Puntualizaciones
He le¨ªdo, con algo de aprensi¨®n, la cr¨ªtica sobre el espect¨¢culo estrenado en el teatro Alb¨¦niz de Madrid el pasado mi¨¦rcoles 14 de mayo. Dicha aprensi¨®n es consecuencia no de la cr¨ªtica al propio espect¨¢culo, sino de la err¨®nea impresi¨®n que transmite acerca de los recursos econ¨®micos de la compa?¨ªa.
Perm¨ªtame aclarar algunos hechos, datos que fueron expuestos claramente por V¨ªctor Ullate en la rueda de prensa que tuvo lugar en el propio teatro Alb¨¦niz el martes 13 de mayo a las 13.00 y en la que no tuvimos el placer de poder saludar a ning¨²n representante de la secci¨®n de Cultura de su peri¨®dico:
- Somos conscientes de que el nombre de la compa?¨ªa, Ballet de la Comunidad de Madrid, puede inducir a error y dar la impresi¨®n de que la compa?¨ªa es financiada al cien por cien por la Comunidad de Madrid. Esto no es as¨ª. La compa?¨ªa no tiene siquiera sus necesidades b¨¢sicas cubiertas por el dinero p¨²blico y depende para su funcionamiento de los recursos generados por las galas contratadas y, como usted bien sabe, la programaci¨®n cultural, y muy especialmente la danza, en todo el mundo atraviesa una situaci¨®n extremadamente complicada, con las evidentes consecuencias para la capacidad generadora de la compa?¨ªa, hasta el punto de complicar enormemente su propia subsistencia. Esto obliga a limitar el personal de la compa?¨ªa (no s¨®lo el n¨²mero de bailarines) y otros gastos, como viajes, promoci¨®n o los derivados de nuevas producciones.
- La subvenci¨®n estable a la que se refiere en su columna y a la que califica como la m¨¢s alta otorgada por el Estado en materia de danza cubre apenas un 40% del presupuesto anual del ballet. De hecho, s¨®lo los gastos de personal superan ampliamente el montante de dicha subvenci¨®n. La "escu¨¢lida veintena de bailarines" est¨¢ compuesta por 22 bailarines titulares y 5 aspirantes. Por supuesto, parece usted olvidar que adem¨¢s existe una plantilla t¨¦cnica fundamental para montar cualquier tipo de espect¨¢culo y que, en el caso del Ballet de la Comunidad de Madrid, es de 14 personas.
- Teniendo esto en cuenta, el uso del adverbio "parad¨®jicamente" no parece resultar excesivamente apropiado. Ese t¨¦rmino denota contradicci¨®n, cuando el hecho es que en este caso el tama?o de la plantilla es una consecuencia directa de los recursos econ¨®micos disponibles. M¨¢s a¨²n, las implicaciones de este uso (uno no puede menos que pensar que pretende dar a entender que con el volumen de la subvenci¨®n la compa?¨ªa podr¨ªa permitirse una plantilla mucho mayor) resultar¨ªan ofensivas si no fuese por lo rid¨ªcula que tal implicaci¨®n aparece ante los ojos de quien conoce las cifras. En mi caso, prefiero pensar que ha sido un uso desafortunado de la palabra.
- La subvenci¨®n podr¨ªa ser considerada la m¨¢s alta del Estado si nos olvidamos del Ballet Nacional de Espa?a y la Compa?¨ªa Nacional de Danza. Ambas instituciones, afortunadamente, no tienen los problemas presupuestarios del Ballet de la Comunidad de Madrid.
Lamentablemente, comparto su opini¨®n de que el ballet en Espa?a ha perdido casi todas las batallas, muy especialmente la de atraer la atenci¨®n de las instituciones p¨²blicas y privadas en materi
a de financiaci¨®n. Y con esa batalla perdida es muy dif¨ªcil ganar las dem¨¢s. Mantener primeras figuras y un cuerpo de baile de tama?o suficiente para montar grandes coreograf¨ªas (cr¨¦ame usted si le digo que pocas cosas har¨ªan m¨¢s feliz a V¨ªctor Ullate que poder dirigir un Ballet de la Comunidad de Madrid del tama?o del Royal Ballet), emprender campa?as de educaci¨®n y promoci¨®n que atraigan al p¨²blico a los teatros, hacerse con los derechos de las obras de importantes core¨®graf
os internacionales o producir coreograf¨ªas propias de gran envergadura son acciones que requieren importantes cantidades de dinero. De un dinero que no llega en cantidades suficientes.
La compa?¨ªa, es cierto, sobrevive gracias a la subvenci¨®n de la Comunidad de Madrid, algo por lo que estamos inmensamente agradecidos. Pero sobrevivir no es suficiente, y, si queremos que ¨¦sta o cualquier otra compa?¨ªa desarrollen todo su potencial, ser¨¢ necesario mucho m¨¢s.
Es mi opini¨®n personal, que, en tiempos como ¨¦stos, de gran dificultad econ¨®mica en el mundo de la danza y la cultura en general, todos aquellos que podemos hacer algo al respecto tenemos la responsabilidad moral de luchar por que la situaci¨®n cambie y m¨¢s recursos sean dirigidos hacia la danza. Insinuar que los recursos actuales son suficientes o no se manejan adecuadamente, como se infiere de sus palabras, no me parece adecuado ni conforme al ejercicio de esa responsabilidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.