Los resultados avivan el duelo entre Mas y Maragall

Todos lo hab¨ªan planteado como un avance de las auton¨®micas de oto?o, pero han sido unas primarias un tanto opacas: los resultados no han arrojado apenas luz sobre el futuro. Las espadas siguen en alto para Artur Mas y Pasqual Maragall, que ahora deber¨¢n esprintar lo que no han corrido en cuatro a?os. Ni el Partit dels Socialistes ni Converg¨¨ncia i Uni¨® han logrado obtener ventajas significativas de estas municipales. Adem¨¢s, el electorado da muestras de fatiga respecto a ambas formaciones. Los resultados de los comicios locales han supuesto un retroceso de ambas fuerzas: el PSC ha descendido cuatro puntos porcentuales y CiU dos.

No es extra?o que los ojos de ambos partidos se hayan vuelto hacia Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), una de las dos grandes formaciones emergentes -la otra es Iniciativa per Catalunya-, que en estas elecciones se ha consolidado como tercera fuerza pol¨ªtica. El objetivo es doble: por una parte, consolidar el poder municipal propio; por otra, buscar alianzas para las auton¨®micas de oto?o

Y es que el duelo entre Maragall y Mas est¨¢ ahora m¨¢s enconado que nunca. Esquerra Republicana se convierte en el ¨²nico partido que puede pactar con las formaciones mayoritarias: el PSC y CiU. Y es que mientras que el Partido Popular s¨®lo puede coligarse con CiU, Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa (ICV-EUiA) descarta de sus alianzas a nacionalistas de CiU y populares. La floreciente Esquerra se convierte en objetivo apetecible.Ayer mismo, Josep Antoni Duran Lleida, secretario general de CiU, expres¨® la voluntad de la federaci¨®n de "hacer lo posible para que haya una gran mayor¨ªa de ayuntamientos nacionalistas". Tambi¨¦n Miquel Iceta, portavoz del PSC, expuso el inter¨¦s de su formaci¨®n por los pactos de progreso, es decir, gobiernos tripartitos en colaboraci¨®n con ERC e ICV-EUiA.

Tanto CiU como el PSC han iniciado el ritual de la seducci¨®n de Esquerra Republicana. Pero en cuesti¨®n de pactos municipales, como en el amor, no hay reglas que valgan. Hace cuatro a?os se vieron pactos PSC-PP en Tortosa y en La Seu d'Urgell. Ahora cosas m¨¢s extra?as pueden suceder. Son alianzas en las que pesa m¨¢s el car¨¢cter local y que son dif¨ªciles de explicar por las direcciones de los partidos.

Esquerra tiene, pues, ahora muchas llaves de presente y de futuro. Y ayer dio muestras de que continuar¨¢ su pol¨ªtica de estudiada equidistancia: pact¨® la Diputaci¨®n de Girona con CiU; mientras, en Barcelona se dispone a dar el s¨ª al socialista Joan Clos. El PSC ha obtenido 15 concejales, frente a cinco de ICV-EUiA y ERC, respectivamente, en la capital catalana. Es la f¨®rmula que gobierna desde 1995, aunque ahora los socios reclamar¨¢n m¨¢s tarta.

La 'Catalu?a catalana'

Desde la direcci¨®n del PSC se han criticado los malos resultados de los socialistas en Barcelona -donde han perdido 12 puntos porcentuales y 60.000 votos-, que son en buena medida causantes del retroceso general del partido. De hecho, las mayor¨ªas socialistas han aguantado el tipo en el cintur¨®n industrial. Los socialistas tambi¨¦n han conseguido entrar en localidades que hasta ahora eran cotos de CiU. El PSC ha sido la fuerza m¨¢s votada en Berga y en Olot, as¨ª como en diversas localidades de las provincias de Lleida y Tarragona. En n¨²mero de sufragios, la conquista de estas poblaciones no supone un incremento sustancial, pero es la signficativa apertura de una v¨ªa de agua en el buque convergente, principal receptor de los votos procedentes de la llamada Catalu?a catalana.

Todo ello consolida la red geogr¨¢fica de Maragall m¨¢s all¨¢ de los feudos socialistas en los alrededores del ¨¢rea metropolitana de Barcelona. En Girona y Lleida, el PSC ha perdido su mayor¨ªa absoluta y tambi¨¦n deber¨¢ pactar.

CiU, por su parte, conservar¨¢ Tarragona, la perla de la corona convergente, gracias al PP. Pero Barcelona tambi¨¦n se ha revelado mala plaza para la federaci¨®n, cuyo alcaldable, Xavier Trias, ha obtenido nueve concejales y un 21,4%, el peor resultado desde 1983. La distancia entre ambas formaciones es de nueve puntos porcentuales a favor de los socialistas en toda Catalu?a, lo que supone una reducci¨®n de dos puntos respecto a las muncipales de 1999. En este contexto, no tiene nada de extra?o que la federaci¨®n nacionalista lanzara ayer el mensaje de que la situaci¨®n actual es mejor que la de hace cuatro a?os en la carrera hacia la Generalitat.

CiU busca que el pacto con ERC pase p¨¢gina del acuerdo que desde 1996 hasta hace unos meses ha dado a los convergentes el apoyo del PP en el Parlament. Precisamente el partido de Josep Piqu¨¦ y Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz -que ha obtenido 40.000 votos m¨¢s y ha resistido los embates del Prestige, la guerra de Irak y el decretazo- est¨¢ abierto a todos los pactos. Pero es el socio menos deseado por las restantes formaciones. Tal vez los resultados del domingo hagan reconsiderar estos apriorismos en favor de actitudes pragm¨¢ticas propias de la pol¨ªtica municipal. Y pensando en las auton¨®micas, ?lograr¨¢ el PP de Josep Piqu¨¦ quedarse con una parte de la tarta de Artur Mas? A la vista de lo sucedido el pasado domingo, nada est¨¢ seguro. La carrera hacia la presidencia de la Generalitat tendr¨¢ que acelerar su ritmo.