"Col¨®n puede estar repartido entre Sevilla y Santo Domingo"
?Qu¨¦ tiene que ver Crist¨®bal Col¨®n con un remero de Oxford ahogado en Zaragoza y aparecido tres meses despu¨¦s en el delta del Ebro? Que ambos tienen ADN, y por tanto pueden ser identificados por Jos¨¦ Antonio Lorente, director del Laboratorio de Identificaci¨®n Gen¨¦tica de la Universidad de Granada, profesor de la Academia del FBI en Quantico (Virginia, EE UU), cerebro del Programa F¨¦nix para la identificaci¨®n gen¨¦tica de personas desaparecidas, impulsor de las identificaciones de desaparecidos en varias dictaduras latinoamericanas, asesor del Gobierno chileno, autor de 102 publicaciones cient¨ªficas y Orden del M¨¦rito del Cuerpo de la Guardia Civil (distintivo blanco).
Lorente, nacido en Ser¨®n (Almer¨ªa) hace 41 a?os, consigui¨® hace dos semanas la primera identificaci¨®n por ADN de un desaparecido de la Guerra Civil, y ayer empez¨® a analizar los restos de Col¨®n exhumados el lunes de la catedral de Sevilla, seg¨²n relat¨® en entrevista telef¨®nica.
"No pasar¨¢ mucho tiempo antes de que podamos identificar los restos de Lorca"
"Ya hay cerca de cien desaparecidos chilenos identificados gracias a datos de ADN"
Pregunta. ?Hab¨ªa un esqueleto completo dentro de la urna de Col¨®n?
Respuesta. No. El esqueleto est¨¢ muy fragmentado, y no tenemos datos definitivos, pero es obvio que no hay suficientes huesos para completar una persona. Es posible, por tanto, que Col¨®n est¨¦ repartido entre las catedrales de Sevilla y Santo Domingo, y qui¨¦n sabe si tambi¨¦n en alg¨²n tercer lugar. Los huesos sufrieron muchos viajes, y antiguamente lo m¨¢s normal era transportarlos en cajas del tama?o de un paquete de folios actual. Naturalmente, para meterlos all¨ª hab¨ªa que romperlos a prop¨®sito.
P. ?Qu¨¦ tal el hijo?
R. Los restos de Hernando Col¨®n est¨¢n mucho mejor. Es l¨®gico: siempre han permanecido en la catedral de Sevilla.
P. ?Y el hermano Diego?
R. En una situaci¨®n intermedia. Los exhumamos el 17 de septiembre, y ya vimos que ten¨ªan muchas piezas ¨ªntegras, y otras rotas por el paso del tiempo.
P. ?Podr¨¢ extraer ADN v¨¢lido de los restos de Col¨®n?
R. Creo que s¨ª.
P. ?Por qu¨¦ s¨®lo les han dejado los huesos hasta el viernes?
R. Imagino que debe ser un problema mantener en la catedral de Sevilla todo ese montaje de vallas y andamios. Pero nos basta para estudiar los huesos con varias t¨¦cnicas y para tomar unos fragmentos que luego podremos estudiar durante meses.
P. ?C¨®mo surgi¨® el Proyecto F¨¦nix?
R. Hace unos a?os, la Guardia Civil y la Polic¨ªa vinieron con dos huesos y dos sospechas. Hicimos los an¨¢lisis de ADN, y ninguno de los huesos correspond¨ªa a las sospechas. Se nos ocurri¨® entonces que, si los resultados gen¨¦ticos de ese tipo se centralizaran en una base de datos, habr¨ªa una oportunidad de identificar los cad¨¢veres m¨¢s adelante. La Universidad de Granada y la Guardia Civil pusieron en marcha la idea en 1999. Desde entonces llevamos 39 identificaciones gracias a la base de datos.
P. ?Cu¨¢ntos cad¨¢veres sin identificar hay en Espa?a?
R. Unos 100 o 150 casos al a?o, entre huesos que aparecen y cad¨¢veres recientes.
P. Es decir, que incluso con el Programa F¨¦nix quedan sin identificar un centenar de casos al a?o.
R. Nunca ser¨¢ posible identificar a todas las personas desaparecidas. Muchas mueren aqu¨ª pero no son espa?olas, y no tenemos con qu¨¦ ADN compararlas. Y a veces la familia no quiere colaborar con la investigaci¨®n.
P. ?Habr¨¢ una base de datos centralizada en Europa?
R. S¨®lo Estados Unidos ha seguido nuestro modelo hasta ahora, y dispone de una Base Nacional de Personas Desaparecidas, que lleva el FBI. En Latinoam¨¦rica hay tres pa¨ªses muy interesados que se han puesto en contacto con nosotros: Chile, Colombia y M¨¦xico. Los pa¨ªses europeos no se lo han planteado a¨²n.
P. ?No se ha podido identificar por el ADN a alg¨²n extranjero muerto en Espa?a?
R. Hace un par de a?os, un remero de la Universidad de Oxford que estaba entrenando en Zaragoza se ahog¨® y desapareci¨® en el Ebro. Varios meses despu¨¦s apareci¨® un cad¨¢ver en la desembocadura del Ebro, por Amposta, y pudimos saber que era el remero por el ADN, gracias a que la madre hab¨ªa dejado saliva al Programa F¨¦nix, a instancias de la Guardia Civil.
P. ?Qu¨¦ opini¨®n le merecen las iniciativas para archivar datos de ADN de los delincuentes fichados?
R. Sin duda son ¨²tiles para resolver casos, pero s¨®lo me parecen bien
en casos de asesinatos o violaciones, y siempre que haya una condena firme en un proceso con todas las garant¨ªas, y est¨¦n autorizadas por un juez. No apoyo la creaci¨®n de bases de datos m¨¢s amplias, que parecen propias de un Estado policial.
P. ?C¨®mo se interes¨® en los desaparecidos de la Guerra Civil?
R. La Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica se puso en contacto conmigo hace algo m¨¢s de un a?o. Quer¨ªan incluir en el Programa F¨¦nix el an¨¢lisis de los desaparecidos, pero eso no es t¨¦cnicamente posible, ya que hay unos 20.000 o 30.000 desaparecidos. El presupuesto del programa es de 170.000 euros al a?o, y una identificaci¨®n cuesta 3.000 euros de media. As¨ª que hicimos los primeros de forma desinteresada.
P. ?Cu¨¢ntos restos se podr¨¢n identificar?
R. Identificar a todos es complej¨ªsimo. No s¨®lo por el coste, sino por la dificultad de crear una base de datos de ADN de tantos familiares. Hay que ir haciendo estudios poco a poco. La intenci¨®n es dar sepultura en un lugar digno a esas personas. Un ser humano no debe estar 70 a?os abandonado en una cuneta.
P. ?Qu¨¦ perspectivas hay de identificar los restos de Lorca?
R. Hasta ahora la familia no lo ha solicitado, pero creo que acabar¨¢ haci¨¦ndolo, o si no lo har¨¢n los familiares de los dem¨¢s que murieron con ¨¦l. No pasar¨¢ mucho tiempo.
P. Est¨¢n ayudando a varios pa¨ªses latinoamericanos a identificar a sus desaparecidos, ?no?
R. Mantenemos colaboraciones sistem¨¢ticas con Chile, Uruguay, Per¨² (en el caso de la embajada japonesa), Ecuador, Colombia, El Salvador, Guatemala y M¨¦xico, aparte de algunos casos concretos en Argentina.
P. Ya hay quien le llama el Garz¨®n del ADN.
R. Pues mire, bien est¨¢ si el ADN puede ayudar a que brillen la verdad y la justicia, y a que no se repitan ciertos hechos.
P. ?Qu¨¦ tal va el trabajo en Chile?
R. Contribuimos apoyando el desarrollo de la tecnolog¨ªa gen¨¦tica del Servicio M¨¦dico Legal del Ministerio de Justicia chileno, y dise?amos su base de datos. Hay unos 1.200 detenidos desaparecidos y ejecutados pol¨ªticos durante la dictadura. Mantenemos en Granada muestras de referencia, por si se pierde alguna all¨ª. Hay ya cerca de 100 desaparecidos identificados.
P. Su hermano, Miguel Lorente Acosta, autor de Mi marido me pega lo normal, trabaja muy cerca de usted, ?no?
R. S¨ª, y es el director del Instituto de Medicina Legal de Granada, especialista en violencia familiar y malos tratos.
P. ?Les viene de familia?
P. Pues s¨ª, nuestro padre, Miguel Lorente, es tambi¨¦n forense, aunque ha ejercido casi toda su vida como m¨¦dico de cabecera en Olula del R¨ªo, el pueblo de Almer¨ªa donde nos criamos. Tengo otro hermano, pero es m¨¢s normal y se dedica a la pediatr¨ªa.
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