Broche negro a un lustro de oro

En el Alav¨¦s no se lo creen todav¨ªa, pero est¨¢n en Segunda Divisi¨®n. El equipo vitoriano descendi¨® ayer por la v¨ªa r¨¢pida en una tarde en que termin¨® aplastado por la ley de Murphy. Ya se sabe, si algo va mal siempre puede ir peor. S¨®lo una sucesi¨®n de casualidades pod¨ªa mandarlo al infierno, y se cumpli¨®. Deb¨ªa perder en casa con el Betis, un equipo que s¨®lo piensa en la pr¨®xima temporada y en c¨®mo rendir cuentas; y tambi¨¦n que Osasuna ganara en Valladolid. Pues bien, todo se junt¨® en una tarde negra, que cerr¨® un lustro m¨¢gico en Vitoria: dos participaciones en la UEFA, incluida la final de Dortmund, y el liderato en Primera, hace exactamente 17 meses.

El partido result¨® un nuevo desastre para el equipo vitoriano, que se ha desplomado en la segunda vuelta de tal manera que s¨®lo ha ganado un partido en su campo en este tiempo. El Betis acudi¨® con pocas ganas de meter ruido, pero pronto vio que al Alav¨¦s le temblaba todo. Cada pase hacia atr¨¢s supon¨ªa una taquicardia para el grader¨ªo, que ya desde el principio conoc¨ªa el resultado de Valladolid. Txutxi Aranguren no estuvo mejor que sus futbolistas. Dispuso un nuevo esquema con un solo pivote, Luis Helguera, que dej¨® al Alav¨¦s con demasiados jugadores por delante de la pelota, sin posibilidades de tocarla.

Al Betis le dejaron el partido en una bandeja plateada, y la cogi¨®. Pudo adelantarse antes del descanso, pero tuvo que esperar al segundo tiempo, cuando el bochorno de la tarde dio paso a un diluvio muy metaf¨®rico. Se hizo la noche en lo climatol¨®gico y en lo deportivo para el Alav¨¦s. En una nueva jugada de pasividad por parte de los futbolistas albiazules, Joaqu¨ªn, escondido en un segundo plano todo el d¨ªa, recogi¨® el bal¨®n y le regal¨® el gol a Fernando. Ya nada cambi¨® desde entonces.

El Alav¨¦s, totalmente roto, dej¨® pasar sus ¨²ltimos minutos en Primera con tanta entrega como desacierto. Cuando el ¨¢rbitro se?al¨® el final, el resto desfil¨® hacia los vestuarios como si nada hubiera pasado. La mayor¨ªa del p¨²blico de Mendizorroza, fr¨ªo como siempre, se march¨® resignado e incr¨¦dulo. Parec¨ªa un d¨ªa normal. S¨®lo lo cambiaron unos peque?os detalles, pero significativos. Karmona y Desio, no otros, fueron los ¨²ltimos en salir, destrozados. Un peque?o grupo de aficionados tambi¨¦n se resisti¨® a abandonar el campo, hasta que unos minutos despu¨¦s Karmona, en solitario, sali¨® a pedir perd¨®n al campo. El capit¨¢n volvi¨® a los vestuarios a recoger a sus compa?eros y, un buen rato despu¨¦s, por fin se produjo un gesto de asunci¨®n del descenso, cuando el p¨²blico y los jugadores se fundieron en el c¨¦sped al grito de "el a?o que viene sube el Alav¨¦s". Lo que s¨ª es seguro es que este a?o ha bajado.