", dijo sin inmutarse. Una se?ora fue a protestar porque en su DNI pone que se apellida "Monfort" y en la lista "Manfort". "Vale, no hay problema. ?Usted c¨®mo se apellida en realidad?", le pregunt¨® la funcionaria. "Pues es que no lo s¨¦", contest¨® la mujer.
En la Oficina del Censo Electoral el ambiente fue distendido. No ocurri¨® lo mismo en algunos colegios electorales, donde los que llevaban alguna pegatina con el No a la guerra fueron increpados. En el colegio Cardenal Herrera Oria (Fuencarral), un hombre arranc¨® de cuajo una pegatina pacifista que un chaval llevaba en la cazadora. Casi llegan a las manos. Agentes de la Polic¨ªa Municipal y del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa tuvieron que acudir a poner orden.
En un colegio de Chamart¨ªn, los responsables de una mesa situada en la primera planta tuvieron que bajar la urna a la planta baja para que un minusv¨¢lido votase. Unos ancianos del colegio Jaime Vera (Tetu¨¢n) tambi¨¦n protestaron acaloradamente porque ten¨ªan que subir varios tramos de escaleras para depositar su voto.
Presidente beodo
En otros colegios, las an¨¦cdotas las pusieron los integrantes de las mesas electorales. Los tres miembros de una mesa de Moratalaz tuvieron que ser sustituidos por ser analfabetos, seg¨²n inform¨® el Delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansu¨¢tegui. La noche del s¨¢bado pas¨® factura a otros. En Arturo Soria, el presidente de una mesa tuvo que ausentarse y el suplente no pudo hacerse cargo "porque hab¨ªa una influencia notable de alcohol en su organismo", seg¨²n Ansu¨¢tegui.
Otro momento surrealista se vivi¨® en Parla, donde una ni?a de cuatro a?os censada por error vot¨® en el colegio Giner de los R¨ªos. La ni?a, que en el censo figura con 30 a?os, entreg¨® sus papeletas a los miembros de la mesa, que las introdujeron en la urna. "Cre¨ªamos que iba a introducir el voto de su madre", se justificaron los responsables de la mesa.
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