Falta asertividad
La importancia de la cr¨ªtica constructiva en cualquier orden de la vida es muy grande. De ella, siempre se pueden sacar orientaciones clarificadoras de otros caminos a recorrer, para conseguir unos objetivos, asumidos por los protagonistas llamados a ser sus beneficiarios y hacedores, o en ¨²ltima instancia, difusores de sus consecuencias.
La pol¨ªtica, cuando es peque?a bebe de la descalificaci¨®n personal y de otros argumentos manipulativos y tergiversadores, que conducen a pensar siempre que la parte criticada es: torpe, mala, e incluso, fascista o comunista (tanto monta, monta tanto).
Un pa¨ªs, que sociol¨®gicamente est¨¢ pasando por una etapa de p¨¢rvulos del compromiso, tiene que salirse de toda clase de ruidos sectarios, de mal gusto y de incipiente fomento de la envidia, por otra serie de valores, que todav¨ªa no atinan a convertir en propuestas la clase pol¨ªtica.
No entendemos muchas veces el lenguaje pausado y tranquilo, y no exento de mirada al medio plazo, que alg¨²n l¨ªder nos est¨¢ regalando. Enseguida, este pa¨ªs, lo ridiculiza todo, sobre todo lo que escapa de sus cortas luces, y lo convierte en chiste o en tele?eco.
Por todo ello hace falta asertividad a raudales. "Buenas formas abren puertas principales", dec¨ªa un tema de urbanidad. "Ser asertivo es tener capacidad de defender los propios derechos y opiniones, sin violar las de los dem¨¢s". En definitiva propiciar alternativas propias. Cosa que, m¨¢s de uno estamos esperando, pues la sinton¨ªa asertiva la tiene el l¨ªder de la oposici¨®n, ahora en el horizonte del posible cambio, s¨®lo resta el contenido del mensaje.
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