San Prudencio bailar¨¢ jazz

La tradici¨®n dice que la festividad de San Prudencio, patr¨®n de ?lava, se celebra el 28 de abril con una misa y una romer¨ªa en Armentia, un pueblo adherido a Vitoria. Por supuesto, en la fiesta no falta el folclor vasco: mucha trikitixa y txalaparta. Pero los tiempos cambian. Entre el 13 y el 19 de julio se celebra otro acontecimiento, el Festival de Jazz, y su organizador, I?aki A?¨²a, se ha fijado una meta: que San Prudencio baile m¨²sica de Nueva Orle¨¢ns.

Este a?o, como novedad, el certamen tendr¨¢ una inauguraci¨®n particular y gratuita, y que aspira a convertirse en tradicional. Colocando un escenario en las campas, se subir¨¢n all¨ª una serie de grupos con la misi¨®n de que los romeros disfruten el 13 de julio, domingo, tanto o m¨¢s que el 28 de abril. Actuar¨¢ primero la Steamboat Jazz Band, un grupo vitoriano, de blancos, que toca m¨²sica negra. Le seguir¨¢ la banda del trompetista Mark Braud, que rara vez abandona Louisiana; y la Preservation Hall Jazz Band, una banda con historia y bulliciosa. La jornada la cerrar¨¢n Los Hombres Calientes, con su mezcla de ritmos afroamericanos. Todos ellos, que contar¨¢n con el doctor Michael White como maestro de ceremonias, estar¨¢n unidos por un lema que dir¨ªa algo as¨ª: "Si dices que no te gusta el jazz es porque nunca has escuchado m¨²sica de Nueva Orle¨¢ns".

?ste ser¨¢ s¨®lo el aperitivo de una semana con 44 conciertos, repartidos en cuatro escenarios distintos, y que se cerrar¨¢ con la actuaci¨®n de Diana Krall, una cantante que ha traspasado las fronteras del jazz. Comparada con las grandes voces femeninas, la joven canadiense tiene previsto en Vitoria su ¨²nico concierto en Espa?a este a?o.

El festival dar¨¢ cabida a un amplio abanico de estilos. Mendizorroza acoger¨¢ una noche de m¨²sica sudafricana, una actuaci¨®n de Wynton Marsalis con Chano Dom¨ªnguez, el funky de Richard Bona, los bajos de Dave Holland y Marcus Miller, y la guitarra de Pat Metheny (que impartir¨¢ un seminario de cinco d¨ªas). No faltar¨¢ la secci¨®n del siglo XXI, para j¨®venes promesas, el jazz de medianoche ni la m¨²sica callejera.