A vueltas con la cuesti¨®n tecnol¨®gica

El art¨ªculo de mi compa?ero diputado y amigo Jos¨¦ Luis L¨®pez Bulla sobre la cuesti¨®n tecnol¨®gica (EL PA?S, 25 de abril de 2003) me mueve a reflexionar sobre tan importante cuesti¨®n, no como r¨¦plica a su planteamiento, que comparto, sino a modo de continuaci¨®n.

De alguna forma tratar¨¦ de contestar a mi manera a la pregunta: ?y ahora qu¨¦? ?C¨®mo podemos poner en pr¨¢ctica el Pacto Social por la Innovaci¨®n, tantas veces reclamado por el autor en el ¨¢mbito parlamentario?

L¨®pez Bulla lleva a?os defendiendo la necesidad de un Pacto Social por la Innovaci¨®n, en un momento hist¨®rico que ¨¦l califica de "innovaci¨®n-reestructuraci¨®n" del sector productivo. Lo que podr¨ªamos llamar tambi¨¦n el proceso de transici¨®n de la sociedad industrial a la sociedad del conocimiento est¨¢ planteando una transformaci¨®n radical del sistema productivo con fuertes, y no necesariamente positivas, implicaciones sociales. Esta transici¨®n tiene una base tecnol¨®gica simbolizada por la aplicaci¨®n de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y de las telecomunicaciones a las organizaciones y al conjunto del sistema productivo a escala global, que est¨¢ originando profundas transformaciones sociales que hay que valorar y en cierta medida gestionar desde un marco de concertaci¨®n p¨²blico-privado.

Desarrollo y cohesi¨®n son los elementos que justifican la necesidad del pacto social por la innovaci¨®n

La sociedad del conocimiento tiene como principal factor de producci¨®n el saber. El saber que acumulan las personas individuales y el saber como capital intelectual de las organizaciones integradas por estas personas. En este sentido, el conjunto de conocimientos existente en un pa¨ªs pasa a ser el elemento clave de su capacidad competitiva, y su evoluci¨®n en el tiempo viene determinada por la capacidad innovadora de una sociedad.

El acceso o no al conocimiento determinar¨¢ la posible marginaci¨®n de una parte de la sociedad. El conocimiento en definitiva como estrategia econ¨®mica y como instrumento de pol¨ªtica social. Eficiencia econ¨®mica y justicia social, desarrollo y cohesi¨®n, son los dos elementos que justifican la necesidad del pacto social por la innovaci¨®n.

?C¨®mo deber¨ªa aplicarse en Catalu?a el Pacto Social por la Innovaci¨®n? L¨®pez Bulla plantea dos tipos de medidas: "La puesta en marcha de una potente industria y un mercado del saber" y "la elaboraci¨®n de un Estatuto del saber". La primera medida consistir¨ªa a mi entender en una pol¨ªtica p¨²blica, concertada con los agentes sociales, de modernizaci¨®n del aparato productivo de acuerdo con los requerimientos competitivos de la sociedad del conocimiento. La segunda ser¨ªa el ¨¢mbito estricto del pacto social, el acuerdo expl¨ªcito e impl¨ªcito del conjunto de la sociedad catalana para realizar el esfuerzo necesario sin exclusiones, sin marginar a una parte de la sociedad.

Lo que se plantea, en definitiva, es un esfuerzo consciente de transformaci¨®n que no s¨®lo tenga en cuenta los elementos propios de la racionalidad econ¨®mica, sino que ponga tambi¨¦n en primer plano la necesidad de hacerlo desde la cohesi¨®n social. A este planteamiento le a?adir¨ªa que, como demuestra el caso de otros pa¨ªses, Finlandia entre ellos (v¨¦ase Manuel Castells, The finish model of the information society, Sitra 2001), en Europa s¨®lo es posible avanzar en un modelo econ¨®mico adaptado a la nueva sociedad si va acompa?ado de un amplio proceso de participaci¨®n social. Por otra parte, s¨®lo ser¨¢ posible mantener el Estado de bienestar propio de las sociedades europeas si avanzamos en un proceso de transformaci¨®n econ¨®mica hacia la sociedad de la informaci¨®n y el conocimiento.

Estado de bienestar y econom¨ªa competitiva ser¨ªan dos caras de la misma moneda, la moneda de la sociedad del conocimiento. Con recetas neoliberales propias de otras latitudes, el esquema de transformaci¨®n, adem¨¢s de injusto, podr¨ªa ser inviable.

Para terminar, solamente apuntar que para avanzar en este formidable proceso de transformaci¨®n, por otra parte ineludible, hay que ser capaces de concretar algunas medidas, entre las que podr¨ªan destacarse las que siguen. Proceder a una reforma a fondo del sistema educativo, a todos los niveles, para adaptarlo a los requerimientos de la nueva sociedad. Definir y aplicar un nuevo sistema catal¨¢n de ciencia y tecnolog¨ªa que represente un impulso de la capacidad innovadora del tejido productivo. Definir y aplicar una nueva pol¨ªtica industrial que tenga en cuenta tanto la potenciaci¨®n de los sectores tradicionales como la creaci¨®n de nuevas actividades emergentes, industria y servicios, con un alto valor a?adido. Favorecer la incorporaci¨®n del conjunto de la sociedad catalana a la sociedad de la informaci¨®n evitando la divisi¨®n digital, actualmente ya instalada en este pa¨ªs.

En definitiva, se tratar¨¢ de articular un conjunto de nuevas pol¨ªticas para poder cubrir con garant¨ªas el reto que representa para Catalu?a la nueva sociedad del conocimiento. Y todo ello en el marco de un pacto social como el referido y que ha provocado estas l¨ªneas que ahora termino.