"Catalu?a ser¨ªa m¨¢s fuerte si la Generalitat trabajara codo con codo con los ayuntamientos"
Manuel Royes (Terrassa, 1940) abandonar¨¢ a principios de julio la presidencia de la Diputaci¨®n de Barcelona tras 16 a?os en el cargo. A partir de esa fecha pondr¨¢ todo su empe?o en que su jefe de filas, Pasqual Maragall, alcance la presidencia de la Generalitat en oto?o. Una situaci¨®n con la que, afirma, se acabar¨ªa con el tradicional recelo que el Gobierno de Jordi Pujol ha mantenido hacia el poder local.
Pregunta. ?Qu¨¦ le han aportado estos a?os dedicados enteramente al municipalismo?
Respuesta. Muchas satisfacciones, sobre todo porque como alcalde [de Terrassa] siempre est¨¢s en la trinchera, en contacto con la gente. Puedes resolver problemas y hacer realidad proyectos. Es un trabajo muy gratificante, aunque supone un notable desgaste personal.
"CiU ha vaciado todas sus diputaciones. Ha sido fatal para los intereses locales"
P. La Generalitat, ?ha reconocido el papel de los Ayuntamientos en la recuperaci¨®n democr¨¢tica y auton¨®mica de Catalu?a?
R. En los a?os ochenta era comprensible que la Generalitat mirara con cierto recelo a los ayuntamientos porque apenas ten¨ªa presupuesto ni competencias. La gente no sab¨ªa qu¨¦ era eso de la Generalitat. Conoc¨ªa su ayuntamiento y lo que hac¨ªa. Pero ahora, despu¨¦s de 23 a?os, con un presupuesto muy elevado y muchas competencias, no tiene sentido que el Gobierno catal¨¢n mantenga esta actitud. Si la Generalitat dejara a un lado ese recelo hacia el mundo local y trabajara codo con codo con ¨¦l, Catalu?a ser¨ªa mucho m¨¢s fuerte. No se ha reconocido lo suficiente. Bueno, nada. Un dato, el Gobierno catal¨¢n no ha concedido ninguna Creu de Sant Jordi a ning¨²n alcalde.
P. Desde CiU se acusa a las instituciones socialistas de actuar como contrapoder.
R. Es la misma tonter¨ªa de antes. S¨®lo hace falta comparar los presupuestos que maneja la Generalitat con los de la Diputaci¨®n de Barcelona o el Ayuntamiento de esta ciudad.
P. O sea que el poder de una instituci¨®n se mide respecto al dinero que maneja.
R. Bueno, todo no, pero influye.
P. En su despedida, la mayor¨ªa de grupos destacaron su trabajo en favor de los municipios, con independencia del color pol¨ªtico de sus alcaldes. ?No deber¨ªa ser lo l¨®gico?
R. Exacto. No tendr¨ªa que influir el partido que gobierne en un ayuntamiento. Nosotros nunca lo hemos tenido en cuenta porque se trata de ayudar a la gente.
P. ?Pero ocurre en otras administraciones?
R. Seguro que s¨ª. Por ejemplo, en la Generalitat. Si no lo ha hecho, lo parece, o al menos eso creen o me dicen ciertos alcaldes.
P. ?Son compatibles las diputaciones con una organizaci¨®n territorial basada en las comarcas y en las veguer¨ªas tal como propugna su partido?
R. Nosotros entendemos las diputaciones como una instituci¨®n eficaz de ayuda a los ayuntamientos y a los municipios, con independencia de su tama?o. Es decir, que todos puedan disfrutar de los mismos servicios. Las diputaciones, en este sentido, han sido una herramienta clave en el reequilibrio territorial. Si en el futuro Catalu?a se divide en siete veguer¨ªas -que en principio deber¨ªan convertirse en el marco de descentralizaci¨®n de la Generalitat-, no tendr¨ªamos ning¨²n inconveniente en trasladar nuestro marco de actuaci¨®n a otro ¨¢mbito territorial.
P. ?Por qu¨¦ fracas¨® el Informe Roca?
R. Porque toc¨® los sentimientos de la gente, y esto no se puede ni rozar. Se redact¨® desde la racionalidad de un despacho y se dijo que sobraban 200 municipios y que deb¨ªan fusionarse entre s¨ª. La gente quiere que los consejos comarcales sirvan para mancomunar servicios de los ayuntamientos, y esto no resta independencia a ning¨²n ayuntamiento. La propuesta del informe era inviable y cualquiera que vaya por este camino fracasar¨¢ estrepitosamente.
P. Pero el Informe Roca qued¨® reducido a este aspecto.
R. Fue una l¨¢stima, porque lo de la fusi¨®n de municipios estaba en el anexo. El resto del documento era muy sensato y f¨¢cilmente suscribible por un abanico amplio de partidos.
P. Sus disputas con la Generalitat no se han resuelto. Contin¨²an reclam¨¢ndoles 530 millones de euros [88.435 millones de pesetas] de aportaci¨®n al Plan ?nico de Obras y Servicios.
R. Al principio, la Generalitat nos reclam¨® 350 millones de pesetas. A pesar de que abonamos el dinero, el Gobierno catal¨¢n continu¨® recurriendo contra nuestros presupuestos. Ante este escenario, dejamos de pagar. Pero una sentencia dio la raz¨®n a la Generalitat y abonamos unos 2.000 millones. Pero al a?o siguiente, adem¨¢s de estos 300 millones nos reclamaron otros 7.000 millones de pesetas. Este dinero es el que distribuimos entre todos los ayuntamientos en concepto de cooperaci¨®n municipal. Estoy convencido de que ganaremos los recursos. La Generalitat no puede actuar de forma tan arbitraria y utilizar este conflicto electoralmente.
P. La Generalitat mantiene que estas competencias son suyas.
R. No, son nuestras. Recibimos el dinero del Estado para cooperaci¨®n municipal.
P. Esta pol¨¦mica no ocurre con el resto de diputaciones.
R. Claro, porque las han vaciado. Estas diputaciones han traspasado muchas competencias a la Generalitat. Lo han hecho fatal para los intereses locales, pero muy bien para los de la Generalitat.
P. ?Por qui¨¦n apuesta para sustituirle? ?Le parecer¨ªan bien Celestino Corbacho como presidente y Joan Rangel como vicepresidente y amplias competencias?
R. S¨ª. Cualquiera de los dos me parece bien porque ambos son alcaldes. Fui el primer presidente de la Diputaci¨®n que tambi¨¦n era alcalde.
P. ?Pero si le nombro a Jos¨¦ Montilla tambi¨¦n le parecer¨¢ bien?
R. Tambi¨¦n.
P. Entonces, ?por qui¨¦n se decide?
R. Todos ellos son absolutamente capaces para sustituirme.
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