Pure Tunes enciende la alarma en las discogr¨¢ficas espa?olas
La empresa vende en la Red descargas de m¨²sica con tarifa plana
La semana pasada comenz¨® a operar en Espa?a Pure Tunes, un nuevo sitio que vende descargas de m¨²sica en la Red. La empresa, de capital holand¨¦s y controlada por Sakfield Holding Company, hizo removerse de sus sillones a m¨¢s de un responsable de la industria discogr¨¢fica. Medios de todo el mundo, de la BBC a Los Angeles Times, se hicieron eco.
El nuevo bazar de m¨²sica es similar al pionero espa?ol Weblisten, que comenz¨® a vender descargas de m¨²sica en 1998; desde entonces le han llovido las demandas judiciales. El servicio de Pure Tunes ofrece suscripciones por un periodo de tiempo limitado (8 horas por 3.50 euros; una semana por 8,77 euros, hasta un a?o) durante el que puede descargarse lo que se quiera, m¨¢ximo dos canciones simult¨¢neamente, y con una "velocidad ilimitada", a diferencia de otros negocios musicales (Pressplay, Listen.com, o el reciente iTunes de Apple) que venden (y cobran) al menudeo, canci¨®n por canci¨®n.
El cat¨¢logo de Pure Tunes abarca artistas de las grandes discogr¨¢ficas, desde Springsteen a Diana Krall, en formato MP3 y con una calidad de 128 Kbps. Ninguna de las Big Five (BMG, Sony, EMI) consultadas en Espa?a ha concedido licencias a Pure Tunes para la distribuci¨®n de m¨²sica.
As¨ª que para salir adelante Pure Tunes deber¨¢ salvar los mismos obst¨¢culos que al cabo de cinco a?os Weblisten no ha resuelto a¨²n. Tiene en contra m¨¢s de media docena de sentencias judiciales, algunas de ella firmes, lo que la obliga a retirar el repertorio que oferta de la discogr¨¢fica demandante.
El responsable del departamento jur¨ªdico de la discogr¨¢fica BMG, Emiliano Figueroa, indica que se pondr¨¢n en contacto con Pure Tunes en las pr¨®ximas semanas y tomar¨¢n acciones legales; en el mismo sentido se expresan desde EMI. Los intentos de Ciberp@¨ªs por obtener respuesta de Pure Tunes han resultado bald¨ªos.
"Desde el principio hemos estado abiertos a cualquier tipo de acuerdo con las discogr¨¢ficas", asegura Javier Bernab¨¦, director adjunto de Weblisten. Sin embargo su modelo de negocio no satisface al sector. "Nosotros tenemos que determinar una serie de requisitos como la calidad y las propiedades de la distribuci¨®n de los archivos", explica Francisco G¨®mez, de EMI.
Esto significa eliminar "la distribuci¨®n en un formato completamente desprotegido como el MP3", aclara ?lvaro Rebollo, de BMG. Las casas de discos dicen no estar dispuestas a echar le?a al fuego de las redes Peer-to-Peer, licenciando archivos que tras la descarga desde un sitio legal pueden circular por todo Internet.
Admiten, en cambio, formatos como el Windows Media (.wma) o el liquid audio con sistemas DRM (Digital Rights Management), que regulan los usos posibles de los archivos (si se pueden distribuir, si es posible grabarlo a CD o s¨®lo est¨¢ permitido escucharlos, etc¨¦tera), unos sistemas tecnol¨®gicos muy criticados por algunos acad¨¦micos de la propiedad intelectual en EE UU. Los sitios espa?oles de descarga como Los 40 Principales o Telef¨®nica (a trav¨¦s del servicio Mundo ADSL) distribuyen en formatos .wma protegidos con DRM.
De momento Pure Tunes, que regalaba 25 descargas (en una l¨ªnea ADSL dom¨¦stica lleva unos 3 o 4 minutos descargar una canci¨®n, seg¨²n hizo Ciberp@¨ªs), se va a anunciar en otro de los monstruos con los que no saben c¨®mo lidiar las casa de discos, la red Peer-to-Peer Grokster.
Una trinidad de licencias siempre necesarias
Tres son los posibles usos de la propiedad intelectual: distribuci¨®n, reproducci¨®n y comunicaci¨®n p¨²blica. Para cualquiera de ellos es necesario el permiso de la trinidad compuesta por el creador, el int¨¦rprete y el productor. Los dos primeros se gestionan de forma colectiva desde la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) y la AIE (Sociedad de Artistas, Int¨¦rpretes y Ejecutantes). PureTunes cuenta con licencia de la SGAE y hab¨ªa gestionado la solicitud de la AIE. Intent¨® obtener licencia de AGEDI, que gestiona los derechos de las discogr¨¢ficas, pero ¨¦sta rechaz¨® la solicitud. Seg¨²n Beatriz Ben¨ªtez, de EMI, la licencia para el uso de la obra musical en Internet "es un derecho privativo de cada discogr¨¢fica".
La SGAE, en cambio, est¨¢ "obligada a conceder licencias a quien las solicite. S¨®lo puede exigir que cumplan con los pagos a los autores", aclara Jorge Conde, quienes estipulan una retribuci¨®n al autor del 12% de los ingresos totales o un m¨ªnimo de 16,3 c¨¦ntimos de euro por pieza musical.
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