Washington trata de evitar nuevas ca¨ªdas del d¨®lar frente al euro
Expertos y varios ministros apuestan por el recorte de tipos en la UE
Todos los esfuerzos parec¨ªan concentrarse ayer en no dar a los mercados una se?al que mantenga o incremente la desconfianza en el d¨®lar, que sufri¨® la semana pasada una ca¨ªda r¨¦cord frente al euro. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, John Snow, tiene indicaciones precisas para cuidar cualquier referencia sobre el d¨®lar, al tiempo que avanza la percepci¨®n de que el Banco Central Europeo (BCE) reducir¨¢ el jueves sus tipos de inter¨¦s.
Si el lenguaje corporal quiere decir algo, George W. Bush quiere mantener sus distancias con Jacques Chirac, quiz¨¢ porque le interesa explotar en t¨¦rminos de pol¨ªtica interior la hostilidad que la Casa Blanca ha promovido contra Francia. Pero los focos est¨¢n puestos desde la llegada de Bush en otro personaje clave: John Snow, el actual secretario del Tesoro, y sucesor de Paul O'Neill. Tanto Snow -que no participa en el G-8- como su predecesor se han caracterizado por hacer declaraciones que han propulsado la baja del d¨®lar en los mercados.
Te¨®ricamente, la Secretar¨ªa del Tesoro es responsable en Estados Unidos de la pol¨ªtica que se ha de seguir en relaci¨®n al d¨®lar. Ello supone que el secretario del Tesoro decide en qu¨¦ momentos se deber¨ªa intervenir en los mercados. En la pr¨¢ctica, la cotizaci¨®n del d¨®lar es menos el resultado de una presunta manipulaci¨®n o prestidigitaci¨®n cambiaria, como cree la mayor¨ªa de la gente, que el reflejo de la salud de la econom¨ªa de EE UU, a saber, la evoluci¨®n de su crecimiento y la marcha de sus cuentas p¨²blicas y comerciales.
Con todo, la combinaci¨®n m¨¢s explosiva es una situaci¨®n en la que al d¨¦bil crecimiento y a los desajustes fiscal y comercial se le pueden unir unas declaraciones desafortunadas. La consigna es que Snow cierre la boca. O que, si puede, diga algo sensato, como que EE UU est¨¢ haciendo todos los esfuerzos para relanzar su econom¨ªa, lo que, impl¨ªcitamente, supondr¨¢ fortalecer el valor del d¨®lar.
Tarde y mal
Mientras tanto, todos los asesores consultados esperan que el presidente del BCE, Wim Duisemberg, proceda el jueves a un recorte de tipos. "Como es sabido, Duisemberg termina por recortar, pero lo hace tarde y mal", dijo un t¨¦cnico. Ahora que est¨¢ bajando la tasa de inflaci¨®n en Espa?a, hasta el vicepresidente primero y ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, firma por una reducci¨®n de tipos.
La actitud de los norteamericanos ante esta cumbre es bastante transparente. "Estados Unidos es virtualmente el ¨²nico pa¨ªs que representa en la actualidad un motor para el crecimiento de la econom¨ªa mundial. Hemos adoptado acciones decisivas de pol¨ªtica fiscal y monetaria. El presidente [George W. Bush] est¨¢ interesado en escuchar qu¨¦ acciones han adoptado los otros miembros del G-8 para propulsar el crecimiento en sus propios pa¨ªses, anular los obst¨¢culos a la creaci¨®n de empleo y el crecimiento", dijo un asesor de la Casa Blanca ayer a los periodistas.
En relaci¨®n con los resultados de esta cumbre, puede haber un puente para atravesar la distancia pol¨ªtica que separa a Bush y Chirac: la liberalizaci¨®n comercial. Tal como est¨¢n las cosas en la econom¨ªa mundial -aton¨ªa sincronizada-, el ¨²nico terreno en el que el presidente Bush -porque est¨¢ en consonancia con su programa- parece decidido a echar una firma es en la liberalizaci¨®n del comercio mundial.
Los acuerdos de Doha est¨¢n bloqueados y la pr¨®xima reuni¨®n ministerial de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) en Canc¨²n intentar¨¢ romper el bloqueo a fin de llegar a acuerdos a finales de 2003. Ayer, Michel Camdessus, ex director gerente del FMI y asesor de Chirac en Evian, reiter¨® la iniciativa lanzada en febrero por Francia en el sentido de que los pa¨ªses ricos deben suspender las subvenciones que mantienen sobre sus exportaciones a los pa¨ªses africanos, y vincul¨® esta idea con el ¨¦xito de la liberalizaci¨®n comercial acordada en Doha.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.