Dos espa?oles instalan en California quioscos para enviar fotos digitales
Las m¨¢quinas de Keshot se colocan en lugares p¨²blicos
Hace cuatro a?os, Juan Benavides andaba de farra por Las Vegas, disfrazado de algo ignominioso. ?l quer¨ªa que sus amigos de Los ?ngeles pudieran verle en ese estado en ese instante. Pero era imposible.
Se rode¨® de un joven equipo en California y en un a?o desarrollaron su propio software abierto con arquitectura modular para el quiosco, en torno a Windows NT, y para el usuario la interfaz gr¨¢fica en HTML. Todo con la gesti¨®n de datos y sistema basados en el servidor 2000 SQL. Hab¨ªa nacido Keshot y, para entonces, ya proliferaban por el pa¨ªs las c¨¢maras digitales.
La empresa se instal¨® en la exclusiva Miracle Mille de Los ?ngeles, con un grupo de amigos que formaban una peque?a torre de Babel: argentinos, jamaicanos, mexicanos y coreanos, m¨¢s los espa?oles Benavides y Paloma Fl¨®rez.
El fundador espa?ol daba un giro total a su vida que, hasta entonces, estaba dedicada a ser empleado de grandes corporaciones. Tras graduarse en la ingenier¨ªa espacial por la Polit¨¦cnica de Madrid, trabaj¨® para Boeing, que le destin¨® al departamento aeron¨¢utico de Long Beach (California).
Los quioscos de Keshot se instalan en espacios p¨²blicos o se alquilan para actos, congresos o museos. La operaci¨®n es sencilla: al llegar al quiosco de un evento, el cliente se hace unas fotos o graba un v¨ªdeo de 15 segundos para enviarlo por correo electr¨®nico a tres contactos suyos que recibir¨¢n una postal electr¨®nica. La empresa presta ese servicio gratuito a cambio de comenzar en la Red una relaci¨®n directa con el cliente.
Paloma Fl¨®rez, la otra socia espa?ola fundadora, es licenciada en Marketing y se encarga de la expansi¨®n del negocio en Espa?a. "Este inicio de relaci¨®n es mucho m¨¢s sutil en la mercadotecnia electr¨®nica que la compra a trav¨¦s de la p¨¢gina de la empresa, opci¨®n que no siempre existe". Las postales permanecen colgadas en la web para ser vistas siempre que el cliente lo desee; adem¨¢s generan tr¨¢fico en la Red y consolidan una imagen de marca.
Pese a la debacle de tantas empresas puntocom y de nuevas tecnolog¨ªas, Benavides y Fl¨®rez est¨¢n convencidos de que el despegue en Espa?a no ser¨¢ tan dif¨ªcil como en Estados Unidos. "Aqu¨ª es una experiencia l¨²dica ¨²nica; no hay precedentes y adem¨¢s normalmente se produce una m¨ªmesis en el comportamiento de los h¨¢bitos desde Estados Unidos hacia Espa?a", explica Fl¨®rez. "Nuestras reuniones diarias por videoconferencia nos permiten a la secci¨®n espa?ola adelantarnos al siguiente paso y actuar en consecuencia. A veces es como si tuvieras una bola de cristal en el ordenador".
En estos momentos Keshot trabaja para tres empresas en Estados Unidos; en Espa?a est¨¢ en la fase previa al salto definitivo al mercado. Durante el ¨²ltimo a?o, un quiosco ha recogido 1.300 im¨¢genes en el Museo de las Ciencias de Valencia. Tras evaluar las reacciones del p¨²blico, sus responsables confiesan que "el entusiasmo al grabar v¨ªdeos espont¨¢neos para amigos es contagioso. S¨®lo esperamos que se corra la voz pronto".
De momento, el acceso a Internet en espacios p¨²blicos es bastante complicado en Espa?a, aparte de los cibercaf¨¦s y de accesos a bibliotecas y museos.
El fracaso del plan Info XXI se traduce tambi¨¦n en la lenta incorporaci¨®n de la Red al espacio p¨²blico. Telef¨®nica o Correos facilitan la navegaci¨®n desde cabinas o terminales, pero con cuentagotas. De momento hay instaladas ¨²nicamente 35 terminales en oficinas postales y 70 cabinas multimedia por todo el pa¨ªs. Benavides y Fl¨®rez aspiran a llenar las calles con su quioscos Keshot.
![Paloma Fl¨®rez, en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/Q4PBTY6E7ITZTYWGO3OSRQ6GRA.jpg?auth=8b696a0c868fd2913c120d98b1aff70c9a24da3fb0bbb4f11ea3e4e0304bbc82&width=414)
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