El for¨²nculo impertinente
Aconsejado por Indurain, Sevilla recurre desesperado a una pomada de hierbas para curar una herida que se le abre al pedalear
?scar Sevilla es un impaciente que no ha le¨ªdo a los cl¨¢sicos de su oficio.
Cuando a los antiguos les sal¨ªa un for¨²nculo, sab¨ªan que no hab¨ªa mejor medicina que dejarlo madurar. Sufr¨ªan en silencio el dolor insidioso en el asiento, dos, tres d¨ªas, sabiendo que al cuarto el divieso reventar¨ªa por s¨ª solo. Entonces, en el pelot¨®n, se o¨ªan suspiros de alivio. Como nuevos quedaban.
Pero cuando a ?scar Sevilla le sali¨® un for¨²nculo en la ingle, al ciclista manchego, apremiado, le falt¨® tiempo para lanzarse en plancha a un quir¨®fano y pedir que le abrieran la carne, que le extirparan el quiste. Y a los pocos d¨ªas, con los puntos a¨²n recientes, volvi¨® a la bicicleta, volvi¨® a entrenarse fuerte, a cumplir los plazos de preparaci¨®n, a pensar en el Tour. Ante tantas prisas, la naturaleza se rebel¨®. Los puntos se abrieron, la herida se niega a cerrarse.
Sevilla, que no quer¨ªa perder ni un d¨ªa de entrenamiento, pas¨® mes y medio sin poder subirse a la bicicleta. Tuvo que retrasar su debut hasta mediados de mayo. Empez¨® a correr la Vuelta a Asturias, pensando que la cicatriz se cerraba, pero de nuevo la herida se abri¨®.
Una semana despu¨¦s se encontr¨® con Miguel Indurain, el campe¨®n puente entre los tiempos heroicos y los modernos. "?Pero no has probado la pomada de Arrieta!", le dijo el gigante navarro. "Nosotros, cuando ten¨ªamos alg¨²n problema de for¨²nculos nos pon¨ªamos la pomada de Arrieta y era mano de santo".
Arrieta es Manuel Arrieta, el masajista guipuzcoano del Banesto y la pomada no es en realidad suya, sino un ung¨¹ento que preparaba su madre, Anastasia Irizar, en su caser¨ªo cerca de Alza, con hierbas y cortezas de ¨¢rbol. "No s¨¦ decirte que plantas son", dice Arrieta, "bueno, s¨¦ su nombre en euskera, pero no te dir¨¢ nada". El ung¨¹ento lo guarda Arrieta en botes de mermelada vac¨ªos que recog¨ªa de los desayunos de los hoteles. "Lo ha usado todo el mundo. Perico, Arroyo, Miguel... y hasta le di a Kelly el a?o que gan¨® la Vuelta. Te lo das, y es m¨¢gico, la herida se limpia de porquer¨ªa al instante".
"Es un magn¨ªfico limpiador", dice Jes¨²s Hoyos, m¨¦dico del Banesto, que conoce los efectos del ung¨¹ento. "Le ayudar¨¢ a eliminar las c¨¦lulas epiteliales muertas, que evitan la cicatrizaci¨®n, y acelerar¨¢ la regenaraci¨®n".
?scar Sevilla tambi¨¦n es t¨ªmido. No se atrevi¨® a pedirle el ung¨¹ento a Arrieta, pensando que se lo iba a negar por ser de otro equipo, as¨ª que fue su masajista, Bernardo Boquer, quien se lo consigui¨® y comenz¨® a aplic¨¢rselo. Y aunque Sevilla se tuvo que retirar de la ¨²ltima etapa de la Vuelta a Castilla y Le¨®n, el s¨¢bado pasado, porque le rozaba el culotte y pedaleaba inc¨®modo, en una posici¨®n inapropiada, Boquer dice que la herida marcha bien. "Le doy la pomada y le lavo la herida con otras hierbas y parece que se est¨¢ cerrando, y hasta puede entrenarse sin problemas", explica. "Lo que pasa es que ?scar va a llegar un poco justo al Tour. Aunque coge la forma enseguida, le va a faltar fondo y lo va a pasar mal la primera semana, en la que ya entran los Alpes. Y, en el fondo, puede que sea lo mejor. En la tercera semana andar¨¢ perfecto y llegar¨¢ a la Vuelta a Espa?a mucho m¨¢s fresco que el a?o pasado".
Sevilla, sin embargo, sigue desesper¨¢ndose, se niega a darse por vencido en su carrera contra el tiempo. Ayer dej¨® de entrenarse y viaj¨® a Madrid para que otro m¨¦dico le echara un vistazo a los labios que se niegan a sellarse del todo pese a que el ung¨¹ento de Arrieta ya los ha dejado como nuevos.
Mientras, su director, Vicente Belda, ya le ha explicado al navarro David Latasa que debe prepararase para asumir la responsabilidad del Kelme en el Tour. "Puedes quedar entre los 10 primeros", le ha dicho.
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