La ambici¨®n de la 'Jefa'

El abatimiento, la indignaci¨®n y el vendaval causados por dos libros sobre su vida, fundamentalmente La Jefa, determinaron la p¨²blica reacci¨®n de la singular primera dama de M¨¦xico, Marta Sahag¨²n, un comunicado de la presidencia de la Rep¨²blica y un intenso debate sobre los l¨ªmites de la privacidad. "No llores por m¨ª, mi Martita, tu pueblo te necesita". Invocando el musical Evita y a su admirada Eva Duarte de Per¨®n (1919-1952), el payaso Brozo le cant¨® para animarla. "Es falso, no hay abuso de poder, no hay ilegalidad en los recursos del Estado. En nuestras familias no cabe la deshonestidad, el abuso de poder ni la impunidad", declar¨® Marta Sahag¨²n en el programa del popular c¨®mico, emitido por Televisa.

Dos libros analizan la gran influencia social y las aspiraciones pol¨ªticas de Marta Sahag¨²n

La abanderada de los descamisados argentinos acab¨® siendo m¨¢s popular que su marido, el general y presidente Juan Domingo Per¨®n (1895-1974), porque las masas adoraban aquel populismo contra la plutocracia empresarial y las ¨¦lites castrenses. El apostolado de su ¨¦mula mexicana, de 50 a?os, a quien muchos adivinan apetencias presidenciales en el a?o 2006, es diferente, pero tambi¨¦n incide en la atenci¨®n a los pobres y desamparados a trav¨¦s de la cuestaci¨®n, la asistencia social o el est¨ªmulo emocional en lazaretos y casas de acogida.

Su activismo social y poder pol¨ªtico desdibujan a su marido, el presidente Vicente Fox, seg¨²n los sondeos y la mayor¨ªa de los analistas. La ¨²ltima encuesta de Mitofsky, en noviembre de 2002, le concede una popularidad del 7,2 sobre 10 contra casi el 6 del presidente. "Muchos esc¨¢ndalos se venden f¨¢cilmente como un moderno cuento edificante", se dice en El esc¨¢ndalo pol¨ªtico, de John Tompson. Podr¨ªa ocurrir ahora en M¨¦xico, porque ha sido enorme la escandalera desatada por La Jefa, de la periodista argentina Olga Wornat, y en mucha menor medida por Marta. El destino de una mujer enamorada... del poder, del mexicano Rafael Loret de Mola, que mezcla realidad con ficci¨®n.

El primer libro ventila intimidades de alcoba y sacrist¨ªa de los anteriores matrimonios de la cat¨®lica pareja presidencial, casada civilmente en segundas nupcias hace dos a?os, las intrigas y desavenencias palaciegas, e insin¨²a tr¨¢fico de influencias y utilizaci¨®n privada de bienes oficiales. El jefe del Estado Mayor presidencial, general Jorge Amado Tamayo, neg¨® que alg¨²n avi¨®n adscrito a esa dependencia hubiera efectuado un viaje de placer a Houston y Las Vegas con alg¨²n hijo de Marta Sahag¨²n a bordo como se apunta en La Jefa. "?Que investiguen a los hijos de Marta Sahag¨²n!", pidi¨® la primera dama.

Sus cr¨ªticos subrayan que la controversia y los libros eran inevitables. "Es una mujer al¨¦rgica a la prudencia y a la discreci¨®n", le reproch¨® en El Universal Ra¨²l Cremoux. "Por reiterada decisi¨®n propia, es la ni?a de todos los bautizos, la novia de cualquier casorio y la difunta preferida en los velorios". Ren¨¦ Delgado, director del diario Reforma, cree que el matrimonio llev¨® "la vida privada al terreno p¨²blico" al darse un beso en la plaza de San Pedro, al abundar p¨²blicamente sobre sus creencias religiosas o al repartir como un bolet¨ªn oficial la ecograf¨ªa de la nuera embarazada. Otros columnistas aconsejan llevar a juicio a la periodista argentina por calumnias. Martha Sahag¨²n, que recibi¨® a Olga Wornat en varias ocasiones, asume la controversia originada por su protagonismo, porque, seg¨²n sostiene, su vida privada no ha interferido en los asuntos de Estado y porque el servicio a sus compatriotas en desgracia exige el concurso de todos. "Yo no creo en eso (en el papel tradicional de la esposa de un presidente). Lo respeto, pero (...) no es mi estilo", dijo.

"Creo que mi hija influye mucho sobre Vicente , ?no? No s¨¦; lo digo por lo que veo: cuando est¨¢n juntos, ¨¦l es un hombre muy parco y ella es muy activa, le gusta mandar, le gusta la pol¨ªtica", se?ala Alberto Sahag¨²n en La Jefa. La insinuaci¨®n de la primera dama durante su entrevista con Brozo, "tenemos que luchar por la continuidad del proyecto", fue mayoritariamente interpretada como de alguien dispuesto a seguir en la brega pol¨ªtica y disputar la presidencia si la coyuntura y las encuestas le son propicias.