"Si la biotecnolog¨ªa no llega a los pa¨ªses en desarrollo las hambrunas ser¨¢n terribles"
Pilar Carbonero Zalduegui es la primera mujer que ingresa en la Academia de Ingenier¨ªa. Lo har¨¢ el pr¨®ximo 3 de junio y con ella llega un ¨¢rea de conocimiento nueva para la instituci¨®n: la ingenier¨ªa gen¨¦tica vegetal. Carbonero, de 60 a?os, catedr¨¢tica de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular en la escuela de ingenieros agr¨®nomos de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid (UPM), es pionera de la biotecnolog¨ªa de plantas en Espa?a. Tras vivir el auge inicial de una tecnolog¨ªa que despertaba muchas expectativas, no se esperaba "la tremenda reacci¨®n en contra que se produjo en Europa" cuando llegaron los cultivos transg¨¦nicos. No comprende este rechazo, que considera m¨¢s "emocional" que basado en razones. Su grupo, de 10 personas, participa en uno de los principales proyectos internacionales para entender la funci¨®n de los genes de la planta modelo Arabidopsis thaliana.
"Nunca como ahora los desarrollos tecnol¨®gicos han estado tan controlados"
"Los cereales han sido las ¨²ltimas plantas que hemos aprendido a transformar"
Pregunta. ?Usted vio nacer la biotecnolog¨ªa de plantas?
Respuesta. S¨ª, he estado en este asunto desde el principio. Yo estaba en 1983 en el Miami Winter Symposium, donde se describi¨® por primera vez en un foro internacional la obtenci¨®n de plantas transg¨¦nicas. Y ya hab¨ªa hecho cursos antes en el Cold Spring Harbor Laboratory. Y hab¨ªa pasado tambi¨¦n por el Centro de Biolog¨ªa Molecular, en Madrid, con Eladio Vi?uela, con quien trabaj¨¦ en la clonaci¨®n del virus de la peste porcina africana.
P. Entonces no era tan com¨²n ir a Estados Unidos a estudiar.
R. Yo fui becada por la Fundaci¨®n Juan March para ir a la Universidad de Minnesota. En 1972 volv¨ª a la escuela de ingenieros agr¨®nomos. Luego organizamos el Departamento de Biotecnolog¨ªa, que hoy es el m¨¢s grande de la UPM.
P. La primera planta en la que trabaj¨® fue el trigo, ?no?
R. Ha sido mi planta toda la vida. Es la primera cosecha mundial. Pero era obvio que hab¨ªa que estar en la ¨¦poca de la gen¨®mica cuando empez¨®, y la arabidopsis es la primera planta cuyo genoma se ha secuenciado. Ahora se est¨¢ terminando el proyecto de gen¨®mica funcional quiz¨¢ m¨¢s importante dentro del V Programa Marco europeo, el estudio de los genes maestros de la arabidopsis. Entre los 30.000 genes en arabidopsis hay unos 1.500 que regulan todos los dem¨¢s; queremos entender bien c¨®mo trabajan.
P. ?Ha cambiado mucho la manera de investigar en 20 a?os?
R. Los ordenadores son algo asombroso. ?Qui¨¦n me iba a decir a mi hace 20 a?os que la bioinform¨¢tica se iba a convertir en una herramienta clave? La gen¨®mica implica un cambio tremendo en la forma de trabajar. Ordenadores por todas partes, plataformas inmensas que generan una cantidad de datos tremenda, gente que hace ?miner¨ªa de datos!
P. ?Por qu¨¦ no hay trigo transg¨¦nico comercializado?
R. Los cereales han sido las ¨²ltimas plantas que hemos aprendido a transformar. En el tabaco, por ejemplo, los investigadores en seguida imitaron a la naturaleza: en los ochenta descubrieron que una bacteria pat¨®gena transfiere algunos de sus genes a la planta al causarle la enfermedad, as¨ª que eliminaron los genes responsables de la enfermedad pero mantuvieron los que confieren a la bacteria la cualidad de transferir genes a la planta que infecta. Ahora ponemos los genes que nos interesa transferir donde antes estaban los genes de patogeneicidad. Este m¨¦todo se us¨® con las patatas, el tabaco, el tomate... pero no se consigui¨® con los cereales.
P. ?Qu¨¦ se usa con los cereales?
R. La pistola de genes: part¨ªculas de mil¨¦simas de mil¨ªmetro embadurnadas en ADN que se bombardean sobre el tejido. Despu¨¦s el tejido se regenera en la planta entera. En la biotecnolog¨ªa vegetal ¨¦stas han sido las dos cuestiones que han marcado el desarrollo: c¨®mo transferir genes y c¨®mo lograr regenerar la planta entera. Ambos han costado m¨¢s con los cereales, pero ya se ha solucionado. Adem¨¢s ya se ha secuenciado el genoma de un cereal, el arroz, en sus dos subespecies, ¨ªndica y jap¨®nica.
P. ?Qu¨¦ ventajas tiene el ma¨ªz transg¨¦nico, uno de los cultivos transg¨¦nicos m¨¢s extendidos hoy?
R. Hay 60 millones de hect¨¢reas de plantas transg¨¦nicas en todo el mundo... Una buena parte es ma¨ªz o bien resistente a insectos, como el que se cultiva en los Monegros; o bien tolerante a herbicidas. Este ¨²ltimo permite entre otras cosas la siembra sin arar previamente, que evita la erosi¨®n. Y una agricultura moderna sin herbicidas es inconcebible.
P. ?C¨®mo pensaba que evolucionar¨ªa este campo?
R. No esperaba la tremenda reacci¨®n en contra que se produjo en Europa, que ha sido especialmente da?ina incluso desde el punto de vista del dinero que se dedica a esta ¨¢rea. Se pas¨® de una euforia tremenda, porque se pensaba que la agronom¨ªa era una de las ¨¢reas de m¨¢s desarrollo potencial, a esta especie de par¨®n. Lo que me preocupa sobre todo es que esta tecnolog¨ªa no llegue a los pa¨ªses en desarrollo, porque puede resolver muchos problemas. Sin la biotecnolog¨ªa las hambrunas van a ser terribles.
P. El arroz dorado, con provitamina A, ?realmente es eficaz contra la falta de esta vitamina?
R. Este arroz ha surgido como respuesta a un problema acuciante. Que millones de ni?os se queden ciegos por falta de vitamina A nos debe preocupar a todos, y se ha demostrado que el arroz dorado tiene una cantidad de provitamina A no desde?able. Ahora bien, que esa cantidad no baste para evitar la ceguera... Es cuesti¨®n de mejorarlo. Pero desde luego la ingenier¨ªa gen¨¦tica puede resolver problemas como ¨¦ste.
P. ?Es preocupante la aparici¨®n de insectos resistentes a los cultivos transg¨¦nicos?
R. Como dec¨ªa Norman Borlaug, muchas de estas cuestiones surgen de pa¨ªses con la panza bien llena. Nunca hemos estado tan bien alimentados y a la vez nunca nos ha preocupado tanto que nos envenenemos con la dieta. Y en realidad lo que ha hecho el agricultor toda la vida ha sido introducir resistencias a insectos plaga procedentes de plantas silvestres por cruzamiento tradicional, pero sin saber qu¨¦ gen introduc¨ªa. Y cuando ese gen ha dejado de ser ¨²til, porque naturalmente existe una coevoluci¨®n de las plantas con sus insectos plaga, pues se han buscado otras fuentes de resistencia. En los cultivos transg¨¦nicos se ha instaurado una metodolog¨ªa de siembra para evitar que aparezcan las resistencias. Nunca como ahora los desarrollos tecnol¨®gicos han estado tan sumamente controlados. Tanto, que a algunos nos parece excesivo.
P. ?Pero han aparecido ya estas resistencias?
R. No, que yo sepa. Pero no nos sorprender¨ªa que ocurriera. Entonces simplemente se buscan genes nuevos. Hay muchos que se podr¨ªan ir introduciendo ya.
P. Otro argumento empleado en contra de los transg¨¦nicos es que los intereses comerciales impedir¨¢n su llegada a pa¨ªses en desarrollo, que no podr¨¢n pagarlos.
R. No s¨¦ hasta qu¨¦ punto. Los ma¨ªzes h¨ªbridos se est¨¢n cultivando en ?frica con gran ¨¦xito. El arroz dorado tampoco ha ido paralelo a intereses comerciales. En este mundo ni a los m¨¢s ego¨ªstas les interesa que haya hambre en ?frica y Asia, porque ahora con las migraciones... Y gran parte de la investigaci¨®n en biotecnolog¨ªa de plantas est¨¢ financiada por fundaciones, sin ¨¢nimo de lucro.
P. ?Qu¨¦ supone para usted entrar en la Academia de Ingenier¨ªa?
R. Una alegr¨ªa muy grande, un reconocimiento. En general las mujeres estamos poco representadas en todas las academias. ?Es por discriminaci¨®n? Se accede a una academia con una vida profesional detr¨¢s m¨¢s o menos importante y cuando yo estudiaba... pues ¨¦ramos s¨®lo tres mujeres entre un centenar de alumnos. O sea que soy la primera pero mi entrada refleja la situaci¨®n de las facultades en aquella ¨¦poca.
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