La herencia

Una vez que hemos vuelto a la normalidad, de nuevo en la rutina, nada m¨¢s placentero que echar un vistazo al panorama que nos ofrece la vida pol¨ªtica valenciana. Veamos qu¨¦ nos ofrece el futuro inmediato.

Sobre los an¨¢lisis de lo que ha pasado, no hay que perder ni un minuto m¨¢s. Despu¨¦s de ojear datos, tendencias y opiniones, poniendo en juego la experiencia de muchos a?os de trabajo, me quedo fascinado contemplando el cuadro de L'hereu, creo que de Amadeo Roca, impresionado por su belleza y por su capacidad de s¨ªntesis. No es un cuadro, es m¨²sica. Tampoco es s¨®lo eso, son conceptos en movimiento. M¨¢s que mirarlo, escuchas y comprendes. La madre sentada con toda su autoridad, preocupada por el futuro de la hacienda y por los advenedizos que imagina alrededor de su ¨²nico heredero. El hijo de pie, orgulloso, con el brazo rodeando a la madre, aparentemente en actitud protectora pero en realidad apoy¨¢ndose en el sill¨®n materno. ?l piensa en los proyectos de futuro con su generaci¨®n de amigos, que no percibe como advenedizos, pero le preocupan los deudos, es decir, los que tienen deudas y obligaciones con la herencia de la madre. Si yo supiera pintar as¨ª, no tendr¨ªa que haber estudiado tantos a?os para no saber explicar ni la mitad de lo que dice el cuadro.

La madre representa la generaci¨®n antigua, para la que todo lo nuevo es peligroso. No percibe que el verdadero peligro est¨¢ en los allegados que intentan vampirizar al sucesor, en los intereses creados por todos ellos, que ven como una amenaza al heredero y todo lo que le rodea. Mover¨¢n cielo y tierra para que todo siga igual, para convertir en perpetua la situaci¨®n heredada, mover¨¢n a doctores y pregoneros para desacreditar a los nuevos, para hacerles saber que aqu¨ª no tienen nada que hacer, que sigan su camino lejos de sus tierras. Argumentos y situaciones t¨ªpicas de una obra de Blasco, me refiero a Blasco Ib¨¢?ez, por supuesto, que viene a la memoria espont¨¢neamente al contemplar este ¨®leo sobre L'hereu.

Dicen que las madres sobreprotectoras cr¨ªan hijos con tendencias esquizofr¨¦nicas. Pero no es exacto, todo depende del hijo y de su capacidad para construir el futuro negociando con equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo, entre lo que ha recibido y su proyecto personal para realizar planes que se adapten al presente. Es la disociaci¨®n entre ambas cosas lo que conduce a la esquizofrenia, la mentalidad dividida entre las emociones del tiempo que ya pas¨® y los deseos del presente. El problema del heredero siempre es el mismo, quedar atrapado como ap¨¦ndice del pasado o demostrar que tiene car¨¢cter propio. Pero casi nunca sabe que sus primeros movimientos son definitivos, porque marcan de forma desproporcionada el resto de su trayectoria.

Es imposible adivinar el futuro de este conflicto. El pintor atrapa la situaci¨®n pero no le preocupa en absoluto el desenlace. Cuando me canso de contemplar el cuadro y miro hacia otra parte, siempre tengo un escalofr¨ªo. ?Qu¨¦ pintamos el resto de los mortales en todo esto? Tuvimos quince d¨ªas de cortejo, uno de reflexi¨®n y otro de protagonismo. Despu¨¦s s¨®lo nos queda el recuerdo, porque pasamos al olvido. Ni siquiera Don Juan Tenorio era m¨¢s r¨¢pido demostrando su machismo.